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Sparks – The Girl Is Crying In Her Latte (Island / Universal)

Muy emocionante fue comprobar la vitalidad de los hermanos Ron y Russell Mael en el último Primavera Sound. Lo que parece inaudito es que su propuesta musical siga estando tan vigente, algo que, por otro lado, hace que pensar sobre el statu quo de la música que se hace en la actualidad. ¿Una banda que lleva cincuenta años en su negociado y dan clases de modernidad? Es para reflexionar por lo menos.

Sparks siempre han ido a su rollo, y esto los ha llevado a ese estatus de banda de culto que muchos conocen, pero pocos han escuchado detenidamente. La expectación de su pase en directo en el festival barcelonés hace que pensar: ¿El interés por su obra en la actualidad se debe al documental sobre su obra o a su colaboración con Leos Carax? ¿Es mero esnobismo? De cualquier forma, el interés por por el dúo californiano es un buen síntoma para los que amamos el pop y los sonidos que siempre intentar subvertir los cánones establecidos.

Los autores de Kimono My House vuelven al sello Island después de décadas sin grabar en la disquera que los vio nacer, y lo hacen con un disco extraordinario, este The Girl Is Crying In Her Latte (Island / Universal, 2023) que se presentó en sociedad con un estupendo videoclip en la que aparecía la actriz Cate Blanchett, a la que conocieron en los premios César de la Academia francesa el año pasado. El tema en cuestión es el que da título al disco, y Blanchett se marca un bailoteo enfundada en un traje chaqueta de color amarillo chillón. El sentido del humor siempre forma parte del universo sparkiano.

Una gran carta de presentación para un trabajo desbordante en originalidad, y en donde las canciones se alzan sobre imbricadas texturas armónicas. “Veronica Lake” juega con las tonalidades acuosas de ambient que recuerdan a Boards Of Canada, el gusto por el glam despunta en piezas como “Nothing Is As Good As They Say It Is”, “The Mona Lisa’s Packing, Leaving Late Tonight”, o “It Doesn’t Have To Be That Way” con una letra en la que, con sorna, se ríen de la gente que vende su alma al diablo por aparentar lo que uno no es.

Los contornos al cancionero de entreguerras a lo Kurt Weill tienen en “We Go Dancing” un hit imparable (referencias hedonistas con llamadas a Kim Jong-Un, Skrillex, y Diplo), o la ampulosa “Take Me For A Ride” con arreglos orquestales en plan musical. Cierran con la preciosa “Gee, That Was Fun”, un medio tiempo que arranca sinuosa al ritmo de las notas de un piano, para luego mutar en una de esas operetas marca de la casa. Siempre fue divertido jugar en la liga de los Sparks, y esperemos que podamos seguir disfrutando de sus discos por muchos años más.

Escucha Sparks – The Girl Is Crying In Her Latte

 

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