Mayo del 68: la banda sonora de un simulacro

Entre mayo y junio de 1968 se recreó uno de los marcos en los que representar una ficción tan liberadora como de resonancias utópicas. Las calles de Francia, pero sobretodo las de París, era un hervidero, un clamor popular que perseguía cambiar la sociedad desde dentro. La gente se apropió del espacio callejero, primero, para después tensar la dialéctica para una (re)apropiación del tiempo total, la existencia, y el consumo, bajo consignas del tipo “La imaginación al poder”. Se ensayó la manera de abatir las viejas convicciones, de romper con las ataduras de un pasado escrito por las rancias costumbres burguesas en ese momento perpetuadas por Charles de Gaulle. Ese Mayo del 68 fue, para Guy Debord y su La Internacional Situacionista, la fecha clave en la que la juventud se convirtió en experta en demoliciones de sociedades del espectáculo, aunque según historiadores de contrastada solvencia como Tony Judt, tras aquel fulgor transgresor se escondía un latido libertario de derechas que el propio sistema supo asumir y fagocitar convenientemente en el sí del propio sistema capitalista. La imagen velada del simulacro, como dirían posteriormente los posmodernos.

Quizás de todo aquello nos queda una mística de la rebeldía, y un registro en nuestra mirada que nos invita a pensar de que el sistema solo es posible cambiarlo si el pueblo se mantiene unido y no cae en las inexorables leyes del mercado que van dictando las hojas de ruta del individualismo y de sociedades sin ideologías.

A nivel cultural, el mayo del 68 también fue productivo. Del pop yé-yé que radiografiaba la vida adolescente con fotogénicas cantantes como Silvie Vartan o France Gall, se va introduciendo un tipo de pop más comprometido con la realidad social que se pretendía transmutar. De esta manera, el pop, se hibridaba de tal manera que recogía elementos de la música electrónica, el prog, el funk o el jazz, y se abría a un campo lírico más amplio (los discos conceptuales se pusieron de moda) para cartografíar esa realidad de contornos claroscuros en donde habitaban asesinos que esbozaban crímenes perfectos. La chanson (Serge-Gainsbourg-que-estás-en-los-cielos) se mantenía como el estilo canónico de reafirmación del artista-poeta, pero la paleta cromática extendía sus posibilidades a la experimentación mutante, el guiño a la tradición rock angloamericana, la adopción de estéticas anti-pop de vanguardia, y en definitiva, a una cosmología nueva que sigue estando de plena actualidad con el paso de los años.

Bob Stanley y Pete Wiggs (como bien saben, componentes de Saint Etienne) han sido los encargados de la selección musical de un maravilloso recopilatorio titulado “Paris In The Spring” (Ace, 2018) con temas que definen aquella insurgencia, aquel grito rabioso que quiso poner patas arriba a una sociedad dormida. Aquí les dejo algunos temas que podrán encontrar en este disco:

Janko Nilovic- “Roses And Revolvers (1973)

 

Jacques Dutronc – “La Metaphore” (1968)

 

Brigitte Fontaine – “Dommage Que Tu Sois Mort” (1968)

 

Nino Ferrer – “Looking For You” (1974)

Ystor – “Ys” (1976)

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