Entrevistamos a Tórtel por ‘Calavera suave’

La trayectoria de Jorge Pérez habla por sí sola. Formó parte de Ciudadano, banda fundamental para entender el camino que ha hecho el pop valenciano de los años noventa del siglo pasado hasta nuestros días. También colaboró con otros músicos de su ciudad en proyectos como Maderita o Coleccionistas. Y sobre todo, lleva más de dos décadas al frente de su proyecto personal, Tórtel, a través del cual ha publicado delicias como Entusiasmo, La Gran Prueba, Transparente o Las Tres Tormentas.

“No todo lo joven es nuevo y radiante, ni tampoco todo lo viejo está lleno de experiencia y saber hacer”

Ahora le toca el turno a Calavera Suave, que llega cuatro años después que el anterior, pero que ha ido anticipándose a través de las redes en formato de singles, que iban llegando según las canciones se terminaban en el estudio. La actividad ha sido constante, por tanto, pero Jorge ha valorado bien el momento en que lanzar un álbum que llega manifestando gran cohesión en cuanto a ánimo y sonido de sus cortes y un artwork -a cargo de Marina Iglesias– realmente impresionante, que queda especialmente bonito en la edición vinílica que aparecía el pasado 15 de diciembre. De todo esto y mucho más, hablamos con su autor.

Pido disculpas de antemano por empezar con algo tan tópico como preguntarte por el título de tu último disco (prometo no continuar con lo de “tus influencias”), pero es que lo de Calavera Suave, la verdad es que me tiene intrigadísimo

La historia que hay detrás me temo que no es muy emocionante. Simplemente, cuando teníamos el disco ya bastante avanzado le pregunté a Enric (el batería del grupo) si tenía algún buen nombre por ahí, ya que él es muy bueno poniendo nombres. Se le ocurren, así como así, sin estar pensados para nombrar nada específico. Tiene ese don. Me dijo ‘’Calavera suave’’. No le pregunté de dónde lo había sacado o de dónde venía, me pareció perfecto, y, además, cada vez que pienso en él me evoca algo distinto y eso me gusta, no se agota.

Da la impresión de que con tu anterior Las Tres Tormentas (2018) inicias un nuevo camino, una nueva forma de hacer las cosas, que ahora con Calavera Suave has concretado y perfeccionado. Parece que ahora caminas sobre seguro y te sientes completamente cómodo haciendo las cosas así.

Me da la sensación de que hay un camino que se inicia en realidad con La gran prueba (2014) que luego toma un pequeño desvío con Transparente (2016) pero que se termina de allanar en estos dos últimos discos, sí. Había muchas cosas que tenía en la cabeza ya en La gran prueba pero que no sabía muy bien cómo resolver, ya fuese por cuestiones técnicas como de composición. Era como si tuviera una intuición y algunas piezas, pero no supiera cómo encajarlas. En realidad, creo que sigo en ese camino; aprendiendo, interesándome por cosas y gente con las que me voy encontrando, y, sobre todo, disfrutando cada vez más del paseo. Quizás lo que ahora me ronda en la cabeza y lo que finalmente consigo plasmar en las canciones tienen bastante más que ver entre sí que antes.

El disco aparece nada menos que cuatro años después del anterior, pero algunas de sus canciones (“Pirámides”, “Algunos de nosotros”…) han ido apareciendo de forma individual en redes desde 2019. Imagino que ha sido un proceso largo de producción ¿Llegaste a plantearte funcionar a base de singles y no llevarlo todo a un álbum completo? ¿Cuándo sentiste que había un álbum que merecía la pena publicar?

Una de las cosas que me gustan de todo esto del entorno digital es la posibilidad de publicar una canción prácticamente en cuanto la terminas. Nunca he grabado un disco de Tórtel del tirón. Lo que hacía era grabar por tandas y esperarme a tener como mínimo diez canciones para publicarlas. A veces esa espera me resultaba muy tediosa

Mi intención ahora era ir compartiendo parte del proceso con adelantos, mientras íbamos grabando podíamos ir descubriendo canciones y me gustaba la idea.  Pero la cosa se alargó por el tema pandémico, y también porque nos lo hemos tomado con especial calma. Al trabajar en casa tratas de equilibrar la falta de material o de habilidades profesionales, con tiempo para probar. Ha habido bastante de eso: prueba-error.

 

Algunas de esas canciones que iban apareciendo como singles no han acabado en el disco. Pienso en “El puño invisible” y “Probablemente no”, que me parece curioso que no se integren en Calavera Suave, puesto que su sonido me parece perfectamente encuadrable en el conjunto, pero imagino que habrá algún motivo para dejarlas fuera…

Queríamos publicar en físico, y el vinilo tiene una posibilidad de almacenamiento limitado, hubo un momento en el que nos juntamos con bastante material y hubo que descartar. Estas dos canciones (“El puño invisible” y “Probablemente no”), al fin y al cabo, ya se habían publicado, y aunque es cierto que perfectamente podían encajar en el conjunto, dimos prioridad a que hubiera canciones nuevas. Además, a mí se me quedaban un poco fuera del ánimo que quería transmitir en Calavera suave.

Por supuesto, entiendo que uno de los factores más determinantes en la creación tanto de Las Tres Tormentas como de Calavera Suave es tu colaboración con fffflashback (Jesús Maciá) ¿Puede decirse que a día de hoy él es medio Tórtel?

Jesús entró un poco en mitad del proceso de grabación de Las tres tormentas, que es un disco bastante particular porque tiene canciones producidas por Alberto Rodilla (Al Pagoda) y otras por Abel Hernández (El Hijo). Aún así encontró mucho espacio y estuvo muy creativo en las canciones en las que participó, no solo en la composición de arreglos, también en el diseño de sonido, cuestiones de mezcla y demás. Desde luego, Calavera suave es un disco que siento que es tan mío como suyo. Es una suerte para mí poder hacer canciones junto a él y, por supuesto, trabajar juntos en la producción para otros artistas

Al hilo de esto último que dices, algo que también me parece súper remarcable en los últimos tiempos de tu trayectoria son tus colaboraciones con músicas y músicos muy jóvenes. Hablo de Luna Valle, a la cual también ayudas en labores de producción, Clara Viñals (Renaldo & Clara) o Queidem. Hay quien podría, maliciosamente (y conste que no es mi caso), pensar que para alguien de una generación, digamos, madura, juntarse con la chavalada es una forma de algo así como “dárselas de moderno”. ¿Tú qué le dirías?

Bueno, esos son solo algunos de los colaboradores porque también están Abel Hernández, Cayo Bellveser o Joaquín Pascual… que no son tan jóvenes, aunque sí frescos. Creo que en este disco entre el colaborador más mayor y la más joven hay casi cuarenta años de diferencia. No ha sido nada premeditado por mi parte. Una de las cosas que más me gustan cuando hago música es compartirla con amigos, ver qué pueden aportar a mis canciones y pasar un rato agradable juntos. Algunos de estos amigos tienen más edad y otros menos. No tengo ninguna estrategia para ver si logro rejuvenecer mi carrera, o si me consolido en el nicho (nunca mejor dicho) del señor mayor. Desde mi punto de vista, lo de la edad es algo circunstancial, la juventud es pasajera, y yo me siento mucho más creativo y desprejuiciado ahora que cuando tenía dieciocho y sacaba discos con Ciudadano López. No todo lo joven es nuevo y radiante, ni tampoco todo lo viejo está lleno de experiencia y saber hacer.

 

Me ha llamado la atención algo que te he leído u oído decir: que Calavera Suave parte de una especie de nostalgia futura. Una que imagina que lo que está por llegar, es todavía mejor que lo que ya ocurrió. Me encantaría que desarrollaras un poco la idea. 

Me parece que la nostalgia está llena de fantasías acerca del pasado, y estas marcan lo que somos ahora, pero también cómo nos proyectamos hacia el futuro. Al final todo está recorrido por una especie de promesa. Creo que es un buen motor pensar que ahora mismo tienes la oportunidad de hacer algo que sea tan importante como para querer recordarlo siempre. 

Al hilo de lo anterior ¿Cómo contemplas ahora tu pasado? Tus inicios con Ciudadano, tus aventuras con Maderita y Coleccionistas, incluso los primeros trabajos de Tórtel, como el muy recuperable Entusiasmo ¿Cómo ves ahora todo aquello? ¿Alguna vez sientes deseos de recuperarlo, por ejemplo, juntándote con tus antiguos compañeros o dedicándole un concierto a un disco concreto?

Uf, la verdad es que entre unas cosas y otras he hecho bastantes discos, sí. Nunca vuelvo a escuchar uno de los discos que he grabado hasta que no pasa mucho tiempo y consigo la suficiente distancia. Y mi sensación es más o menos parecida ya sea con Ciudadano, Maderita, Coleccionistas o Tórtel. En esos discos veo muchas cosas descuidadas, algunas rematadamente mal, pero todos son muy honestos y reflejan muy bien cómo era yo y hasta dónde podía llegar en aquel momento. Creo que esa sensación de escuchar grabaciones del pasado es especialmente intensa para quien que canta (y escucha una voz en la que no siempre se reconoce) y escribe las letras (que en mi caso me transportan al momento exacto en el que yo era capaz de escribir algo así).

En cuanto a recuperar alguno de esos proyectos creo que lo que más sentido tendría es hacer algún concierto con Ciudadano, es una aventura lo suficientemente adolescente y lejana como para recuperarla justo ahora. Sería un bonito disparate.

 

Hablemos del artwork del disco, que me parece una maravilla. Es responsabilidad de la artista Marina Iglesias e ilustra tanto el álbum como todos los singles que han ido apareciendo desde 2019 ¿Qué puedes contarnos de este proceso?

Me encanta el arte de Marina Iglesias y creo que conecta a la perfección con este disco donde hemos sampleado tanto. Fue genial que quisiera colaborar con nosotros para poner imagen a estas canciones. Marina toma el imaginario de otros artistas para elaborarlo de nuevo, aportarle otro contexto, y así darle otro alcance a través de la acumulación de significados y referencias, y, por supuesto, gracias también a su propia personalidad. Me parece fascinante esa manera de crear algo tan suyo.

Y respecto a lo que comentaba antes sobre cómo se entiende la nostalgia en este disco, creo que también conecta con el arte de Marina ya que su obra funciona como ‘’un lugar de memoria’’ donde imágenes del pasado se recopilan, con la intención, eso sí, de convertirlas en un lugar nuevo.

Para acabar, aunque suene a cachondeo, otro topicazo: ¿Para cuándo una presentación en directo del disco?

La idea era dejar respirar un poco el disco, que la gente pudiera ir descubriéndolo, y por nuestra parte ir viendo qué opciones iban apareciendo para presentarlo en directo. Ahora no tenemos ninguna agencia detrás y sabíamos que la parte más complicada de la autogestión, sin duda, iba a ser el booking. Además, así como cada vez disfruto más las grabaciones, siento que se me hace más cuesta arriba salir a tocar. Por una parte, tocar me encanta, y por otra, a veces es una situación que me desborda un poco. Supongo que, en ese sentido, la precariedad a la que nos enfrentamos proyectos como el nuestro hace que uno nunca pueda llegar a estar centrado y a gusto a la hora de girar.

En cualquier caso, vamos a preparar con mimo un set sencillo, y tenemos algunas propuestas que nos motivan mucho como: Valencia, donde en marzo haremos dos fechas en el acogedor Centro Excursionista, Madrid a finales de febrero (con la compañía de El Hijo y Peakmood, que nos encantan), Castellón, en el maravilloso Teatre del Raval, y en Almassora, dentro del precioso ciclo Alamssonora, donde tocaremos con nuestra amiga Luna Valle.

Junto a estas fechas hay otras cosas que aún no están confirmadas pero que pintan muy bien. Ojalá, gracias a estos conciertos. podamos encontrarnos otra vez con amigos que hace tiempo no vemos, o conocer nuevos. Eso es de las mejores cosas que tiene salir a tocar.

Escucha ‘Calavera suave’ de Tórtel

Foto Tórtel: Pau Roca

 

Deja una respuesta

WP-Backgrounds Lite by InoPlugs Web Design and Juwelier Schönmann 1010 Wien