Isladencanta 2002 – Isladencanta (Calvià (Mallorca))

La otra Mallorca

Que el Isladencanta 2002 iba a ser diferente de la edición del año pasado, era algo que saltaba a la vista echando una simple ojeada al cartel. Con una apuesta británica representada por 2 nombres, The Charlatans y Oasis, y un grueso del cartel falto de nombres de calidad (con sus excepciones, por supuesto), la organización ha cambiado por completo el concepto y el buen sabor de boca que los presentes en la edición de hace un año nos llevamos.

Si entonces el lema era «la otra Mallorca», en esta edición se ha buscado el lado opuesto, la Mallorca convencional, la que todo el mundo tiene en mente (especialmente los extranjeros).

Y sí, la apuesta ha dado resultado, pues más de 10.000 personas estuvieron viendo a Oasis el último día, pero los que hace un año creimos que Isladencanta era algo diferente (apuesta por la cultura con exposiciones de calidad, un cartel musical coherente, un ambiente cálido y agradable…), este año nos vamos pensando que, Isladencanta, se ha convertido simplemente en uno más entre muchos.

El cartel musical – Día 1

Tras la fiesta de presentación del viernes, dónde Sidonie, Tea Servants y Carrots demostraron el buen estado de forma del pop nacional, y Fangoria que sigue siendo la indiscutible reina de la escena tras 20 años en activo, Isladencanta se puso en marcha con la actuación de 2 grupos locales: Doctor Martin Clavo, a los que asistimos tan sólo a su último tema, y Los Valendas, un grupo de pop clásico separado hace un tiempo y que han vuelto a la carga, después de colaboraciones como la de Xavier Escultia con Plastic Face.


Mientras Das Pop actuaban en el Escenario 2, se ponía en marcha «Música de Papel», el proyecto de Rosa Pérez de Radio 3, en el cual periodistas de radio, prensa escrita e Internet daban su visión acerca del estado actual de la prensa musica en nuestro pais. Luego ampliaremos los que fueron, sin duda, los momentos más interesantes del festival.


En el escenario grande, llegaban las primeras sensaciones musicales positivas de la mano de los jóvenes Rapture, un grupo del que se dice que hacen dub-punk pero que, para no complicarnos la vida y saber de que hablamos, se podrían situar dentro de la segunda división de grupos punk de finales de los 70. En muchos casos, canciones como «Out of the races and onto the tracks» o «Modern Romance» incluso recordaban al primer disco disco de aquellos The Cure de «Killing an Arab» o «10:15 Saturday Night». El primer disco de The Rapture es altamente recomendable.

Mientras tanto, en el escenario CarpaVision, los barceloneses Balago se recreaban en una excelente actuación de más de una hora dónde el apoyo visual encajaba a la perfección con la propuesta musical del grupo: viajes oníricos e himnóticos que aunque aburren a algunos, enamoran a muchos más.


Tras ellos, llegaba uno de los momentos más esperados. El año pasado, Isladencanta marcó un gol trayendo por primera vez a España a los Strokes. Este año, la apuesta se jugaba al mismo número, aunque esta vez con otro nombre, The Libertines, y otra nacionalidad, británica.

Ya en la rueda de prensa se veian por dónde irían los tiros. Cuando la prensa inglesa decide que 4 jóvenes sean estrellas por unos días, ya sabemos lo que toca: tragar. En un gesto de mala educación por parte de su discográfica barcelona, Sinamon, nos tocó escuchar tan sólo en inglés a estos «simpáticos» chicos que se dedicaron a contarnos sus borracheras en Santander, a decirnos su edad y, por supuesto, a no hablar de música. Exactamente igual que el año pasado los Strokes.

Y de su directo, pues más de lo mismo. Guitarras furiosas, chulería juvenil y, eso sí, canciones menos redondas y de calidad que sus compañeros neoyorkinos. Pero que nadie dude que, si la prensa inglesa ha decidido que traguemos Libertines, tragaremos. Al menos algunos.


En Carpavision, los locales Tugores homenajeaban a Ennio Morricone. Por desgracia, la coincidencia de horarios hizo que mucha gente no estuviera atenta a un concierto que merecía mucha más atención por parte de los presentes.


Llegó la hora de los Charlatans. Estos sí fueron traducidos en la rueda de prensa y su actitud fue absolutamente coherente con lo que se espera de gente educada y madura. Anunciaron nuevos temas para finales de año, además de su reciente disco de caras B y el nuevo disco en directo que sale en estos días.


Su concierto fue una efectiva puesta en escena de un curriculum que casi podríamos tachar de impecable. «Forever», «Love is the key», o la obligada cita con el pasado glorioso, «The only one I Know» fueron los puntos álgidos de un concierto brillante.

Después llegarían Luke Slater, Lemon Jelly y Jacques Lu Cont, pero las fuerzas fallaban, en parte por la desilusión generalizada del festival, y en parte porque la música de baile no nos interesa demasiado.

El cartel musical – Día 2

Repuestos del desencanto inicial, afrontamos el segundo día con más ganas. Atom Rhumba demostraron una vez más (y van…) que cuentan con uno de los directos más efectivos y contundentes del pais. La edición el año pasado de «Chasin’ The Onagro» no ha sido más que la confirmación de una carrera coherente y en continua ascensión, que en directo cobra aun más fuerza si cabe.

La segunda sesión de «Música de Papel» hizo que nos perdieramos a Millionare, Airwaves y Mastretta.


Los que no nos perdimos por nada del mundo fueron a Mercury Rev. Sus anteriores actuaciones en sendos FIB´s me habían decepcionado mucho, tanto que mi desconfianza hizo que su actuación me pillara por sorpresa, y eso hizo que se convirtieran, para mí, en los grandes triunfadores de Isladencanta 2002.


Acudiendo en exceso (como hacen siempre) a «Deserter´s Songs» (6 temas), y dejando de lado su pasado más ruidoso, Mercury Rev, con un sonido que ésta vez sí les hizo justicia, demostraron que el bajón musical de su última entrega discográfica no es más que un pequeño traspiés en una carrera que, esperamos, debe seguir dando grandes momentos.

La actuación de The Soundtrack Of Our Lives venía avalada por los hermanos Gallagher, que no han parado en estos últimos meses de recomendar al grupo sueco. Aún así, el concierto de TSOOL no fue nada del otro mundo. Miradas constantes a la época dorada de los 60, y sonidos retro liderados por Ebott Lundberg, un más que curioso cantante que triunfó hace 10 años con UCP (Union Carbide Productions) y que lo sigue intentando con TSOOL. Aunque insisto, nada del otro mundo.


Y por fin llegó el grupo que los más de 10.000 asistentes a la edición de este año del festival esperaban: Oasis. Imagino que la desilusión tuvo que ser parecida en todos ellos. Porque poco menos que vergüenza ajena se podía sentir al oir a Liam Gallagher. Aquejado de una profunda ronquera, el vocalista de Oasis enlazaba gallo con gallo mientras presentaban los temas de su nuevo «Heathen Chemistry» y miraban al pasado glorioso de la banda, en aquellos tiempos dónde todo lo que tocaban se convertía en oro.

Sin duda, lo mejor del concierto fueron las canciones en las que cantó Noel, así como la versión de «My generation», dónde la afonía de Liam quedaba algo disimulada.

Eso sí, la gente (cerca de un 80% eran extranjeros) disfrutó del concierto coreando todos y cada uno de los temas que tocaron, y cuando acabó, se fue para casa.


A nosotros aun nos quedaba por ver lo que nos ofrecían Ladytron, y una vez más, nos sentimos decepcionados ante la frialdad y lo poco que conseguían transmitir estos ingleses que tanto nos habían gustado en disco con canciones como la archiconocida «Playgirl».


Poco más dio de sí la edición 2002 de un festival que ha perdido el encanto que lo caracterizó el año pasado, pero que en cambio ha ganado en público (mayoritariamente extranjero, claro está). Si esto es lo que se ha buscado desde la organización, no queda más remedio que felitarles. Pero que quede claro que a nosotros, este camino no es el que nos gusta.

Música de Papel

Paralelamente a la desilusión global festivalera, hubo tiempo para la esperanza con la exposición «Música de Papel». Dirigida por Rosa Pérez (Radio 3), la exposición mostraba, por una parte, portadas de revistas musicales españolas de los últimos 40 años, y por otra, organizaba mesas de debate con periodistas de renombre como Jesús Ordovás, Joan S. Luna, Bruno Galindo, Felix Suárez o Yayo Álvarez.


En un principio, las charlas tendrían lugar en el escenario Carpavision, pero al final se trasladaron a la carpa ADSL, y se emitieron en directo en EmisionDigital.com, un mal menor y una difusión mínima para un proyecto tan interesante como éste.

Un tirón de orejas bien grande para la organización, y un 10 a Rosa Pérez y el resto de colaboradores (entre los que humildemente fui incluido), que hicieron de estas charlas los mejores momentos del festival, y que convirtieron las mesas de debate en un lugar dónde escuchar y aprender sobre música, cosa harto dificil en los días que corren.

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