!!! – La Riviera (Madrid)

Creo que hacía tiempo que la mítica Riviera madrileña no vivía una noche de explosión de sonido, intensidad, y derroche de energía cada vez más electrónica y menos punk como la que mostraron el lunes los californianos !!! (chk, chk, chk).

Una velada que comenzó en torno a las nueves menos cuarto de la tarde con los sonidos aún más sintéticos de los madrileños Edredón, que durante casi una hora (en la que no dio tiempo de que sonasen más de cuatro temas) fueron dando la bienvenida al público que con cuentagotas fue llegando hasta casi completar el aforo de la amplia sala.

Así que una vez estaba todo el mundo preparado, y sin tiempo para más distracciones, salieron como si de un vendaval se tratase Nic Offer y los suyos, para sin contemplaciones arrasar con todo a base de sonidos mucho más crudos y metálicos de lo que un servidor se esperaba. Y es que fueron muchas las sorpresas que para un principiante de la banda como yo, sucedieron a lo largo de los escasos noventa minutos que duró el concierto.

Para empezar, el contraste madurez – atrevimiento con el que el líder de la banda se muestra a lo largo de todo el concierto. Y es que si es sorprendente ver que este tipo de música trasgresora y electrizante está ejecutada por cuarentones bien vestidos, orgullosos de su barriguita, aún más sorprendente y vitalizante es ver cómo se concatenan los convulsivos pasos de baile de Nic, una y otra vez a lo largo de todo el escenario, por encimas de las barras, y por supuesto entre el público. Sorpresa que sin duda te atrapa, pero que sería absolutamente ridícula e ineficiente si no fuese acompañada de un volumen tan agradable como ensordecedor, de una amalgama imposible de instrumentos y efectos y de unas canciones que poco tenían que ver como lo sosegado de sus últimos discos, y sí mucho más con el punk inconformista de sus primeros singles.

Una hora y media en la que comenzaron predominando los temas de su último disco strange weather, isn´t it?, con los que la banda trató de controlar sus impulsos e interpretar esos sonidos más soul, y esos reefs más californianos que ahora interpretan, pero que no duró demasiado, pues está claro que aunque en este nuevo disco los temas les hayan quedado redondos, al final la cabra tira al monte, y ni ellos ni el público se sentía cómodo observándoles con un ligero contoneo de caderas.

Por eso no tardaron en subir sus amplificadores, y en empezar a tirar de temas de su exitoso tercer álbum Myth Takes, para revolucionar finalmente a todo el respetable que literalmente embruteció cuando en la parte central del concierto encadenaron “must be the moon”, “all my heroes are weirdos”, “yadnus” y “Me and Giuliani Down by the Schoolyard” (que supuso una dulce mirada al pasado).

Una receta inesperada de sonoridad, madurez, intensidad, distorsiones, punteos de guitarra que ponían al límite la teoría de la elasticidad, y ritmos pasados de revoluciones de una batería que ahora tiene que sonar por dos (y que inevitablemente recodó la desgraciada muerte de Jerry Fuchs, cuando se descolgó el ascensor en el que iba hace ahora un año), que tuvieron como respuesta la agradecida asistencia de un público sin duda que muy conocedor y experimentado, que disfrutó hasta enloquecer con “heart of hearts” y que sin duda que les supo a muy poco su único bis (“intensify”?) que pese a los diez minutos de duración, tuvo cantos de otra, otra…  a los que ya no hubo respuesta por parte de la banda.

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