Entrevistamos a Antònia Font, que publican ‘Un minut estroboscópica’

Tras más de quince años de ascendente trayectoria, los mallorquines Antònia Font anunciaron en 2013 un parón indefinido que dejaba huérfanos a sus seguidores del pop imaginativo, iconoclasta e inimitable que solo los autores de maravillas como Batiskafo Katiuscas (2006) o Alegria (2002) son capaces de alumbrar. Afortunadamente, hace poco más de un año anunciaron su vuelta a la actividad, retorno que han materializado en 2022 con la publicación del excelente Un minut estroboscópica y el anuncio de unos cuantos conciertos de gran formato (de momento, el 11 de junio en el festival Primavera Sound, 18 de junio en Palma de Mallorca, 9 de julio en Valencia, 15 de octubre en el Palau Sant Jordi de Barcelona) que servirán para reencontrarnos con una de las bandas más marcianas, para bien, del panorama musical español.

Hablamos con Pau Debon, vocalista de la formación, para conocer más detalles de este ansiado retorno.

«Dejar Mallorca no nos lo hemos planteado nunca. La música nos la planteamos también como un estilo de vida y Antònia Font va muy ligado a Mallorca»

Empezando por el final, ¿el motivo de vuestra despedida tuvo más que ver con el cansancio creativo, el desgaste personal motivado por giras y demás o la tibia acogida que tuvo Vostè és aquí (2012), un disco que creo que no se entendió en su momento?

Más bien los dos primeros motivos. El tema de la insularidad a nosotros nos genera un desgaste mayor porque cada vez que tenemos que actuar tenemos que coger un avión y con los años pues… cada vez que te subes al escenario supone estar un día viajando y todo esto no solo desgasta físicamente sino también mentalmente y al final todo te llega a quemar. Artísticamente creo que también estábamos un poco desgastados. Llega un momento en que el grupo estaba en un momento muy bueno de público, de conciertos, pero sí que intuimos un poquito que el próximo disco no nos hacía tanta ilusión, que no estábamos al cien por cien y si no lo estás no vale la pena seguir, para ser honestos con el público y con nosotros mismos. Y antes de que llegara ese momento decidimos parar.

Respecto al disco Vostè és aquí, es cierto, no se acabó de entender. Es un disco bastante experimental en el que jugábamos un poco al límite de las posibilidades de Antònia Font. Y en directo también, visto ahora con perspectiva, porque hacíamos el disco entero de arriba abajo, sin concesiones y era un directo muy diferente y un poco complicado.

¿Os llegasteis a plantear dejar vuestra isla por esa incomodidad que comentabas?

Bueno, dejar Mallorca no nos lo hemos planteado nunca. La música nos la planteamos también como un estilo de vida y Antònia Font va muy ligado a Mallorca. Es verdad que alguna vez, tirados esperando un avión, te lo planteas, pero si dejáramos Mallorca no seríamos los mismos. El grupo tiene unas connotaciones muy mallorquinas no solo en las letras, sino en la forma de actuar, en la manera de hacer las cosas. Y nada sería igual.

 

Comentabas antes que lo dejasteis en el que seguramente fuera vuestro mejor momento comercial, pero entiendo que no sois un grupo que busque llenar pabellones, ya que cantando en vuestra lengua materna sois un grupo minoritario casi por vocación.

Evidentemente si cantas en castellano puedes llegar a más gente, pero no seríamos el mismo grupo. Cantando en lengua materna, en el dialecto que canto, que no es el catalán estándar sino mallorquín, cantamos como hablamos y es una cuestión de naturalidad. Si yo tengo que transmitir algo, que contar una historia, me va a salir mejor en la lengua que hablo habitualmente. Y esto es lo que la gente más valora. Cuando algunas bandas han cambiado de idioma muchas veces no me los creo.

Como mallorquines, ¿qué te parece que siempre se os nombre como referentes, casi padres, del nuevo pop catalán? Ni siquiera sois catalanes…

No nos hemos sentido en ningún momento padres de nada, pero cuando nos dicen cosas de estas, pensándolo un poco, en lo que sí hemos podido abrir camino es en hacer las cosas con libertad. Cantando en un dialecto reducido hemos llegado a mucha gente que habla otras lenguas y demuestra que la barrera lingüística no existe. Si haces arte y lo haces convencido de que eso está bien, que eso te gusta y que es lo que quieres presentar, eso a la gente le llega y supongo que es lo que muchos grupos han visto en nosotros. Eso y no seguir tampoco estilos musicales en concreto sino hacer lo que en ese momento nos venía al gusto. Si queremos hacer un reggae pues lo hacemos, o un rap o lo que sea. Hacerlo en cada momento como hemos querido sin dejar que otras movidas musicales nos afectaran mucho. Antònia Font, si ha marcado algo, ha sido ese camino de poder ser originales sin ser raros. Para nosotros lo normal es esto.

En este sentido, “Un minut estroboscópica”, vuestro último disco, me suena continuista, pero sin sonar a ninguno de los anteriores, una reinvención eterna que es marca de la casa. ¿Cuál sería el hilo conductor de la carrera de Antònia Font? ¿Podría ser tu voz?

La voz, al final… todos los grupos tienen un cantante que tiene unas peculiaridades en la voz que puede cantar mejor o peor, pero al final la voz es lo que es. Yo creo que Antònia Font, lo que ha marcado con los años, es que en cada disco hemos dado un paso más, un poco de sorpresa, donde la gente no se espera por dónde vamos a salir y somos libres de hacer lo que sea. Creo que los seguidores del grupo es lo que buscan, que les sorprendamos.

 

De hecho, vuestra trayectoria es curiosa en el sentido de que a nivel musical, lírico e incluso interpretativo y de producción, ha ido refinándose, con un discurso cada vez más complejo y profundo y vuestro público ha ido creciendo en paralelo a este proceso, cuando suele ser al revés. ¿Estás de acuerdo con esta apreciación?

Sí, nos pasa esto, es curioso. También que tenemos un rango de edad muy amplio, donde cabe mucha gente. Nos escucha gente mayor pero también pueden hacerlo sus hijos.

De cara a los conciertos, ¿qué nos puedes desvelar del setlist? Supongo que el último disco caerá al completo. ¿Os iréis a las dos horas y media que duró vuestro concierto de despedida?

Van a ser conciertos largos. No sé si nos iremos a las dos horas y media pero más de dos horas seguro. Y sí, habrá una representación grande del nuevo disco. Siempre hemos defendido el último disco en todas las giras. Es lo último que has hecho y siempre vamos convencidos de que está a la altura del repertorio anterior y esta vez no va a ser diferente. Aunque claro, al final queda un poco diluido. El disco tiene diez canciones, vamos a tocar seis o siete y claro, entre cuarenta que tocamos se diluye un poco.

¿Cuál es el concierto más grande que habéis dado a nivel de público? Ahora tenéis fecha anunciada en el Palau Sant Jordi de Barcelona y no sé si como artistas únicos o cabezas de cartel será lo más grande que hagáis.

Hasta ahora no sé, hemos tocado delante de mucha gente pero eran conciertos contra la guerra o cosas así. Como conciertos únicos nuestros, en los últimos en el teatro principal de Palma llenamos tres días y se quedó mucha gente fuera. En el Liceo de Barcelona también llenamos, pero no cabe tanta gente. No sé, no sabría decirte.

¿Esperabais tanta expectación en vuestro retorno? La lona en Rambla Catalunya supongo que sería algo con lo que no soñabais cuando empezasteis hace ya más de dos décadas.

Nos ha pillado de sorpresa que después de ocho o nueve años nos pidieran tanto volver. Y cuando surgió la idea de volver a hacer algo no fue la razón principal, pero estaba ahí. Saber que hay mucha gente que nos esperaba evidentemente es un aliciente.

 

Sacando disco nuevo, además, y no uno de trámite o un grandes éxitos sino uno con toda la entidad de Antònia Font.

Había muchas maneras de volver. Podíamos haberlo hecho sin disco y haber tenido conciertos con mucha gente, pero con la carrera que habíamos llevado hasta entonces creíamos que lo suyo era sacar un disco y que fuera como todos los anteriores, convencidos de que era el disco que teníamos que sacar y hasta que no estuviera perfecto para nuestros oídos no sacarlo, como hemos hecho siempre. Y esto es lo que la gente ha recibido y le ha gustado.

¿Está ya decidido que serán un puñado de conciertos grandes y luego se acabó? ¿O hay posibilidad de una vuelta sine die?

No lo sé, ni lo hemos pensado, la verdad. Esto salió hace dos años y quién sabe qué va a pasar ahora. Igual terminamos quemados con esta tanda de conciertos o igual nos quedan ganas de hacer algo más. Hemos estado parados ocho años y para volver nos ha costado ponernos de acuerdo. Piensa que cada uno tenía su vida montada y volver a poner en pie este grupo no es fácil y encontrar una fórmula con la que todos los componentes del grupo estuviéramos cómodos pues ha sido un poco complicado. Y cuando termine esto, pues ya veremos hasta qué punto tenemos que volver a airear la fórmula, seguimos con la misma o lo dejamos aquí.

Foto: Tarek Serraj

 

 

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