Especial: Premios Pop Eye 2022 (Teatro Alkazar, Plasencia)

Dieciséis años de los Premios Nacionales de la Música y las Artes. Premios Pop Eye. Dieciséis ediciones de un evento tan peculiar, como necesario. De una fiesta en toda regla que año tras año mantiene el incansable empeño de dar visibilidad a todas las vertientes de la cultura de este país desde una personal visión, reconociendo con el mismo tino y mimo, a consagrados y emergentes.

Pensamos que emprender aventuras con esta pasión y determinación quizá debería tener mayor repercusión, pero es admirable cómo poco a poco sus organizadores de la Asociación Cultural Bon Vivant están consiguiendo que estos premios dejen de ser uno de los secretos mejor guardados de la industria, para encaminarse hacia una referencia con solera a la que solo le adivinamos y deseamos el crecimiento que merece. Si aún no los conocen echen un vistazo por el plantel que llevan configurando desde el año 2006 y verán.

Su 16ª convocatoria repetía Plasencia como sede, tras años anteriores en Trujillo y Cáceres, adornando la ciudad con eventos previos como su 12º Expo Party, muestra colectiva en la que varios artistas plásticos rinden homenaje cada año a figuras fundamentales para entender la cultura patria. Si en 2021 dedicaron el espacio a Enrique Morente, en 2022 la protagonista ha sido la gran Concha Velasco. Una exposición que sirvió como antesala a los Pop Eye y que fue reinaugurada coincidiendo con su llegada (pudo disfrutarse en el centro cultural ‘Las Claras’ de Plasencia hasta el 30 de septiembre). El día que arrancaban los premios, la Filmoteca de la ciudad cacereña proyectaba igualmente el documental ‘La Mirada de Oukka Leele’ de Rafael Cordón, reivindicación a la figura de la artista recientemente fallecida a quien se le reconoció con uno de sus galardones en 2010.

La noche del viernes siguió en el Pub Saudara donde se entregaron tres de los premios: El libro de no ficción a Iñaki Domínguez por Macarras Ibéricos‘ (Akal), el premio a mejor libro musical a Xavier Valiño por Los 100 mejores documentales del rock y el premio al mecenazgo otorgado a Los Buitres Leonados, club motero extremeño que cada año escolta a los ganadores en su llegada al teatro. Tras ellos, pudimos disfrutar de las canciones del dúo de electro pop cacereño Fônal, que lo mismo repasaban alguno de sus temas, que eran capaces de versionar a Pet Shop Boys («It’s a Sin») o de adaptar al castellano el «A Girl Like You» del maestro Edwyn Collins. Tras ellos, una sesión Dj sixties marca de la casa nos dejó listos para la jornada del sábado.

La gala Premios Pop Eye en el Teatro Alkazar

Tras la perceptiva presentación en el Ayuntamiento con gran parte de los protagonistas arropados por el alcalde de la ciudad Fernando Pizarro y un posterior coctel, llegó la esperada cita en el Teatro Alkazar, donde pudimos disfrutar de una ceremonia de entrega presentada por el periodista y escritor Juanjo De La Iglesia, quien sustituyó a Juan Carlos Ortega, baja de última hora. Muchos recordarán a De La Iglesia como parte importante del recordado Caiga Quien Caiga de Wyoming y su aún más que vigente ‘Curso de ética periodística’ con el que aprendíamos semana a semana y que podría tener a bien recuperar en estos tiempos trumpistas de postverdad y bulo casi diario.

Centrándonos en primer lugar en los premios musicales, la jornada arrancó con los locales Hombre Tigre (Mejor banda extremeña) desplegando su personal post-punk sintético. Los de Cáceres han editado hasta el momento dos EPs en los que la voz de su cantante Emilio P. Gil (muy animado sobre las tablas) cabalga sobre las guitarras y sintes de Carlos Rubio y el omnipresente bajo de Fermín Solís (ilustrador y escritor ganador del Pop Eye y del premio Goya por la adaptación de ‘Buñuel en el laberinto de las tortugas’). Interesante propuesta para seguir de cerca.

Otro de los premios (Mejor artista portugués) fue para The Soaked Lamb, banda lisboeta con fuertes influencias de blues y jazz, y algo de ragtime, boggie/woogie, swing y gospel, que nos deleitaron con dos bonitas versiones y una solvente puesta en escena que les destaca como formación que gana en directo.

Otra de las actuaciones de la noche fue la de Eva Ryjlen (Premio a la mejor banda de rock) que a pesar de no contar con una ‘fuckin’ guitar’ sobre el escenario como ella misma afirmó al recogerlo  y de no moverse en esas coordenadas, dio muestra de su talento y de los pasajes que explora en solitario al margen de esas hechuras que le conocimos en el dúo Idealipsticks. Violencia posmoderna (2018) fue su debut, al que ha seguido Onírica (2o21) y una serie de sencillos en los que continúa explorando nuevos territorios.

Más rockeros se mostraron Niña Polaca (Premio a la mejor banda emergente) con Sandra Sabater junto a ellos, antes de dejar el grupo y centrar su carrera en su otro proyecto, las chispeantes Ginebras tal y como confirmó hace pocas fechas. Sandra no tocará más con ellos tras su concierto en el Ochoymedio de Madrid 26 de noviembre, siendo su participación en Plasencia una de las últimas ocasiones de verla junto a sus compañeros tras tres intensos años.

Los autores del interesante Asumiré la muerte de Mufasa (Subterfuge 2021) se sumaron a la organización de los premios para rendir su personal homenaje a la principal protagonista de la noche Ana Belén, abriendo con su versión de «Agapimú» mientras que la artista les grababa desde su asiento con una sonrisa enorme. Sin duda un momento a recordar.

También a recordar la presencia de Nacho Vegas, incontestable doble premiado por mejor disco del año, Mundos Inmóviles Derrumbádose (Oso Polita) y también, por la mejor canción «Esta noche no acaba» incluida en él, que los agradeció aprovechando para hacer un alegato por la libertad de expresión en el que recordó cómo en este país hay músicos que por escribir canciones están encarcelados (Pablo Hasél), exiliados (Valtònyc) o con procesos judiciales abiertos (La Insurgencia). Parece que sus palabras escocieron a algún que otro asistente, siendo más los que se mostraron a favor. Como cabía esperar, no dejó a nadie indiferente haciendo gala de su compromiso habitual.

Por desgracia no pudimos disfrutar de su directo, como tampoco de la de mágica voz de una entrañable Silvia Pérez Cruz (Premio al Duende) y reciente ganadora del Premio Nacional de Músicas Actuales 2022 que otorga el Ministerio de Cultura y Deporte. En un bonito discurso se acordó de su hija cuando era pequeña y confundió ese «duende» que se le supone a los flamencos, con los «Elfos» de los cuentos. Dulzura y simpatía que engrandecen una ya de por sí gigante figura.

Ya fuera de las categorías musicales, pero totalmente relacionado llegó el premio Televisión 2022 para el programa ‘Un País Para Escucharlo’, original formato presentado por Ariel Rot que durante tres temporadas recorrió la geografía española rincón a rincón para propiciar encuentros generacionales entre músicos locales asentados y noveles. Una de esas anomalías que de cuando en cuando asoman por nuestra televisión para recordarnos que en ella podemos disfrutar de la música más allá de programas que recurran al archivo con pildorazos de consumo rápido y comentarios ingeniosos en un estilo tiktokero que tanto abunda en nuestras vidas virtuales. Una televisión con música es posible y necesaria como bien recalcaron Rot y su director, el gaditano Juan José Ponce.

Entre el resto de galardonados, mención especial para el fotoperiodista Emilio Morenatti (aparte del Pop Eye de fotografía 2022 cuenta con el Pulitzer, el Fotopress o el World Press Photo en dos ocasiones) finalmente ausente por tener que acudir a Ucrania para seguir acercándonos con su cámara la cruda y triste realidad. A pesar de ello, envió un emocionante discurso que leyó su hermana para ponernos los pies en la tierra sacándonos de nuestros cómodos asientos y poniéndonos frente a una terrible y cruda guerra.

Un tótem del periodismo y la literatura como Rosa Montero (Premio de las letras) volvió a enamorarnos como en su discurso de mediodía hablando de la importancia de la cultura. La autora del reciente ‘El Peligro de estar cuerda’ (Planeta, 2022) volvió a dar una lección de humildad y generosidad dedicando su premio a la organización de los Premios Pop Eye y a su esfuerzo por sacar adelante una empresa tan complicada durante 16 años sorteando una crisis económica y una pandemia. Imposible no quererla.

También se reconoció a Manuel Liñán (Premio Danza 2022) quien habló de la libertad de expresarse gracias a la danza tal y como quiere, con una bata de cola, un mantón, maquillaje, falda, peluca… rompiendo miedos y complejos sociales. Al escritor  Javier Menéndez Flores (por su novela ‘Todos nosotros’), a Zenda, publicación cultural fundada por Arturo Pérez Reverte, a un joven veterano como Jorge Sanz (cine), a la presidenta de la Academia de las Artes Escénicas de España Cayetana Guillén Cuervo (teatro), a Ana Barriga (artes plásticas) y Rebeca Argudo (periodismo).

Todos los focos terminaron apuntando a Ana Belén (Premio de Honor a su trayectoria), veterana actriz y artista polifacética cuyos conocimientos interpretativos le permitieron también expresarse como cantante, como reconocía en el vídeo de presentación. Otra leyenda de nuestra escena que volvió a emocionarnos al recordar en su discurso a la actriz teatral Berta Riaza: “En la vida, la suerte es la gente que te cruzas en el camino”, recalcando la importancia de mejorar y alcanzar metas gracias a las personas que te acompañan y te completan. Poco más se puede decir.

Fotos Premios Pop Eye: Toni Delong

 

 

 

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