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Depeche Mode: 30 años de ‘Songs Of Faith and Devotion’

El 22 de marzo de 1993 marcó el lanzamiento de Songs Of Faith and Devotion, el octavo álbum de Depeche Mode. En ese momento, la banda estaba en la cima de su carrera y se había convertido en un éxito internacional, arrasando allá por donde iba. Tras el impacto de Music For The Masses (1987), seguido del inmortal directo 101 (1988) y, sobre todo, el sobresaliente Violator (1990), parecía que habían alcanzado su cumbre y no podían ir más allá, pero se superaron a sí mismos.

En Songs of Faith and Devotion, dejaban atrás su estilo electrónico y se adentraban en un sonido más orgánico y rockero, influenciado por géneros como el blues, el gospel y el rock industrial. Este cambio musical y de aspecto (Dave Gahan con melena y perilla) fue impulsado por el deseo de explorar nuevas sonoridades y de romper con la imagen fría y artificial que se había creado alrededor de su música. Con la intención de evolucionar y sorprender a su público, demostraron que todavía tenían margen para crecer. El resultado fue uno de los trabajos más oscuros de su catálogo, pero también uno de los más influyentes y significativos.

 

Una grabación que casi acaba con el grupo

El proceso de grabación del disco fue complejo y caótico, ya que estaban lidiando con problemas internos y personales. La grabación arrancó en Madrid, donde Depeche Mode fijaron su base de operaciones para apartarse del foco mediático. Un suntuoso chalé en la exclusiva urbanización de La Moraleja hizo que alternaran la grabación con salvajes fiestas que forman parte de la leyenda más oscura. La adicción a las drogas de Dave Gahan, el alcoholismo de Martin Gore y la salud mental de Andy Fletcher se dieron de bruces con el caracter perfeccionista de Alan Wilder, las tensiones entre los miembros de la banda provocaron un ambiente tenso y conflictivo en todo el proceso. Sin embargo, este ambiente caótico se tradujo en un álbum emocionalmente intenso y crudo.

 

Toda esa tensión terminó explotando en un álbum profundo y tremendamente emocional que abordaba temas como la religión, la espiritualidad, el amor y la adicción de manera directa y sin tapujos. Llevábamos sin noticias de ellos desde el cierre de la gira de Violator y a principios de febrero llegó el primer adelanto de su nueva aventura. Encontrarnos con «I Feel You» fue un verdadero shock. Los elegantes chichos del synthpop estaban de vuelta con un tema enérgico y pulsante que inmediatamente establece el tono emocional y musical de lo que estaba por venir. La canción que se acercaba al rock industrial, combinaba una batería potente con guitarras distorsionadas y un coro poderoso, mientras que la voz de Dave Gahan se elevaba en un grito emocional. El resultado fue una experiencia sonora intensa y electrizante que pilló al público con el pie cambiado.

 

La nueva dirección fue objeto de controversia debido a una mayor experimentación con instrumentos en vivo, como baterías y guitarras en detrimento de los sintetizadores, y un enfoque más crudo y visceral en la producción de un Flood que ya había trabajado con ellos en Violator. El disco fue un gran éxito comercial, llegando al número uno en las listas de varios países, incluyendo el Reino Unido y Estados Unidos (fue nº3 en España).

Un detalle importante a la hora de recordar sus singles, aparte del antes mencionado «I Feel You», es que los otros tres que se extrajeron el álbum lo hicieron en versiones diferentes a las del disco. En primer lugar «Walking in My Shoes», esa canción con la que Martin Gore habla de los problemas con las drogas de su compañero Dave Gahan que en su formato single tenía una entrada acortada. Una canción introspectiva que con su bajo pulsante, guitarra rítmica y batería que crea un ambiente oscuro y misterioso, explora temas de culpa, remordimiento y redención. La letra se centra en la idea de caminar en los zapatos de otra persona para comprender mejor su perspectiva, y presenta una instrumentación rica y compleja, que incluye cuerdas y coros de gospel.

 

El single «In Your Room» salió en su versión Zephyr Mix, la cual difiere de la del álbum y mantiene una persistente guitarra. Fue mezclada por el productor Butch Vig, productor conocido por su trabajo con artistas como Nirvana y miembro de Garbage. Otro de sus sencillos, «Condemnation», pudimos disfrutarlo en su Paris Mix, que realzaba esa balada conmovedora que se centra en el tema de la culpa y el castigo. La letra habla de un personaje que se siente atrapado en una situación de la que no puede escapar, y presentaba un coro memorable que se construye alrededor de la palabra «condenación». El álbum también incluye las baladas cantadas por Martin Gore «Judas» y «One Caress», muestras de su capacidad para crear momentos emotivos y conmovedores en su música.

 

El disco también incluía otros importantes hitos como «Mercy in You», «Higher Love» y la vibrante «Rush», todas ellas fueron interpretadas en un amplísimo Devotional Tour que arrancó el 19 de mayo de 1993 en Salle Espace Foire de Lille (Francia) -teniendo paradas en nuestro país los días 13 de julio Pontevedra (Estadio Municipal de Pasarón), 15 de julio (Plaza de Toros de Las Ventas, Madrid) y 17 de julio (Palau Sant Jordi, Barcelona). La gira se prolongó hasta diciembre con un último concierto en el Wembley Arena londinense. Los conciertos con un montaje visual a cargo de su fotógrafo de confianza Anton Corbjin fueron un verdadero acontecimiento, tanto que se terminó publicando una versión en directo con el disco al completo a finales de 1993.Todas las pistas fueron grabadas en vivo en el Stade Couvert Régional en Liévin, Francia, el 29 de julio de 1993, excepto «Get Right with Me», grabada en el Forum Copenhagen en Copenhague el 27 de mayo de 1993, y «One Caress», grabada en el Lakefront Arena en Nueva Orleans el 8 de octubre de 1993.

 

Un antes y un después

Nada volvió a ser lo mismo en Depeche Mode. Se habla de un tour tan intenso y lleno de excesos como todo lo que les había rodeado en su grabación, pero amplificado. Andy Fletcher terminó ingresado, Martin Gore tuvo que ser tratado por su adicción al alcohol, y tiempo después Dave Gahan tuvo una sobredosis que estuvo cerca de costarle la vida. Alan Wilder dejó la banda en junio de 1995 publicando un mensaje de despedida en el club de fans oficial de Depeche Mode:

«Debido a una creciente insatisfacción con las relaciones internas y prácticas de trabajo del grupo, he decidido separarme de Depeche Mode. Mi decisión de dejar la banda no fue fácil, especialmente porque nuestros últimos álbumes eran una indicación del gran potencial que Depeche Mode estaba alcanzando.

Desde que me uní en 1982, he luchado continuamente por dar energía total, entusiasmo y compromiso para impulsar el éxito del grupo y, a pesar de un desequilibrio constante en la distribución de la carga de trabajo, ofrecí esto voluntariamente. Desafortunadamente, este nivel de aporte nunca recibió el respeto y el reconocimiento que merece.

Aunque creo que el calibre de nuestra producción musical ha mejorado, la calidad de nuestra asociación ha empeorado hasta el punto en que ya no siento que el fin justifique los medios. No tengo intención de desacreditar a ninguna persona en particular; basta con decir que las relaciones se han vuelto seriamente tensas, cada vez más frustrantes y, en última instancia, en ciertas situaciones, insoportables.

Dadas estas circunstancias, no tengo otra opción que irme. Parece preferible, por lo tanto, dejarlo en un momento relativamente alto, y como todavía mantengo un gran entusiasmo y pasión por la música, estoy emocionado por la perspectiva de seguir nuevos proyectos. Los miembros restantes de la banda cuentan con mi apoyo y mis mejores deseos para cualquier cosa que puedan perseguir en el futuro, ya sea colectiva o individualmente.

Alan Charles Wilder»

Escucha ‘Songs Of Faith and Devotion’ de Depeche Mode

Escucha ‘Songs Of Faith and Devotion (Live)’ de Depeche Mode

3 comentarios en «Depeche Mode: 30 años de ‘Songs Of Faith and Devotion’»

  • Aun recuerdo el desconcierto que me creó el cambio de imagen y de sonido en un momento en que me seguia fascinando su sonido e imagen en 101 y Violator…creo que tenia 16 años..
    Aun y así recuerdo comprar el nuevo disco lo antes que pude…tardé un tiempo en asimilarlo pero lo disfruté mucho, asi como la versión en directo que salió posteriormente con las canciones en el mismo orden.
    Luego me di cuenta que no era posible un nuevo Violator….y menos aun despues de que marchara Alan Wilder…

  • Su mejor disco.
    El mas compacto, intenso, atmosferico, oscuro, denso, experimental, introspectivo e inmersivo… y Dave Gahan canta mejor que nunca. Tambien el listado de canciones es mi favorito de la carrera de DM, el inicio con el trio «I feel you», «Walking in my shoes» y «Condemnation» es brutal!, aunque la parte climax y mas dolorosa del album es para mi «Judas» (seguido de ese inicio de «In your room» que ya te remata con esa oscuridad enfermiza). Escuchar esto en un momeno bajo de tu vida puede hacer que caigas en una depresion, a mi me paso. Es el album que mas daño me ha hecho en mi vida.

  • Álbum excepcional. Es un auténtico gozo volver a escucharlo una y otra vez y disfrutarlo como el primer día. Cuánta música extraordinaria nos llega desde el mismísimo infierno de los artistas… Un saludo a todos y a la gente de Muzikalia. ¡Gracias!

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