Especial Día Internacional de la Mujer: siete compositoras pioneras
Hoy, 8 de marzo, se celebra el Día Internacional de la Mujer. Además, este año tiene lugar una huelga feminista, la primera de la historia, que busca dar visibilidad y exigir respuestas a problemas demasiado enquistados en la sociedad como el machismo, la desigualdad salarial, el acoso, los abusos, etc. Es su día, el momento para que se alce su voz, pero nosotros queremos también poner nuestro granito de arena recordando a algunas de las mujeres compositoras, poco conocidas, que abrieron el camino en tiempos mucho más complicados para que posteriormente mujeres como Jackie DeShannon, Carole King, Ellie Greenwich, Cynthia Weil y otras muchas firmaran algunos de los grandes éxitos de la era moderna del pop.
Podrían ser muchas más, pero hemos escogido estas siete compositoras pioneras del pop y el rock para celebrar el Día Internacional de la Mujer.
Mabel Wayne
Mabel Wayne fue una compositora estadounidense nacida en Nueva York a finales del siglo XIX. De formación musical clásica, fue una mujer polifacética que, además de compositora, fue pianista, cantante y bailarina. En 1925 compuso la canción «Don’t Wake Me Up, Let Me Dream», con letra de Louis Wolfe Gilbert. El tema tuvo bastante repercusión en su momento, de manera que Mabel Wayne se convirtió en la primera mujer en componer una canción de éxito, tal como queda registrado en el Songwriters Hall of Fame, donde fue aceptada en 1972. Sin embargo, sus composiciones más conocidas fueron posteriores, entre ellas «It happened in Monterrey», popularizada por Frank Sinatra, «In a little Spanish town» (su primer número 1) o «Ramona», una canción que ha conocido versiones hasta en chino mandarín. Mabel Wayne falleció en 1978.
Nancy Hamilton
Nancy Hamilton nació en 1909 en Pennsylvania. Desde muy pequeña mostró inclinación por el teatro, y ya en el instituto escribió y organizó la representación de una obra llamada And So On. En los años 20 consiguió introducirse en el ambiente teatral de Nueva York, donde consiguió un papel como sustituta en una obra de Broadway, basada en la leyenda de las amazonas, de una entonces prometedora actriz llamada Katherine Hepburn. Pronto demostró talento para escribir, y se le encomendaron tanto guiones y sketches como letras de canciones para diversos musicales. En uno de ellos, Two For The Show (1940), figura la canción más conocida de todas a las que puso letra: «How high the moon». El tema se convirtió en un estándar de jazz, y desde entonces ha conocido más de un centenar de versiones. Una muestra de la excepcional versatilidad de Nancy Hamilton: en 1955 se convirtió en la primera mujer en ganar un Oscar al mejor documental por Helen Keller in her Story, donde contaba la vida de Helen Adams Keller, escritora y activista que fue la primera mujer sordociega en conseguir un título universitario en Artes. Nancy Hamilton falleció en 1985.
«Ma» Rainey
«Ma» Rainey, cuyo verdadero nombre era Gertrude Pridgett, nació en la década de los 80 del siglo XIX. Se la considera como «la madrina del Blues», ya que fue una de las primeras cantantes profesionales de blues y también una de las primeras en ver su música registrada en disco. Con poco más de 20 años se casó y empezó a girar con diversos grupos de blues, pero poco después formó el suyo propio junto a su marido. Sus primeras grabaciones conocidas datan de 1923, pero en pocos años registró más de cien canciones. Una de ellas estaba basada, como muchos estándares del blues, en un tema tradicional de autor desconocido, aunque fue «Ma» Rainey la primera que lo adaptó y lo grabó. Hablamos de «See see rider», un clásico que posteriormente grabarían bluesmen como Mississippi John Hurt, Lead Belly o «Lightnin’« Hopkins, pero «Ma» Rainey fue quien creó la canción que luego evolucionaría hacia un blues más eléctrico y hacia el rock. Una versión con la que Elvis abría sus conciertos a principios de los 70. Por cierto, para los fans de Dylan: en «Tombstone blues» la pone nada menos que al nivel de Beethoven…
«Where Ma Rainey and Beethoven once unwrapped their bedroll
Tuba players now rehearse around the flagpole»
Dorothy Fields
Dorothy Fields, nacida en 1905, es la primera gran letrista de Broadway. De pequeña empezó a escribir poesía, y de su demostrado talento para la escritura surgieron las letras de más de 400 canciones que, a lo largo del siglo XX, aparecieron en diversos musicales y películas. Durante su extensa carrera colaboró con grandes compositores como Jerome Kern o Irving Berlin, entre muchos otros. Grandes clásicos de Hollywood y del American Songbook en general llevan su firma: «I can’t give you anything by love», «On the sunny side of the street», «A fine romance», «I’m in the mood for love»… Con «Lovely to look at», perteneciente al musical Roberta y coescrita junto a Jimmy McHugh sobre música de Jerome Kern consiguió ser la primera mujer nominada al Oscar a la mejor canción. Un año después repitió nominación junto a Kern por «The way you look tonight», perteneciente al musical Swing Time (con Fred Astaire y Ginger Rogers). Esta vez, sin embargo, sí que consiguieron llevarse la estatuilla. Dorothy Fields también figura en el Songwriters Hall of Fame desde 1971, pocos años antes de fallecer. Como curiosidad, y también como muestra de la importancia de Dorothy Fields en la cultura popular norteamericana, mencionar que cuando Barack Obama accedió a la presidencia de los Estados Unidos citó en su discurso una frase extraída precisamente de uno de los temas que Dorothy Fields escribió para Swing Time: «Pick yourself up».
Elsie McWilliams
Elsie McWilliams es otra de las pioneras nacidas a finales del siglo XIX que ayudaron a que las mujeres se hicieran un hueco en el mundo de la composición musical. En su caso, fue la primera mujer en ganarse la vida como compositora en un mundo tan masculino como el del country. Elsie trabajó junto a la primera gran estrella del country, Jimmie Rodgers, después de convertirse en su cuñada. Tocaba el piano y cantaba junto a Rodgers y su hermana, pero pronto fue requerida por el cantante para componer canciones. Con sus aportaciones ayudó a dar forma al característico canto de Jimmie Rodgers, el «yodel», una especie de adaptación country de los cantos tiroleses. Aunque Elsie McWilliams no está acreditada en todas las composiciones, se supone que más de 40 temas de las llamadas Blue Yodel Series llevan o deberían llevar su firma. En 1979 Elsie McWilliams entró en el Nashville Songwriters Hall of Fame.
Mae Boren Axton
Mae Boren Axton nació en 1914 en una minúscula localidad de Texas, aunque pronto la familia se trasladó a Oklahoma. Allí creció, se graduó y se casó con John Axton, oficial de Marina. Uno de los destinos de Axton fue Jacksonville, donde la familia residió durante un tiempo. Mae Boren daba clases de inglés en diferentes escuelas de la zona, pero también dedicaba parte de su tiempo libre a su gran afición: la música. Escribía canciones, tenía un programa de radio y ayudaba en la promoción de jóvenes artistas. En uno de sus programas apareció como artista invitado el cantante de country Hank Snow, entonces una gran estrella. Fue sin embargo la joven promesa de Sun Records que hizo de «telonero», Elvis Presley, quien más llamó la atención de Mae Boren, que lo entrevistó en su programa. Allí empezó una historia de amistad y trabajo entre Presley, su nuevo manager Colonel Parker y Mae Boren, fichada como publicista para ayudar a despegar la carrera de Elvis, entonces un talento regional. A finales de aquel año Mae Boren le presentó a Elvis una de sus composiciones, creada junto a Tommy Durden. A Elvis le gustó tanto que fue el primer tema que decidió grabar tras dejar Sun Records y fichar por RCA Victor. Su título: «Heartbreak hotel». Aquella canción consiguió no solo que despegara la carrera de Elvis Presley, sino también la de Mae Boren Axton, quien compuso muchos más temas aunque ninguno de ellos de tanto éxito como «Heartbreak hotel». No obstante, hasta su fallecimiento en 1997 se la conoció dentro del mundillo como «La Reina Madre de Nashville».
Dorothy LaBostrie
Dorothy LaBostrie nació, en algún año sin determinar entre finales de los años 20 y principios de los años 30, en Kentucky. Durante su infancia su familia se trasladó a diferentes lugares, estableciéndose a principios de los años 50 en Nueva Orleans. Allí Dorothy trabajó como cocinera y camarera, al tiempo que frecuentaba, como tantas chicas jóvenes, los clubes de jazz. También escribía poemas y letras de canciones, consiguiendo darse a conocer a nivel local. A partir de entonces la historia se difumina, existiendo diversas versiones. Lo que se sabe a ciencia cierta es que un joven veinteañero llamado Little Richard, que llevaba grabando con diversos sellos desde principios de los 50, había enviado meses antes unas demos a Specialty Records, que acabó fichándole y llevándole a Nueva Orleans, a los estudios de Cosimo Matassa, para que grabara unas canciones. Parece que lo único aprovechable que salió de aquellas primeras sesiones fue una improvisación que Little Richard se puso a tocar al piano con una letra obscena que el sello consideró imposible de publicar. Según algunas versiones, alguien puso en contacto a la gente de Specialty con Dorothy LaBostrie, a quien le encargaron reescribir la letra para suavizar las referencias sexuales; según otras (básicamente según Dorothy) la canción ya la tenía ella prácticamente escrita. El caso es que de aquella incierta colaboración salió «Tutti frutti», el tema que según la revista Mojo definió la era del rock and roll y cambió para siempre el mundo de la música popular. Fuese como fuese la historia, Dorothy cobró royalties por «Tutti frutti» durante toda su vida, además de escribir otras canciones para Specialty Records. Falleció en 2007.
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