Brian Eno anuncia Reflection nuevo trabajo que se publicará en enero
Brian Eno anuncia un nuevo álbum para el próximo 1 de enero de 2017, fecha en la que llega Reflection.
Según sus propias palabras: «Reflection es el último trabajo de una larga serie, que dio comienzo discográficamente con Secret Music en 1975 (¿o empezó con el primer disco de Fripp & Eno en 1973? ¿O tal vez con la primera pieza original de música que compuse, en 1965 en Ipswich Art School – grabaciones de una lámpara metálica ralentizadas y superpuestas?)
En cualquier caso, es la música que más adelante llamé ‘Ambient’. Creo que ya no comprendo el significado que se le ha acabado dando al término – parece que se ha hinchado para hacerle hueco a compañeros inesperados – pero aún lo uso para distinguirlo de composiciones musicales que tienen una duración fija y tienen elementos rítmicos y conectados entre sí.
La genealogía de este trabajo incluye Thursday Afternoon, Neroli (cuyo subtítulo es Thinking Music IV) y LUX. He hecho mucha ‘música para pensar’ pero la mayoría no la he compartido. Ahora me doy cuenta de que la gente ha estado usando algunos de estos discos de la manera en la que los uso yo – como espacios para provocar el pensamiento – así que me siento más inclinado a hacerlos públicos.
Piezas como esta tienen otro nombre. Son GENERATIVAS. Con esto me refiero a que se hacen a sí mismas. Mi trabajo como compositor es plantear una serie de sonidos y frases, y luego establecer algunas variables que determinan qué pasa con ellos. Después pongo todo el sistema en marcha y veo qué sale de ahí, ajustando los sonidos y las frases y las normas hasta que consigo algo con lo que esté satisfecho. Ya que estas variables son de probabilidad (distintas operaciones a las que se aplican parámetros de tiempo) estas piezas de despliegan de manera diferente cada vez que se activan. Lo que tenemos aquí es la grabación de uno de estos despliegues.
Reflection se llama así porque me hace pensar hacia atrás. Me hace repensar las cosas. Parece crear un espacio psicológico que propicia la conversación interna. Y también la externa – la gente parece disfrutarlo como sonido de fondo de sus conversaciones. Cuando hago una pieza como ésta lo que más tiempo me lleva es escucharla durante largos periodos de tiempo – a veces varios días seguidos – observando lo que hace en distintas situaciones, fijándome en lo que me hace sentir. Anoto mis observaciones y entonces cambio las normas. Ya que todo en las piezas es fruto de la probabilidad y dado que las probabilidades se apilan unas sobre otras, puede llevar mucho tiempo hacerse a la idea de todas las variaciones que pueden suceder en la pieza. Una regla puede dictar que una nota de cada cien suba 5 semitonos’ y otra puede dictar que ‘ una de cada cincuenta notas suba 7 semitonos’ – Si estas dos instrucciones operan sobre el mismo flujo de datos, a veces – muy rara vez – operarán sobre la misma nota. Así que en una de cada 5000 notas (por decir algo) habrá notas que suban 12 semitonos. No sabes cuál de esas 5000 notas será. Ya que hay muchas de estas operaciones sucediendo a la vez, en flujos de datos distintos pero paralelos, el resultado es una red compleja e impredecible.
Tal vez puedas dividir a los artistas en dos categorías, los granjeros y los vaqueros. Los granjeros se establecen sobre un terreno y lo cultivan con cuidado, encontrando más y más valor en él. Los vaqueros buscan nuevos territorios y se emocionan con el mero descubrimiento, y con la libertad de estar donde pocos han estado antes. Solía pensar que mi temperamento era más el de un vaquero que el de un granjero… pero el hecho de que la serie en la que se entronca esta pieza lleve rodando más de cuatro décadas me hace pensar que hay bastante de granjero en mí.»
