Entrevistamos a Amateur, que vuelven con ‘Impasse’

Como los grandes artesanos, Amateur se toman su tiempo para cada disco. Es un trabajo laborioso que desde hace ya mucho tiempo, requiere que cada detalle se cuide con el mimo que le ponen a cada composición. En Impasse vuelven a ese terreno que nos resulta tan familiar y placentero, el de las grandes canciones de pop evocador. El que nos cautivó con La Buena Vida en su momento, y que se mantiene inalterado.

El proyecto de Mikel Aguirre, Cheli Lanzagorta e Iñaki de Lucas ha vuelto con otra entrega que por derecho propio, merece un lugar en nuestra estantería y nuestros corazones, junto al resto que han firmado en las últimas décadas. Hablamos con ellos sobre su vuelta, su nuevo disco y su proceso de creación.

«Los años pasan rápido, más rápido de lo que quisiéramos, y todo lo que te va sucediendo en el camino te marca y de una manera inconsciente lo asimilas convirtiéndose en parte de ti, y eso luego inevitablemente se ve reflejado de alguna manera en las canciones»

Han pasado siete años desde Debut!, un tiempo en el que han pasado demasiadas cosas en todas nuestras vidas. ¿Cómo ha sido la transición de un disco a otro?

La transición ha sido natural, no hemos forzado la máquina. Han sido años muy intensos, la verdad. Nos han ocurrido muchas cosas en el plano personal. Además, la llegada de la pandemia y todas las restricciones nos pillaron en pleno proceso de producción y grabación del disco… Sin embargo, nos adaptamos lo mejor que pudimos a las circunstancias y trabajamos al detalle cada canción, cada letra, cada arreglo. Hay un montón de trabajo detrás de estas canciones. Crear un álbum como “Impasse” requiere de altas dosis de paciencia e ilusión. No es el tipo de disco que se gesta en unas pocas semanas.

 

Pienso que Debut! es un disco que hace de puente entre La Buena Vida y Amateur, pero sigue siendo muy deudor, independientemente de que todos forméis parte del grupo. ¿Crees que con Impasse se abre una etapa diferente?

Posiblemente. En el disco se exploran nuevos territorios, texturas y ambientes. Cosas que no habíamos probado antes. Siempre intentas dar un pasito en una nueva dirección. Por ejemplo, durante el proceso de composición de estas canciones trabajé mucho el tocar la guitarra con los dedos. Esta técnica, “fingerpicking”, arpegiando las cuerdas de la guitarra con los dedos en lugar de utilizar una púa, es la utilizada en varias de las canciones. Asimismo, nunca antes habíamos trabajado tan a fondo los coros y las armonías en las voces. Este tipo de detalles, quieras o no, van proporcionando nuevos matices a la composición y vas incorporándolos casi sin darte cuenta a tu manera de hacer las cosas. Lógicamente lo aprendido en el camino, durante todos aquellos años, todas esas grabaciones que hicimos, aquellas vivencias, conciertos etc están ahí, y forman parte de nosotros y de nuestra manera de hacer canciones y plasmarlas en una grabación. También, ahora es novedad contar con el apoyo y la experiencia de una compañía discográfica como Mushroom Pillow, y esto nos ilusiona y nos da cierta tranquilidad al saber que el disco va estar perfectamente fabricado, editado, distribuido y promocionado, pudiendo llegar a más sitios y a un público más amplio.

El disco tiene un tomo más folk que el anterior, incluso diría que de cantautor, ¿es intencionado?

Totalmente. Pero no es en absoluto nada forzado. Cada canción se ha resuelto y se ha producido en la dirección que el productor Yon Vidaur y nosotros mismos estimamos más idónea o adecuada después de analizarlas con lupa en la preproducción. Son las propias canciones las que te llevan a un sitio, a un ambiente y unas texturas determinadas, y no al revés. Una vez se intuye hacia dónde pueden ir los tiros, simplemente vas tirando del hilo. El mero hecho de tocar con los dedos, el fingerpicking ya mencionado, al estilo de las canciones de Paul Simon, Dylan, Nick Drake y otros muchos, ya marca por sí mismo el estilo o el aire de la canción que estés componiendo. Pero sí, en este disco tanto en la composición como en el sonido de las canciones hay mucha influencia de la música folk y country americana de los 60 y 70´s, pero también hay melodías y ritmos pop e influencias de bossa nova, de la chanson francesa o de la música que se hacía en nuestro país en los 70. Se podría decir que es un disco variado y que bebe de muchas y diversas influencias. Asimismo, los textos de las canciones están muy cuidados, combinando letras sencillas con otras más extensas y complejas, pero en cualquier caso muy al servicio de lo que cada canción necesitase.

Pedro Gracia Pérez de Viñaspre (Havoc) y Harkaitz Cano han tenido gran peso en las letras. ¿Cómo surgió su colaboración para el disco?

Algunos de los bocetos de canciones que maquetamos hacia julio de 2019 ya contaban con letra, pero la mayoría no, únicamente tenían melodía. Así que decidimos probar a ver que tal funcionaba encargar los textos de algunas de esas canciones a otras personas. Algo que únicamente habíamos hecho previamente con una canción de nuestro primer disco Debut! titulada “Dulce final”, cuya letra es obra de nuestro querido amigo Rafael Berrio.

Con Pedro Gracia, tuve la ocasión de cantar una canción (“Televisiones”) incluida en el disco de Havoc “Espíritu” grabado y producido por Yon Vidaur precisamente, hicimos buenas migas y comentamos la posibilidad de colaborar en las nuevas canciones de Amateur. Unos meses después, mientras empezamos a grabar las bases y referencias en el estudio de Lucas, fuimos intercambiando canciones, melodías y versos. Sin darnos cuenta en pocas semanas terminamos cuatro o cinco canciones. Fue magnífico constatar el talento de Pedro para escribir letras, pero más emocionante aún fue comprobar que melodía, fraseo y texto funcionaban a la perfección, y que con ello las canciones ganaban mucho. Letras como “El marcador”, “El huerto provenzal” o “Los hijos” confieren un carácter especial a esas canciones, y por supuesto enriquecen el global del álbum. Con Harkaitz fue algo parecido. Tuve la ocasión de grabar la voz para un villancico (“Sendero a la cascada”) compuesto por Joserra Senperena para el episodio navideño del podcast Discos Mon Oncle de Ricardo Aldarondo. La letra y el título de la canción son de Harkaitz, viejo amigo de nuestro compañero Cheli Lanzagorta. Pensé entonces que quizás él también podría ayudarnos con los textos de un par de canciones. Se lo propusimos y accedió encantado inmediatamente. Le enviamos los bocetos de esas dos canciones con música y la melodía de la voz tarareada. Poco tiempo después nos sorprendió con la preciosa letra de “Duelo sin cumbre”, que a la postre acabaría cantando a dúo con Diego Vasallo, y otra letra que se titula “Queda un gran camino por hacer” para una canción inédita con aire muy beatle que publicaremos más adelante. En definitiva, tenemos la sensación de que habiendo podido contar con el gran talento de ambos para escribir letras, el disco se ha enriquecido notablemente en este aspecto al combinar el imaginario de diversos autores.

Parece que ese tipo de canciones sobre desamor en la adolescencia (primero), en la juventud (después) y ahora en la madurez, siguen manteniendo la misma efectividad, aunque ahora se vean con otra perspectiva, ¿no?  

Sin duda. Ese es un terreno en el que nos sentimos a gusto a la hora de crear nuestras canciones: Amor, desamor, luces, sombras, esperanza… Siempre tratando de mejorar que la combinación música+letra sea lo más evocadora y efectiva posible, en cuanto a que las palabras cantadas o los acordes interpretados en un pasaje musical sean susceptibles de provocar sensaciones o emociones y arrastrarte a un lugar diferente. Lógicamente, a medida que maduras en la vida parte de la ingenuidad del niño, de su pensamiento, de su proceder se va perdiendo. Los años pasan rápido, más rápido de lo que quisiéramos, y todo lo que te va sucediendo en el camino te marca y de una manera inconsciente lo asimilas convirtiéndose en parte de ti, y eso luego inevitablemente se ve reflejado de alguna manera en las canciones. Sin embargo, también te digo que cuando se trata de componer o de grabar un disco sigo teniendo una gran ilusión; muy parecida, si no igual, a la de aquel chaval de trece años que escribía sus primeras canciones.

 

Con «El huerto provenzal» y ese juego de voces junto a Isa Cea de Triángulo de Amor Bizarro, es difícil no acordarse de La Buena Vida. Algo se activa instantáneamente en nuestra memoria que volvemos a otros tiempos. ¿Cómo surgió esta colaboración?

Ya cuando compusimos la canción pensamos que se prestaba bien para una colaboración de una voz femenina que pudiera cantar algunos versos en solitario y otros a dúo con mi voz. Muy al estilo de los dúos con Irantzu. A TAB les conocemos y admiramos hace años, así que pensamos que Isa Cea podría encajar perfectamente. Contactamos con ella, se lo propusimos y desde el primer instante, tras escuchar la canción, se prestó encantada a grabar unas voces. Un regalazo! Su interpretación en “El huerto provenzal” nos cautivó por completo, y es una de esas pocas ocasiones en las que los astros se alinean y todo cuadra a la perfección en una canción: música, letra, interpretaciones y arreglos perfectamente combinados al servicio de un resultado absolutamente resplandeciente. Y en gran parte esa magia se debe a la voz de Isa y a la frescura que su presencia le aporta a la canción.

“Jane Dulce Jane” toma prestado algo de Velvet Underground y viaja al pop español setentero.

Esta canción es una de mis favoritas del disco. Fue la última que compuse cuando ya estábamos grabando en el estudio. Desde el mismo instante en que surgió como por arte de magia, una noche en casa mientras enredaba arpegiando unos acordes en una guitarra clásica, fui consciente de que aquello era algo especial y diferente. Estoy muy orgulloso de esta composición, creo que es una gran canción, bien compuesta e interpretada y magníficamente arreglada por Joserra Senperena que ideó esa orquestación tan acertada. Tiene algo que me recuerda más a Paul Simon o a Nick Drake que a la Velvet, aunque es inevitable reconocer el guiño u homenaje premeditado a “Sweet Jane”. Pero, como acertadamente señalas, también me recuerda a esas canciones de Cecilia, Serrat, Juan Carlos Calderón etc., todos ellos una gran influencia para mí desde siempre.

En «Claro de luna» asoma la Bahía de San Sebastián. ¿Qué tiene Donosti tan presente en vuestra música o en la de Duncan Dhu, La Dama se Esconde, Rafael Berrio y tantos otros?

Que es probablemente una de las ciudades más bellas del mundo y un lugar privilegiado para vivir. Que el fantástico entorno natural que nos rodea, de cara a ese bravo mar Cantábrico, abrazados por las verdes montañas, y la cercanía del país vasco-francés, Biarritz, San Juan de luz, etc… le confieren cierto aire burgués, glamuroso, único y muy personal, y todo eso, sin duda afecta a los que vivimos aquí, y por consiguiente también a las creaciones artísticas de los que aquí crean música, cine, literatura, etc. No obstante, tampoco quiero trasladar una imagen idílica de la ciudad, que tiene también problemas serios, como la vivienda o lo carísimo que está todo, o la saturación por el turismo…

Hablando de Rafael Berrio, le dedicáis el disco. El otro día comentaba con vuestro amigo Diego Vasallo que aunque quizá tardío parece que está teniendo el reconocimiento que siempre mereció. ¿Fue una influencia para vosotros?

Rafa fue, es y será una gran influencia para nosotros. Además de ser un gran músico, cantante y compositor, fue un letrista de primera, de lo mejor que yo he conocido. Irónico, romántico, ácido, poético… tantos matices en sus palabras y en la forma de decirlas… Compartimos con él muchos años de locales de ensayo, conciertos, juergas… Se le echa mucho de menos. Por desgracia la vida nos lo arrebató siendo aún muy joven, demasiado. Quién sabe hasta dónde podría haber llegado y cuantas nuevas joyas podría haber creado su inmenso talento. Recomiendo a cualquiera que no conozca sus canciones que escuchen sus discos, van a descubrir un diamante de muchos quilates.

Con una perspectiva de algo más de tres décadas, ¿cómo ves que ha evolucionado la escena independiente de este país?

La verdad es que no tengo una opinión muy clara al respecto. No soy un gran conocedor ni del panorama actual, ni de dicha escena ni de su evolución. Quizá haya más música y propuestas independientes que nunca, pero el frenético ritmo de lanzamientos y lo efímero que es todo  me despista un poco.

¿Sigues a nuevas bandas? ¿Hay alguna que te llame especialmente la atención?

Como decía previamente no estoy demasiado al día de las nuevas propuestas. Tengo cierta tendencia a ir hacia atrás, y tratar de descubrir cosas antiguas que no me había parado a escuchar. Sin embargo, barriendo un poco para casa, voy a destacar el magnífico disco que vienen preparando Pedro Gracia e Iñaki de Lucas, un proyecto que seguro verá la luz en poco tiempo.

A muchos nos sorprende ver que en su día no vivierais de la música, cuando algunos compañeros con trayectorias parecidas lo consiguieron. ¿Nunca hubo la intención de profesionalizarlo o lo visteis directamente inviable?

Ninguna de las dos. Nos hubiera encantado poder dedicarnos exclusivamente a hacer música y tocar en directo… pero no sucedió así… Inviable no era, pues como bien señalas otros compañeros lo lograron, pero las circunstancias personales de cada grupo son diferentes y supongo que también influye la suerte. En cualquier caso, creo sinceramente que fuimos y somos muy afortunados por poder seguir haciendo música, grabando canciones y haciendo discos, conciertos y giras.

Esa labor artesanal a la hora de construir los discos con tanto mimo y detalle, parece algo reservado a muy pocos, quizá a los artistas con más trayectoria. ¿Percibes algo similar?

Lo que tengo claro es que hacer un disco como “Impasse” requiere de mucho trabajo, paciencia e ilusión. No es algo que se pueda hacer en unas pocas semanas. Es una obra muy trabajada, con muchos matices y en la que ha intervenido mucha gente. Hace poco tiempo uno de estos colaboradores me decía, y me hace gracia, que lo nuestro es ¡orfebrería pop!

 

¿Ya tenéis fechas para presentar el disco? ¿Cómo será el formato? ¿Nos puedes adelantar algo?

Estamos trabajando en ello. El disco acaba de salir hace unas semanas y aún es un poco pronto. Pero sí puedo decirte que nos gustaría poder presentar estas canciones en directo en todas partes y en diferentes formatos, adaptando la propuesta según qué sitio y qué tipo de producción. Ojalá el disco siga teniendo tan buena acogida como hasta el momento y esto despierte el interés de los programadores de salas, teatros y festivales, por contar con Amateur. Iremos encantados y felices allí donde nos llamen.

Pregunta obligada para nostálgicos ¿Qué queda de La Buena Vida en Amateur?

Diría que queda mucho. Es nuestro “background”. Venimos de aquello, y aquello siempre formará parte de nosotros y de nuestra manera de entender la música.

Escucha Amateur – Impasse

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