Los 5 errores más comunes al tocar percusión y cómo evitarlos
La percusión no es solo golpear objetos con sentido: es canalizar energía, emoción y precisión a través del tiempo. Pero incluso el más apasionado puede caer en trampas que sabotean su progreso. Aquí desentrañamos los cinco errores más comunes al tocar instrumentos de percusión y cómo evitarlos para que cada golpe cuente.
Un buen percusionista no se mide por su velocidad, sino por la limpieza de su ejecución. La técnica es el puente entre la intención y el resultado. Sin ella, cualquier tambor se convierte en un caos de sonidos sin alma.
Error #1: Ignorar la postura corporal
Una espalda encorvada, brazos tensos o una mala colocación de las manos puede desvirtuar incluso la mejor técnica. El cuerpo es el primer instrumento. Además, con una mala postura favorecerás las contracturas o la aparición de problemas físicos por lo que te recomendamos corregirla desde el principio.
Practicar frente a un espejo, usar una silla adecuada, y aplicar rutinas de estiramiento como el yoga pueden marcar la diferencia entre tocar incómodo o con fluidez.
Error #2: Golpear con demasiada fuerza o suavidad
Muchos creen que golpear fuerte equivale a tocar bien, pero esto es un grave error. La percusión necesita balance: cada acento debe tener intención, no brutalidad. Recuerda que tocas un instrumento musical por lo que no debes aporrearlo.
Toca patrones suaves con baquetas o manos cerradas, luego aumenta gradualmente la intensidad. El dominio de la dinámica te vuelve narrador rítmico, no solo ejecutante.
Error #3: Falta de constancia en la práctica
Practicar una vez a la semana es como aprender a hablar practicando una palabra al mes. La constancia es la clave oculta del talento.
Crea micro-retos diarios, únete a grupos musicales o utiliza apps de seguimiento de práctica como “Habitica”. Si consigues ser constante avanzarás muy rápidamente.
Error #4: No escuchar a los demás músicos
El percusionista que no escucha se convierte en un solista perdido. La percusión tiene su magia en la interacción, en dialogar con otros instrumentos.
Haz ejercicios de imitación rítmica, escucha grabaciones y aprende a reconocer patrones. Grabar ensayos también permite analizar errores de sincronía. Además, puedes buscar pistas Play Along y tocar sobre las mismas.
Error #5: Saltarse las bases del ritmo
Muchos saltan directamente a ritmos complejos sin entender el pulso básico. Un árbol sin raíces se cae al primer viento.
Camina mientras tocas un patrón básico. Cuenta en voz alta. Usa un metrónomo con acentos variables. El objetivo es sentir el ritmo, no solo seguirlo. Además, te recomendamos escuchar mucha música.
Para mejorar tu técnica, puedes usar con pads de práctica, metrónomos, aplicaciones como “Rhythm Trainer” . Recuerda comenzar a practicar todo lo más lento posible y a medida te vaya saliendo perfecto subir la velocidad poco a poco. Tocar lento es una estrategia poderosa. Permite interiorizar movimientos y construir memoria muscular con precisión milimétrica.
Te recomendamos el uso de metrónomo sin obsesionarte con el mismo. Úsalo como herramienta de precisión.
Grábate practicando ejercicios para tener una perspectiva objetiva de tu situación actual. Es como ver tu reflejo: descubres tics, desajustes y áreas de mejora que el momento en vivo oculta.
Cuando el cuerpo y la mente están sincronizados, los patrones fluyen. El percusionista se convierte en canal del ritmo, no en su obstáculo.
La ansiedad acelera. La tristeza apaga. El estado emocional se refleja en el tempo, en la fuerza, en todo. Tocar con consciencia emocional es vital. Te recomendamos respirar profundamente antes de comenzar a tocar y centrarte en lo que estás haciendo en ese mismo momento.
Consigue un buen profesor especializado en el estilo que más te guste para que te guíe en tiempo real, te motive y te guíe hacia caminos rítmicos que ni imaginabas.
Hay escuelas de percusión tradicional donde aprenderás batería o técnicas para caja y otras de percusión brasileña como Bloco Manglar, dirigida por Alfredo del Río, donde todo el mundo puede comenzar desde cero y unirse a un grupo grande de percusión.
Para saber si estás mejorando, haz un diario de práctica. Grábate semanalmente. Pregunta a otros músicos. La mejora real se siente en la fluidez, no solo en la rapidez.
La percusión es un arte ancestral que exige técnica, alma y escucha. Evitar errores es el primer paso para liberar el ritmo que habita en ti. Intenta que cada golpe tenga su importancia ya sea acentuado o no.