Last days of April – Razzmatazz 3 (Barcelona)

Con la tensión instrumental de los teclados tras los que Hermansson ambientaba el interludio de “At the most beautiful”, Karl Larsson, siempre detrás de esa sincera sonrisa que le caracteriza, pidió de manera tímida silencio para que aquel momento tuviera la ambientación que merecía. Gracias. Durante el último tercio del concierto las últimas filas habían adoptado la mala costumbre y desgraciadamente habitual de ponerse a hablar dejando de lado lo que pasa en el escenario. Poco a poco Lars Tabersman, Andreas Förnell y Oskar Ekman volvieron a ocupar el escenario para rematar el último corte de Ascend to stars y el concierto.

¿Por qué se pone la gente a hablar en medio de las canciones haciendo, a veces, que se les oiga más a ellos que a la música? La verdad es que no lo entiendo. Cuando una canción es íntima, suave, profunda el murmullo de fondo lo echa todo a perder. Creo que es algo a reflexionar, pero siendo realista en el concierto de Last days of April pudimos ver las dos caras de la moneda; las primeras filas se dejaron absorber por las melodías de los suecos desde la primera hasta la última canción. No todo iban a ser malas noticias.

Los escandinavos visitaron Barcelona para presentar su último disco If you lose it, que supone una continuación, quizás más templada, a la línea trazada en Ascend to stars. Abrieron con “Live the end” ejecutada al estilo de los mejores himnos pop y que es uno de los mejores temas de su último disco. Siguieron “Been here all the time” y “It’s on everything”.

Aún viniendo de Suecia Last days of april desarrollan canciones tremendamente cálidas, que suenan próximas y que, con la voz de Larsson mucho más nítida que en anteriores ocasiones, ambientan su directo con universos pop, cercanos y sinceros.

De manera oficial Last days of april lo forman Karl Larsson y Andreas Förnell, pero es Larsson, pese a su apariencia endeble, el que lleva el peso del grupo, el compositor, el que desde la primera canción se mete al público en el bolsillo con su amabilidad, su sincera sonrisa y con su manera de interpretar, como cuando llegó el momento “Angel youth” o “All will break” donde el público asistente vibró de manera especial.

Aunque el último tercio del concierto fue irregular, la actuación de Last days of April no decepcionó a los pocos que fuimos al Razz 3, una sala, que pese a la calidez que proporciona sus reducidas dimensiones, debería mejorar la triste iluminación estática del escenario. Sin duda la mejor opción para el jueves noche. Probablemente seamos más de 150 la próxima vez.

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