Libro: Temporada de Brujas. El Libro del Rock Gótico (Contra)

Como bien apunta Ana Curra en el prólogo de esta fantasía llamada Temporada de Brujas. El Libro del Rock Gótico de Cathi Unsworth (Contra), en España no éramos góticos, éramos siniestros. Muchas ciudades de nuestro país acogían míticas salas a las que muchos acudíamos en peregrinación y de negro riguroso, para compartir pasiones por muchos de los artistas que pasan por estas casi 600 páginas. La música oscura había ido calando aquí a la par que Alaska y los Pegamoides, Parálisis Permanente, Gabinete Caligari, Décima Víctima, Los Monagillosh, Agrimensor K y demás, y terminó de hacerse popular gracias a ese prodigio llamado La Edad de Oro dirigido por Paloma Chamorro entre 1983 y 1985 por donde pasaron muchos de sus totems.

La subcultura gótica surgió a finales de los 70 y principios de los 80 en Gran Bretaña, como una una rama retorcida que brotaba del post-punk y cuyo sonido tomaba un giro decididamente más tétrico, que a su vez terminó teniendo buen número de variantes. Lo gótico era más un estado de ánimo que al igual que otros fenómenos disruptivos como pudo ser el punk, aislaba a los jóvenes del momento que les había tocado vivir y el pesimismo imperante. Se citan en la obra la agitación política y social del momento, la precariedad que llegó junto al ultra liberalismo de Thatcher, las huelgas, las truculentas historias del Destripador de Yorkshire, hasta que todo ello terminó de fundirse y una serie de bandas emergieron con una teatralidad inquietante y un poder dramático en su música que conmovió artística y visualmente al personal.

A ello se unía una estética inspirada en fuentes como la literatura gótica del siglo XIX y el cine de terror más clásico. Como la propia Unsworth afirma en el libro “Ser gótica era una forma de resistencia», una manera de distinguirte de la aburrida mayoría y de socializar y empatizar con otros que se sentían como tú, algo extrapolable a cualquiera de las tribus urbanas, ya saben, aunque en este caso con mejor look.

El libro, genialmente documentado y escrito, es un apasionante recorrido que compacta todo ello y hace parada no solo por todas esas bandas que parieron y conformaron un movimiento que aún sigue dando sus coletazos, sino que tiene un interesante contrapunto en varios «padrinos y madrinas góticas» que la autora cita como referencias previas. De Edgar Allan Poe o Mary Shelley, a Jim Morrison, Aleister Crowley, Nico, Tura Satana, Vampira, Link Wray, Johnny Cash o Billy Holiday.

No faltan a la cita Joy Division, Magazine, Siouxsie & The Banshees, ni The Cure (Robert Smith siempre ha renegado de esta etiqueta, aunque el cofundador del grupo Lol Tolhurst acaba de anunciar su segundo libro de nombre Goth-A History y de trazas -pensamos- similares a este). Como tampoco, The Sisters Of Mercy, The Cult, Echo & The Bunnymen o New Model Army. Y aunque la mayor parte de músicos referenciados son ingleses, no se olvida de los escoceses Cocteau Twins, las distintas aventuras del australiano Nick Cave, sus paisanos Crime & The City Solution, el psychobilly dark de los americanos The Cramps, el embrujo de Diamanda Galás o el blues pantanoso de The Gun Club, entre otros.

Un tono ágil que combina biografías, con eventos de pasado y presente, termina de dar forma a un relato que quedará en nuestras estanterías como manuscrito de referencia al que volver una y otra vez.

Puedes comprar Temporada de Brujas. El Libro del Rock Gótico de Cathi Unsworth (Contra) en la web de su editorial.

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