ConciertosCrónicasDestacada

The Cure (Wizink Center) Madrid 11/11/22

Da igual que hayan pasado 14 años desde que se lanzara su último disco, la expectación ante cualquier visita de The Cure no solo se mantiene, sino que continúa acrecentándose. Su música es parte de nuestra piel, no solo de la que los que crecimos con ellos, sino que no deja de sumar adeptos entre nuevas generaciones. Esta ocasión es muy especial, porque al fin hay un nuevo álbum en camino, -que entendemos llegará en 2023- y el hecho de ir conociéndolo en estos conciertos les da un valor añadido extra.

Esta es una gira que se asemeja mucho al Dream Tour de Bloodflowers (2000). La introspección y las texturas de los nuevos temas se prestan a estar acompañados por ese arsenal de piezas densas, de largos desarrollos donde las capas van sumándose para armar sólidas piezas con la cualidad de transportarte a los mundos que imaginan. Por ello no es de extrañar que esas cinco composiciones inéditas que han ido estrenando concierto a concierto, se enlacen con las similares que pueblan obras trascendentales como Disintegration (1989), Seventeen Seconds (1980), Faith (1981) y Pornography (1982).

«Este es el final de cada canción que cantamos, el fuego se convirtió en cenizas y las estrellas se oscurecieron con lágrimas. Brindamos, con posos amargos, por nuestro vacío» canta Smith en esa nueva «Alone» con la que abrieron y que ahonda en ese personal nihilismo existencial. Puro The Cure, de ese que dejó con el morro torcido a más de uno que durante gran parte de la velada anhelaba el festivo bis final. Antes de que llegara nos dejamos mecer con la excelsa «Pictures Of You» y los tonos violetas de «Closedown». Parte de un primer set con sus claroscuros, que se volvía melódico en las románticas «A Night Like This» y «Lovesong», nos estremecía en la gloriosa «Charlotte Sometimes» o volvía a las tinieblas con las siniestras «Burn» y «At Night», para a lanzarnos hacia el infinito con la energía que desbordan «Push» y una «Play for Today» cuyos teclados quedan siempre ahogados por los entusiastas coros del público.

Un subibaja emocional entrelazado con novedades como «And Nothing Is Forever», un tema muy Bloodflowers sobre el paso del tiempo «en el silencio de un latido de corazón», una «A Fragile Thing» de tono más pop, con aroma a esas impecables caras B de Wish (1992) y una demoledora «Endsong». Diez minutos precedidos por una larga intro instrumental en la que se ahonda en ese vacío que como decimos, no es más que una despedida: «Todo se ha ido (…) Nada queda de todo lo que amaba. Sin esperanzas, sin sueños, sin mundo». Infiernos personales que encajaban con naturalidad con la machacante «Want», la rabiosa «Shake Dog Shake» y la siempre pasional «From the Edge of the Deep Green Sea» con un gran Reeves Gabrels sacando acoples imposibles a su guitarra.

El primero de los bises fue desgarrador. Se abrió con la emotiva «I Can Never Say Goodbye», escrita para el hermano fallecido de Smith, construida sobre piano y vestida con esos soberbios mantos instrumentales, a la que siguieron dos tesoros que aguardaban en el penúltimo tramo: la machacante y gélida «Cold» y la hipnótica belleza de esa joya llamada «Faith», que sonó apabullante. La progresión ascendente de la esperada «A Forest» con el momento de gloria de Simon Gallup dejó lista la catarata final. Esa sucesión de singles más luminosos que abriéndose con un pequeño esbozo de «The Blood», encadenó «Lullaby», «The Walk», «Close to Me» y las cristalinas «In Between Days» y «Just Like Heaven», haciendo un hueco a la optimista «Doing the Unstuck» (otra de las sorpresas), para cerrar en todo lo alto con «Boys Don’t Cry».

Las buenas sensaciones de sus últimas giras, ese imbatible directo y sobre todo, ese catálogo de canciones inmortales por las que no pasa el tiempo, son razones de peso para que cada uno de sus conciertos sea una experiencia difícil de olvidar. Bien es cierto que este Songs Of A Lost World tour huele a despedida, aunque sea un argumento desgastado desde hace más de tres décadas en las que no hemos dejado de escucharlo una y otra vez. El inexorable paso del tiempo manda e incluso el tono y la temática de estos nuevos temas dejan entrever algo que el día que ocurra, nos dejará con un vacío irremplazable.

Fotos: Alfredo Rodríguez

 

 

 

11 comentarios en «The Cure (Wizink Center) Madrid 11/11/22»

  • Gracias Manuel. Disculpa por haberte abordado anoche durante el concierto.
    Gran crónica. ¡Este muerto esta muy vivo! ?

    • Encantado de conocerte, aunque me pillaras totalmente absorto, que siempre que oigo Pictures Of You en directo me pasa…. Gracias

  • Habiendo estado en el de Barcelona, veo algunos cambios en el set list. Inquietante ver que Robert Smith tiene casi mejor voz ahora que la ultima vez que los vi hace unos 20 años en la gira de Bloodflowers. Lastima que no sonara faith y Charlotte somethimes en Barcelona… pero tocaron una Strange Day apoteosica….
    Ahora a esperar que publiquen el nuevo disco y que llegue el Wish remasterizado con todos los extras…

  • Esta es la mejor crónica que se ha escrito de esta gira. No solo por definir exactamente lo que es The Cure a día de hoy, sino por transmitir las sensaciones que nos provocan sus increibles canciones. Ha sido reconfortante y emocionante leera. Gracias

  • Gracias por la crónica, de lo mejorcito que se ha escrito. Esta vez he disfrutado el concierto una barbaridad, por la calidad del espectáculo, por la visión que tenía del recinto y el escenario, por el sonido difícil de mejorar para ser un pabellón cubierto, por el ambiente espectacular lleno hasta rebosar y con un parecido sentir. Parejas, amigos y amigas que se encuentran, familias enteras, algún solitario al que no le hacía falta más… Mi pareja alucinó con el concierto, y ya ha vivido unos cuantos a mi lado. Suelo valorar mucho lo que dice porque, aunque le gusta la banda, no es una fan, así que siempre viene bien que alguien te lleve los pies a tierra y no dejarte llevar por la pasión. Dice ella que éste y el que vimos en el Monte do Gozo de Santiago en 2004 son los mejores que ha visto. Yo vuelvo para Sevilla en el Ave lleno de gozo y cada vez con menos posibilidades de verlos cruzar depeñaperros.

  • Acojonante como canta mi tía Antonia! y como suenan, fue un concierto enorme. Aunque nunca les perdonaré Fascination Street o Lovely Cats…. que bien lo «pasemos»

  • Estupenda crónica Manuel. El momento Charlotte Sometimes o Faith impagables. 🙂 Tantos años sin escucharlas en directo.

  • Eternos The Cure. Nuestras vidas han crecido con su música en lo bueno y en lo malo. De la época gloriosa de aquellos 80/90 con U2, los Depeche y los Cure, para un servidor estos últimos son los que mejor han aguantado el paso del tiempo. Forever The Cure.

Deja una respuesta

WP-Backgrounds Lite by InoPlugs Web Design and Juwelier Schönmann 1010 Wien