Sonorama Ribera (Desde el punto de vista de una persona con esclerosis múltiple)

Era domingo, el último día de festival, estaba anocheciendo mientras Dani Fernández daba uno de los conciertos que este año estaban programados para ser accesibles para todos los asistentes del Sonorama 2022. En primera fila de la zona adaptada para personas con discapacidad estaba Andrea disfrutando del concierto, su silla de ruedas no era impedimento para que bailase y lo diese todo, tanto que durante un instante mágico, una sincera sonrisa de felicidad se escapó de su boca y ese gesto hizo que merezca la pena que Sonorama cumpla 25 años.

Y es que desde el año pasado, tanto Sonorama como la Fundación Music For All se han propuesto que el festival que se celebra en Aranda de Duero sea más accesible y para que se produzca, un equipo compuesto por cuatro intérpretes LSE, dos subtituladores de Aransbur, un audiodescriptora y su técnico junto con los 2 técnicos de accesibilidad de Fundación Music for All que llevan a cabo las siguientes medidas de accesibilidad:

-Audiodescripción.

-Sistema individual de bucle magnético para personas con discapacidad auditiva.

-Mochilas vibratorias para las personas con discapacidad auditiva.

-Pantalla LED exterior P5 para subtitulados y signoguías.

-Interpretación de los conciertos en Lengua de Signos Española.

-Balizas de guiado.

-Subtitulado en directo.

-Acceso a las letras y setlists de los conciertos accesibles.

-Acceso al Parking para Personas con Movilidad Reducida.

Todo eso para que las sonrisas como las de Andrea se multipliquen y cada edición más personas puedan disfrutar de la música en directo y ser felices durante los días que dura el festival. Sin embargo, como a continuación comentaré hay situaciones y momentos que hacen inalcanzable que puedas ver y hacer todo lo que quieres, algo que cuando eres una persona con discapacidad tienes muy presente.

La vigésimo quinta edición del festival empezaba este año el miércoles en el nuevo recinto con la tradicional fiesta de disfraces y conciertos. Debido a las tormentas, la falta de autobuses y mi fatiga crónica, decidí quedarme en el pueblo y así reservar fuerzas para los siguientes días mientras disfrutaba en los bares de la conversación y las pinchadas de los amigos.

El jueves por la mañana se inauguraba la Pool Party, en el antiguo recinto donde se celebraron anteriores ediciones del Sonorama por la noche, ahora pasa a un pequeño parque acuático donde pasar mejor esos momentos de calor que se están haciendo cada vez más frecuentes en Aranda durante las fechas de este evento. Una buena oportunidad para ver a Veneno, Give Me Veneno en acción y aunque no sea su hora habitual pusieron a bailar a los asistentes. Tendremos que seguir los pasos de Jose Terri, uno de los miembros de este colectivo de DJs, que anuncia nuevo proyecto musical.

Ya por la tarde-noche era el momento para disfrutar y rendir tributo en el Escenario 25 Aniversario de los conciertos de los grupos que estuvieron en la primera edición del Sonorama:
El primero en salir al escenario fue Chucho, con un Fernando Alfaro lesionado en una mano que llevaba vendada y que le impedía tocar la guitarra aunque no tuvo ningún problema en dar un emocionante concierto. Continuaron Mercromina, la banda albaceteña volvía a unirse para dar otro electrizante concierto en Aranda. Y por último era el momento para los asturianos Doctor Explosion, la banda más divertida de las tres y la que más tiempo llevaba sin tocar en este festival.





Esos tres conciertos sirvieron para darnos cuenta de la evolución del concepto festival en este país; desde aquellos tiempos ahora tan lejanos donde se reunieron unos centenares durante un solo día a un evento que reúne a varios miles de personas durante cinco.

Uno de los puntos a mejorar para próximas ediciones es la adaptación de los escenarios más pequeños del recinto que este año se compensó con el buen hacer de los trabajadores que estaban por allí y te preguntaban amablemente si necesitabas cualquier cosa y que no dudases en pedirlo.

El calor del viernes hizo imposible que pudiese salir de la habitación de hotel hasta que anocheciese y es algo que tienes que tener en cuenta con la esclerosis múltiple, que aunque quieras hacer cosas, hay veces que son irrealizables y lo tienes que aceptar.

Lo primero que pude hacer ese día fue coger el auto-bus y llegar al recinto a la hora de Emir Kusturica and The NoSmoking Orchestra, la banda del director de cine de Sarajevo, que como él dijo tras veintimuchos años en activo solamente han sacado dos discos (sin contar bandas sonoras y recopilatorios), aunque no han parado de girar alrededor del mundo en todos este tiempo. A diferencia de otros tours, en este concierto y en esta gira la participación de Kusturica en el show de la banda ha aumentado, no se limita sólo a tocar la guitarra, canta, interactúa con el público y lidera la orquesta.

Justo después era el momento de Mikel Erentxun y durante este concierto fue la primera vez que me encontré con Andrea, estaba en primera fila de la zona adaptada, me fije en ella porque estaba feliz con su cuidadora, les pedí permiso para hacerles una foto y me lo dieron. Andrea tiene un 93% de discapacidad pero como me dice Rocío, su madre, ha vivido el festival con mucha emoción y es que con las medidas adecuadas, queda claro que ninguna discapacidad impide a ninguna persona disfrutar de la música en directo.

Aunque fuese ya de noche, seguía haciendo calor y decidí volver al hotel porque el cansancio ya estaba haciendo mella en mi cuerpo. Me hubiese gustado ver más actuaciones pero solamente tenía energía para ver un poco de la sesión de Don Fluor e Isaac F. Corrales antes de coger el auto bus de vuelta al pueblo y descansar en la habitación del hotel.

El sábado era el día grande y se notaba desde bien temprano en las calles de Aranda que estaban abarrotadas. Cosmen inauguraba la jornada en la Plaza de la Sal presentando su nuevo disco en formato trío. El cambio de tiempo me permitió estar un poco más por el pueblo y poder comer el tradicional lechazo, esta vez a baja temperatura, como lo hacen en Cumpanis, este restaurante ha sido mi gran descubrimiento gastronómico de este año en Aranda y totalmente recomendable para volver a ir. Porque esto también es un hecho diferencial de Sonorama, el poder disfrutar de comer bien y beber mejor mientras disfrutas de conciertos y otras actuaciones. Justo después de comer, llega el aviso a la aplicación del festival de que debido al viento la apertura del recinto se retrasaba una hora.

El acceso al recinto este día se hacia difícil para las personas con movilidad reducida; mucha más gente y ningún camino adaptado dificultaban la llegada a las zonas adaptadas para personas con discapacidad. Y aquí también entran en juego la responsabilidad y la educación de los asistentes. Entiendo que seas muy fan de un grupo de música pero lo que no es comprensible es que impidas el movimiento de personas con movilidad reducida, te subas en las rampas de acceso a las zonas adaptadas a las personas con discapacidad, ocupes el espacio reservado en dichas zonas cuando no sufres discapacidad ni estás acompañando a ninguna persona con discapacidad o te cueles para usar el WC adaptado y dejes esperando a dos personas que iban en silla de ruedas. Todas esas cosas ocurrieron el sábado e hicieron que me tuviera que ir durante el concierto de C. Tangana porque no podía aguantar más. Entiendo que para próximas ediciones, Sonorama mejorará las condiciones para que no se repitan estos problemas pero de poco sirve si los asistentes del festival no tomamos conciencia de que hay más gente que quiere disfrutar y que si tu diversión se basa en joder a los demás, un festival de música no es el sitio al que debes ir.

Última jornada ya las fuerzas flaquean, bajar a desayunar cuesta y las piernas ya no responden igual. Así que raciono los esfuerzos que voy a hacer durante el día más que lo que haces en días anteriores y aun así no puedo disfrutar de actuaciones de las que tenía planeadas y donde había quedado con gente como me pasó con Julio Ruiz en la Plaza de la Sal.

Fui para el recinto y justo empezaba el show de Daniel Fez en el Escenario Comedia, un momento divertido en un escenario que cada edición se va haciendo más importante en la programación del festival. Mientras me dirigía a las zonas adaptadas, hice un descanso para ver a Molina Molina en formato dúo en el Escenario 25 Aniversario, una propuesta interesante que merece que le prestemos un poco de atención.

Llegué a la zona adaptada, me senté para descansar un poco y ocurrió el momento del festival, allí estaba Andrea con su acompañante, disfrutando al máximo del concierto de Dani Fernández, un momento tan bello que no pude sacar la cámara y hacer fotos porque estaba tan emocionado que no podía ni hablar sin que se me escaparán las lagrimas de la emoción. Ese momento vale todo el esfuerzo y sacrificios de un festival, esos son los momentos que hacen de éste un festival diferente, porque se esfuerzan en que ocurran.

Poco más podía hacer después de esto y tras el concierto de Loquillo decidí que ya era suficiente Sonorama por esta edición si quiero llegar a ver las próximos 25 años del festival arandino.

Solamente me queda agradecer a todos sus responsables y trabajadores haberme permitido disfrutar de mi festival preferido otro año más y que por unos días mi enfermedad no sea lo más importante que recorre mi mente.

Fotos: Toni Delong

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