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Un Pingüino en Mi Ascensor (Sala Nazca) Madrid 04/03/23

Ya asomó en la anterior crónica de Un Pingüino en mi Ascensor: El Balneario (1988) es una de esas perlas escondidas en las aguas del pop español que mereció sin duda el festín de dos horas ofrecido por José Luis Moro, Mario Gil y Steve Jobs en la madrileña sala Nazca el sábado pasado, celebrando así los veloces treinta y cinco años de su publicación ante una entregada y abarrotada sala.

“Bienvenidos, hijos del Nasal Pop”, fue una de tantas y competentes boutades generacionales dando paso enseguida a “Tú me Induces al Mal” para destapar un repertorio tan de su tiempo que logra llegar vivo a nuestros días, tal vez por aquello de que la historia se repite, la humanidad sigue siendo la misma o Un Pingüino en Mi Ascensor tiene algo de visionario. Ahí está la homónima canción de “El Balneario”, por ejemplo, cambien el título original por La Residencia y tendremos todo un himno de lucha para cuando nos aparquen ahí. Pasemos a “Perestroika”, pocas veces el sentido del humor fue tan certero a la hora de capturar una página histórica más presente que nunca. Vayamos a “Moda y Meditación” y comprobaremos que muy pocos ya adivinaban que la imagen sería más determinante que la profundidad mística de cualquier santuario milenario… Y lo mejor, canciones todas celebradísimas por la colonia pingüina que se fundía en una sola voz para apostar por un repertorio con largo recorrido aún.

Las fichas de El Balneario iban entrelazadas con otras habituales en los directos de este atípico pingüino madrileño prologadas con avisos del estilo “Vamos a seguir tocando canciones de cuando erais pequeños”, para lanzar “Juegas con mi Corazón” o “Espiando a mi Vecina”, sus primeros e históricos sencillos, aunque también hubo tiempo y espacio para dejar de ser pequeños y recorrer Piromanía (2004), Sex, Drugs & Nasal Pop (2012), Espanta Palomas!!! (2017) y el más reciente Hace Sol y es Viernes (2022), uno de los mejores discos de Un Pingüino en Mi Ascensor, a la altura de El Balneario, pero del que solo pudimos disfrutar algún brillo tipo “Asaltar el Capitolio”.

En los compases finales del concierto, propulsados todos como un pingüino buceando en el agua gracias a todo lo cantado -hay que seguir destacando piezas como “El Poderoso Influjo de la Luna” o “He-Man y Barby” (el mundo de la publicidad no sería lo mismo sin Un Pingüino en Mi Ascensor y viceversa)-, llegó el momento de la despedida por todo lo alto y en plena locura de bises al abordar “En la Variedad Está la Diversión”, adelantándose décadas al hablar de sexo fluido, no binario, poliamor, anarquismo relacional, orientaciones no normativas y lo demás.

Después de Barcelona y Madrid, el mini tour por el 35 aniversario de El Balneario tendrá una nueva parada en la capital, será el 31 de marzo en la sala Galileo Galilei con una terrible duda a la hora de escoger qué artista de nasal pop ir a ver ya que Eros Ramazzotti ha decidido contraprogramar en el WiZink Center. No duden. 

José Luis Moro: Voz y teclados en las partes fáciles.

Mario Gil: Programaciones, teclados en las partes difíciles, guitarra y coros.

Steve Jobs: Batería y bajo.

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