Beezewax + No Aloha – Playa Club (A Coruña)

Se agradece que definitivamente la programación de conciertos del Playa Club se haya asentado y cada semana podamos asistir a conciertos de grupos antes impensables por estas tierras.

Tras ver como los dos últimos conciertos en la sala coruñesa me proporcionaban tremendas alegrías (Parker & Lily) o “sonadas” decepciones (White Flag), esperaba la remontada con la gira de los noruegos Beezewax que acudían presentando su reciente Oh Tahoe, sensiblemente inferior al resto de su discografía, especialmente de su segundo largo South Of Boredom (00).
A pesar de que uno sabe lo que se va a encontrar cuando va a un concierto de este tipo , siempre espera que salte la sorpresa, como en el caso de Parker & Lily.
No fue así.

Abrieron el concierto los locales No Aloha, a los que también había podido ver hace unas semanas en el concierto organizado por Burla Negra en el Bar O Patachim, y lo hicieron bien musicalmente con buenos temas de pop rock clásico mejor ejecutados, si bien el arranque los cogió a contrapié y se les notaba palpablemente nerviosos, con el bajista en un segundo plano y su cantante un tanto desubicado.
Puro espejismo que desapareció a partir del tercer tema, y arropados por el calor de “su” publico (a tenor de la espantada previo inicio de los titulares, uno diría que la formación principal era No Aloha) ofrecieron una actuación sin errores e incluso con ciertos momentos de brillantez, sobre todo en la acometida de las dos versiones que tocaron y de alguno de sus temas mas pegadizos.
Quizá un poco mas agarrotados que en la anterior ocasión que pude verlos, pero el lugar también impone cierto respeto.

Después del breve parón de rigor tomaron el escenario Beezewax.
A la ya conocida propuesta de power pop en la más pura tradición de unos Posies o de clásicos americanos como Hüsker Dü o Sugar, Beezewax incluyen adecuadamente los pianos que aportan mayor caché emocional y melódico a su propuesta que pecaría, de lo contrario, de excesivo monolitismo, el mismo del que se vieron perjudicados a la hora de plasmar en directo su propuesta.

Si bien en disco las melodías dominan los temas y permiten establecer juegos melódicos sobre la rudeza de sus guitarras, (por eso es power-POP), sobre las tablas del Playa Club, esa profundidad desaparece en aras de una energía que los emparenta con el punk rock americano de finales de los ochenta o el power pop al uso, pero que les hace perder muchos enteros sobre un escenario.
Si bien no resultan demasiado aburridos y su base rítmica es potente, sobre todo su batería Stian Olsen, a uno se le queda una sensación de un quiero y no puedo que acaba frustrando bastante.

Quizá la estrategia a la hora de plantear el concierto fue demasiado directa, ya que por contraste, las deliciosas “The Brighton Concorde” o “Ballad Of The Beaches” con su cantante Kenneth Isaac al teclado sonaban estupendas y deslucían en demasía el resto del discurso del grupo.

Incluso al finalizar el concierto (previo retorno para bises), la inclusión del ultimo tema de su primer Lp con un cariz , ahora sí, mucho más pop, de extenderse a lo largo de toda la actuación les hubiese hecho ganar muchos enteros.
De todos modos y aún a pesar de la mencionada huida de gran sector del público tras No Aloha, tanto el grupo, que quedó visiblemente satisfecho con el resultado, como el público, que los vitoreó haciendo que Ken susurrase un tímido: More?, y se decidiese a los bises, parece que hubo más satisfechos que decepcionados.

En mi opinión hubiese ganado muchísimo si la dosificación power-pop inclinase su balanza hacia el pop, pero bueno, que sigan llegando conciertos, y nosotros que podamos contarlos.

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