The New Raemon, Francisco Nixon & Ricardo Vicente – Neu! Club (Madrid)

El trío ya había presentado en la Capital su disco conjunto, El problema de los tres cuerpos (Cydonia/Playas de Normandía, 2011), allá por el mes de Marzo en el Teatro Lara en una actuación algo irregular, pero en esta ocasión su nuevo paso lo justificaban su inclusión en la programación especial de despedida del Neu! Club, ese proyecto tan personal que durante un lustro ha animado la escena musical madrileña (al que se echará mucho de menos por estos lares, todo hay que decirlo) y la edición del Ep Tenéis que venir, un 7” con tres canciones inéditas, que acompaña la recién editada versión en vinilo a cargo de Marxophone (el mismo sello en el que The New Raemon publicará su cuarto trabajo en solitario a la vuelta del verano y que llevará el título de “Tinieblas, por fin”) y que los asistentes pudieron adquirir al finalizar la actuación con la dedicatoria personalizada de los tres protagonistas de la noche.
La sala Galileo Galilei guarda el encanto de los viejos clubs de jazz, con su luz tenue y mesas por doquier, en la que la mayoría de los asistentes esperaban el inicio de la actuación, pero por suerte, nada más subirse al escenario, los tres actores principales reclamaron al personal allí presente que se aproximara y todos nos dispusimos entorno a ellos para arropar desde el inicio su actuación, que como viene siendo habitual a lo largo de toda la gira de presentación de su único largo hasta la fecha, inicialmente se basó en una primera parte destinada a repasarlo íntegramente, aderezando estas composiciones con los tres temas que aunque en general ya venían formando parte del repertorio habitual y habían sido registrados previamente en las mismas sesiones de grabación que el resto, acaban de ser editados en el Ep Tenéis que venir (Marxophone, 2012), que como ya hemos comentado era uno de los dos motivos de esta nueva visita: “Esto no puede estar pasando” de The New Raemon, “Cuidado no os equivoquéis” de Francisco Nixon y No hay vida en Marte de Ricardo Vicente, un tema por cada uno de “los tres cuerpos” conforman esta segunda referencia del proyecto.

Tras esta primera parte de la actuación en conjunto, en el guión estaba previsto que cada uno de los integrantes fuese desfilando de forma individual por el escenario para interpretar algunos de sus más conocidos temas, para después cerrar la actuación con los tres miembros del proyecto sobre las tablas; así, comenzó “el desfile” Ramón Rodríguez, con “Lo bello y lo bestia” y “Sucedáneos”, para dar paso a continuación a Francisco Nixon que nos deleitó con Erasmus borrachas, Treinta y tres y una animada versión (con desenfadado baile incluido) de Inditex, para después terminar cerrando este tramo de la actuación Ricardo Vicente, quien decidió homenajear al bueno de Sergio Algora interpretando “Mi última mujer” en compañía del propio Fran, como cuando ambos comenzaron a colaborar bajo el amparo del proyecto La Costa Brava y “Reactor Nº 4”, un tema que a pesar de estar incluido en el disco El perro es mío (Siesta, 2009) de Francisco Nixon, curiosamente en este caso lo interpretó  en compañía de Ramón, a la batería y haciendo coros. Finalmente, de nuevo con los tres juntos sobre el escenario habían previsto despedir la velada interpretando “Museo Británico” de Francisco Nixon, el irónico y genial clásico de La Costa Brava “Adoro a las pijas de mi ciudad” y una particular versión de “La vida sigue igual”, conocido tema del afamado Julio Iglesias con el que trataron de insuflarnos un poco de esperanza en estos desilusionantes tiempos que corren en general.

Estaba previsto que todo se quedase en este punto, pero ante la insistencia del respetable y a pesar de no tener planificado ningún tema más, volvió a salir Ramón Rodríguez para interpretar “Te debo un baile” y esa canción que el mismo definió como “el único hit de su repertorio”: “La cafetera” y tras él volvieron a salir Fran y Vicente, para cerrar definitivamente la noche recordando otro tema de los tiempos de La Costa Brava, “El cumpleaños de Ronaldo”, editado hace ya casi una década, algo que más de uno tuvo muy presente cuando “las nuevas generaciones” de seguidores entre el público asistente decían desconocer aquel “famoso” cumpleaños que pone título a la canción que supuso el definitivo punto y final para una agradable noche de viernes en la que estos tres grandes “trovadores de lo cotidiano” dieron buena muestra de su buen saber hacer en 25 “lecciones”.

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