Cuéntame una canción: «Tu traición», de Claustrofobia

Recuerdo que cuando escuché por primera vez Repulsión del grupo barcelonés Claustrofobia mi cabeza casi explota. Si la memoria no me falla fue al comienzo de los 90, y un servidor se resistía a ser vampirizado por los sonidos grunge del momento. No era un posicionamiento prejuicioso, simplemente mi cabeza se dejaba engatusar por los ritmos latinos, africanos, o aquella etiqueta horrible de crossover o world music que algunas cabeceras de revista se esforzaban por dar cabida en su línea editorial.

Claustrofobia fue un grupo que era un torrente desbocado de creatividad. Sonidos que mezclaban diferentes influencias que podrían ser el jazz, la salsa, el soul, o el flamenco. Pedro Burruezo, líder de la banda, cantaba poesía apasionada, con su peculiar forma de cantar, siempre dejándose la piel en cada verso. Este disco, tercero en su discografía y editado por el sello Justine en 1987, contaba con una canción que siempre me ha parecido fascinante, «Tu traición». Esta melodía, y sobre todas las cosas, esa letra, me interpelaba directamente: amores que se apagan en la memoria, manipulación de los mass media, inesperados giros estilísticos. Era joven y me podía sorprender (casi) cualquier cosa. Aún sigue retumbando en mi cabeza esa caja de ritmos y la voz de Robert Wyatt.

Claustrofobia portada

Hablo con Pedro para que me explique cómo surgió este tema y la relación con el bardo de Bristol:

“Recientemente, Jordi Bianciotto recordó, para La Contra de “El Periódico”, las dos estancias que pasó en el cinturón rojo barcelonés el mítico Robert Wyatt, creador de Soft Machine y leyenda viva de la música popular mundial. En los tiempos de Claustrofobia, gracias a la mediación de Juan Bufill (excelso crítico de arte y, por aquel entonces, una de las cabezas visibles del programa “Arsenal” de TV3), tuvimos la fortuna de poder grabar con Wyatt una de las piezas de nuestro disco Repulsión, por el que Rockdelux nos dio el Premio al Mejor Disco de 1987. La pieza que grabamos con Wyatt en los micros se tituló “Tu traición”. El disco contenía diversos estilos musicales: rumba, pasodoble, oriental, bossa, balada, jazz, folk salvaje, etc. “Tu traición” venía a llenar el hueco de lo latino. Una música latina, eso sí, muy mediterraneizada y algo robótica. La pieza la tenía compuesta desde hacía un tiempo. No recuerdo cómo surgió. Sólo sé que salió porque, por aquel entonces, escuchaba mucho al mítico Lavoe. Mi intención era trasladar el swing de lo latino al ámbito más mediterráneo y no tanto al pop. Pensamos que a Robert Wyatt le gustaría porque a él le agradaban canciones como “Yolanda” (Pablo Milanés) o “Te recuerdo Amanda” (Víctor Jara), de las que había hecho versiones. Y dimos en el clavo. En la citada pieza musical, compuesta por mí, acompañada por Claustrofobia (que por aquel entonces incluía también a Mª José Peña y a Antoni Baltar, más un montón de grandes músicos colaboradores) y cantada con su inmejorable estilo por Robert Wyatt, se explicaba una historia de amor traicionado sin muchas ínfulas líricas. Pero Wyatt, que era y es de ideales socialistas y un genio en lo suyo, añadió el recitado de un poema de Nicolás Guillén muy combativo que le dio un giro inesperado a la melodía. A lo que yo respondí, de forma totalmente improvisada, lanzando una arenga contra el imperialismo/colonialismo mental que llevan a cabo los medios de información audiovisuales. Con las dos mentadas incorporaciones, la canción adquirió una nueva dimensión, más combativa e indómita. Hoy, habida cuenta del momento histórico que vivimos en que la pandemia está sirviendo para recortar libertades con la absoluta complicidad de las cadenas de televisión, la arenga de aquel entonces parece menos locura y más intuición. Me gustaban mucho las clases a las que asistía en la Universitat Autònoma de Barcelona, Facultat de Ciències de la Informació, de Romà Gubern, el gran crítico de cine. Con él comprendí que, en la televisión, nada es lo que parece…”

 

 

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