Frank Carter & The Rattlesnakes + The OBGMs (Sala Shoko) Madrid 28/11/22

Continuando con los ciclos de conciertos de los chicos del Resurection Fest, denominados Route Resurrection Fest, llegaba la cita de la gira del británico Frank Carter y sus Rattelsnakes en la madrileña sala Shoko con gran parte de la partida ganada de antemano, ya que Carter y los suyos –en su relativa corta carrera– ya son conocidos de escenarios españoles, tanto en formato sala como en festivales.

Llegando por la calle Toledo lo primero que alteraba la visión habitual era un autobús de estos de gira, aparcado en uno de los laterales. Efectivamente era de Frank Carter y su troupe. Y es que los británicos no se andan con chiquitas. Entre músicos, ayudantes, técnicos y manager, eran hasta doce personas.

Pero comencemos desde el principio. Para la gira europea Frank Carter &  The Rattlesnakes se han ayudado de los canadienses, The OBGMs, que llevaban sin visitar España desde el 2018. El cuarteto se encarga de avisar en todos sus shows de que ellos no son The Bad Brains, a pesar de que se les suele denominar como “afro-punk”. Y claro si te dicen que no pienses en un elefante rosa, tú piensas en un elefante rosa. Así que un servidor se pasó la actuación recordando a los Bad Brains, cabezota que es uno.

Recurriendo a comparaciones vagas o no, el caso es que tengo la sensación de que The OBGMs perdieron una ocasión única de mostrar gran parte de su solvente cancionero ante más de 600 personas, primando el espectáculo sobre el repertorio. Y es que el frontman Densil McFarlane estuvo casi más tiempo fuera del escenario que dentro. Todo muy resultón y divertido, para qué engañarnos. Sin embargo, si solo tienes media hora de set; pues no sé; tócate algo más de música. En cualquier caso, la gente se lo pasó bien con las ocurrencias de Densil, sus idas y venidas y sus invitaciones constantes al pogo y al circle pit y quién soy yo para discutir al pueblo del rock.

Llegaba la hora esperada de Frank Carter & The Rattlesnakes con una sala prácticamente abarrotada y con algo novedoso – al menos para mí – en Shoko, un foso entre el escenario y el público construido con vallas anti-avalanchas, por exigencias de la propia banda. La enérgica y “machante” “My Town” fue la escogida para comenzar con esa línea de bajo apabullante y un Frank Carter ya fuera de sí desde el primer minuto. Nada mejor que enlazarla con otro de sus infalibles hits; “Rat Race” con una banda en estado de gracia.

No hubo que esperar mucho para que Frank Carter la liara y se metiera entre el respetable con la ayuda del asistente de escenario que dicho sea de paso, el hombre está en todo. “Tyrant Lizard King” fue cantada en gran parte desde la pista para alegría y desenfreno de los fans más entregados.

El bajo como protagonista del comienzo de la segunda batería de canciones anunciaba una bailonga “Cobra Queen” para conectarla de manera magistral con esa suerte de “pijo-punk-rap” que es; “Go Get a Tatoo”, grabada originariamente a medias con el inclasificable cantante británico Lynks. Ecos de su anterior banda – Gallows – y por tanto su vena más hardcore nos visitaban también con “Juggernaut”.

La canción de la polémica en la sala sería “Wild Flowers”, al hacer Frank Carter que los hombres se pusieran en los lados de la pista, para dejar solo a mujeres haciendo el “circle pit”, pogo, o como lo queráis llamar, haciendo de este espacio (en palabras del propio Carter) un lugar seguro para mujeres y únicamente para su uso y disfrute. Algo que no fue muy bien acogido por un par de energúmenos que no solo hicieron caso omiso, también se metieron a provocar en el centro del pogo. Con lo que el cantante no dudo en parar la música y lanzarse a echarlos del baile.

Arreglado el incidente, con la ayuda del personal de seguridad del foso, la historia de la vampira más marchosa del Reino Unido, contada en el tema “Kitty Sucker”, se adueñó de Shoko para llevar el concierto a uno de sus puntos más álgidos. Ya era difícil superarse, pero después del único momento tranquilo de la actuación encarnado en “Love Games”, volvieron a hacerlo y terminaron con tres trallazos como: “Devil Inside Me”, “Lullaby” y “Original Sin”.

Ya en los obligados bises para los que no hubo ni que pedirlos, la brutal “The Drugs” comandó otro ciclo de temas para que la gente se fuera calentita a casa, terminando con “Crowbar”.

Concierto redondo de Frank Carter & The Rattlesnakes, que han ganado por derecho propio en apenas siete años, un lugar privilegiado en toda Europa y Estados Unidos a base de haber dado una vuelta de tuerca a géneros a menudo tan anquilosados como el punk y el hardcore. Enormes.

Más fotos de Frank Carter & The Rattlesnakes + The OBGMs (Fernando del Río)

 

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