Descubre las bandas sonoras más famosas de la historia del cine
De la mano de Hans Zimmer, Ennio Morricone o John Williams, a lo largo de la historia, el cine nos ha regalado bandas sonoras que perduran pese al tiempo. De hecho, sin la participación de estos grandes compositores, los mejores clásicos de la gran pantalla quizás no lo habrían sido. Porque, ¿seguiría siendo cine sin el componente musical? ¿Las escenas que más nos han marcado habrían supuesto el mismo despertar emocional sin esas bandas sonoras?
Cabe preguntarse si el espagueti western habría llegado a nacer sin la presencia de Ennio Morricone en películas como ‘El bueno, el feo y el malo’ o ‘Por un puñado de dólares’ o si Quentin Tarantino seguiría teniendo la misma capacidad de levantar al público de sus butacas sin las BSO que caracterizan a sus películas. Solo hace falta ver la icónica escena de la ducha de la película ‘Psicosis’ sin música para poder responder a esta pregunta y entender el papel de Bernard Herrmann en la agitación que provoca la toma. Tan importante es el papel de la música en la industria cinematográfica que incluso el cine mudo contaba con una banda de fondo que hacía de Chaplin una versión más divertida de lo que ya lo era de por sí con su simple apariencia. Por eso hemos recuperado las bandas sonoras originales más icónicas de la industria del cine. Y hay que recalcar lo de originales porque no se están teniendo en cuenta otras películas en las que, aunque la selección musical haya sido excelente, no ha sido de cosecha propia.
1. ‘Tiburón’, de John Williams
La primera de ellas es ‘Tiburón’, de John Williams, que logró estremecer a millones de personas gracias a su capacidad inmersiva. Lo curioso es que cuando Williams le mostró a Steven Spielberg su propuesta, la primera reacción del director fue reírse, pensando que el compositor le estaba gastando una broma. Se ve que a Spielberg le supo a poco en un primer momento la simpleza de la banda sonora, que se resume en dos notas alternadas. Lejos de ser así, la BSO de Tiburón captó a la perfección los terrores del mundo submarino. Se dice que para idearla, John Williams se inspiró en ‘La Valse’ de Maurice Ravel y en ‘La consagración de la primavera’ de Igor Stravinski. ¿El resultado? Un Óscar a la mejor banda sonora, el segundo que recibió John Williams tras el de ‘El violinista en el tejado’.
2. ‘El bueno, el feo y el malo’, de Ennio Morricone
No hay mejor dúo que Ennio Morricone y Sergio Leone, y ‘El bueno, el feo y el malo’ es la prueba de ello. Tan importante es esta banda sonora que su composición fue previa a la grabación de la película, ya que Sergio Leone quería que las imágenes se inspiraran en la música y no al contrario. Y no solo eso, sino que a cada uno de los tres protagonistas se les atribuyó un instrumento: una flauta para Clint Eastwood, un coro para Eli Wallach y una ocarina para Lee Van Cleef. Lo que lograron fue tan increíble que la composición no solo se convirtió en la banda sonora de la película, sino en la de todo el universo Western. A día de hoy, la melodía se puede escuchar en videojuegos ambientados en el Salvaje Oeste, así como en juegos de tragaperras con estas temáticas, como las nombradas en www.casinotopsonline.com, o en tabernas que tratan de replicar el aroma árido de la época.
3. ‘El padrino’, de Nino Rota
Ocurre algo parecido con la música de Nino Rota y el mundo de la mafia italiana, ese que sabe a trajes a medida, barajas de cartas y traiciones. Sin embargo, aunque la partitura fue nominada en los Óscar, no logró hacerse con una estatuilla. El motivo es que Rota reutilizó para la BSO fragmentos de la melodía que él mismo produjo para la película ‘Fortunella’. Tuvo más suerte con ‘El padrino: parte II’, con la que sí logró llevarse el premio.
4. Braveheart, de James Horner
Con influencias celtas y escocesas al ritmo de flautas andinas, James Horner compuso una auténtica obra de arte para el film de Mel Gibson. Lo increíble es que Horner consiguiera este éxito al mismo tiempo que componía las partituras de Casper, Jumanji, Balto y Apolo XIII, todas producidas en el mismo año que la cinta de Gibson. De entre todas las canciones que siguen la historia, las más escuchadas con el paso de los años son ‘The secret wedding’ y ‘For the love of a princess’.
5. Amélie, de Yann Tiersen
Odiada y amada a partes iguales, hay una cuestión innegable en el universo de Amélie: su banda sonora es un lujo para los oídos. Le tenemos que dar las gracias por esta melodía al asistente de producción de Jean-Pierre Jeunet, quien le recomendó al director que contactara con Yann Tiersen. A partir de ahí, todo lo demás es historia. El compositor hizo magia con piezas compuestas por una colección de instrumentos impecable, como el piano, el clavecín, el acordeón o el banjo.