Muzikalia cumple 10 años. Repasamos en 60 discos y cuatro artículos nuestra primera década de vida


MUZIKALIAc

Muzikalia cumple 10 años

Por Manuel Pinazo

 

Muzikalia cumple diez años. Por ello, hemos querido resumir en 60 discos y algunos artículos, lo que ha significado la primera década de vida de nuestra revista.

Terminan los diez primeros años del siglo XXI y nos hemos visto con la obligación de resumir de algún modo con una lista de artistas nacionales e internacionales, lo que ha supuesto ese periodo de tiempo para las cerca de 20 personas que formamos parte del equipo de Muzikalia.

No hemos recurrido a rankings de mejores o peores, simplemente hemos juntado en orden alfabético los trabajos que han tenido mayor importancia en estos años. Podrás encontrar el 95% de ellos reseñados en la revista, que desde su nacimiento os ha ofrecido más de más de 10.000 noticias, unas 2.200 críticas de discos, 1.000 crónicas de conciertos o 500 entrevistas,… unos números que nos asustan, pero de los que nos sentimos orgullosos.

Todo surgió en el otoño de 2000 y ha llegado hasta nuestros días casi sin darnos cuenta. Desde nuestros comienzos nuestro principal objetivo ha sido la difusión de la cultura musical independiente, aportando un punto de vista diferente y personal. Abriendo nuestros canales a la participación de los lectores y permitiendo la difusión de nuestros contenidos, de manera Copyleft. Siempre hemos tratado de mantener un estilo propio, en ocasiones a contracorriente de modas, y hemos creado una forma de entender la información online personal.

Pero Muzikalia no sólo se ha quedado en lo meramente informativo. En este periodo hemos sido medio oficial o colaborador de alguno de los festivales más relevantes de este país o de giras de importantes artistas.

Desde 2007, gracias a nuestra constante labor de apoyo a los jóvenes intérpretes, somos medio oficial de Proyecto Demo, prestigioso concurso de maquetas creado por el Festival Internacional de Benicàssim en colaboración con Radio Nacional de España (Radio 3)y la cadena de televisión MTV.

Igualmente, fuimos designados publicación responsable de la creación del Catàleg Sonor, iniciativa para la programación de conciertos en Barcelona con la colaboración del Depósito Legal y la Sala Bikini.

Actualmente tenemos en marcha las MZK Sessions, donde en colaboración con Fnac, programamos a bandas emergentes una vez al mes en Madrid (Fnac Callao) y Barcelona (Fnac Triangle).

Todo ello conseguido gracias a vosotros y a vuestro apoyo. Los miles de lectores diarios que mantenéis viva la ilusión de las personas que formamos parte de este proyecto o que han formado parte a lo largo de estos años.

Gracias por seguir al otro lado y que sea por muchos años más.


 

La década de los retornos

Por Fidel Oltra

En un informe sobre lo que ha dado de sí musicalmente la primera década del siglo XXI no podía faltar uno de los fenómenos más característicos de los últimos años: la fiebre de los retornos: “Reunion Tour”, festivales, aniversarios, “rescates” de glorias perdidas… sería más sencillo enumerar las bandas que no han vuelto. El famoso “disbanded” de Allmusic cada vez tiene menos sentido.
Generalmente los retornos suelen producirse por dinero. Y el dinero hoy lo dan las giras y los festivales. Como decíamos, los “Reunión Tour” (o similares) de bandas que llevaban años sin actuar, sin grabar, o incluso sin hablarse, ha sido el pan nuestro de cada día. Es el caso de The Police (21 años después), Magazine (28 años), The Feelies (16 años), Dexy’s Midnight Runners (17 años), The Sonics(¡36 años después!)….Menos tiempo hemos tenido que esperar para ver de nuevo a Pixies, Vaselines, Waterboys, Crowded House oLemonheads. Reapariciones en algunos casos oportunistas, nada que ver con la obligada vuelta a los escenarios de Leonard Cohen,estafado por su representante y amante, y que nos ha dejado algunas actuaciones inolvidables. Ah, también vuelven los Sex Pistols…pero… ¿Se han ido alguna vez del todo?

Festivales como Coachella, ATP o el Primavera Sound (también FIB, el Summercase o el Sónar) se han especializado en conseguir la vuelta de formaciones retiradas (o casi), al tiempo que han puesto de moda las reuniones puntuales de bandas para interpretar algún disco mítico. Ejemplos: Slint, Young Marble Giants, Jesus & Mary Chain, My Bloody Valentine, Television (volvieron a tocar regularmente tras el ATP de 2001) o grupos que han ido entrando y saliendo hasta que han vuelto a separarse, como Bauhaus.

En ocasiones el acontecimiento no es la reunión de la banda en sí mismo, sino la vuelta al redil de algún líder carismático o la reunión de formaciones originales: Tim Booth/James, McCluskey/OMD, Marc Almond/Soft Cell, David Lee Roth/Van Halen, Roger Waters/Pink Floyd (por unas horas), Midge Ure/Ultravox; Mark Olson y Gary Louris vuelven a trabajar juntos, y también lo hicieronSimon & Garfunkel (después de 20 años sin hablarse); la Yellow Magic Orchestra recupera su nombre, Tears for Fears vuelven a ser un dúo, y se reunieron las formaciones originales de grupos como Gang of Four, Genesis, Mott the Hoople o Sly & The Family Stone. En nuestro país volvieron Nacha Pop, Los Ronaldos, Héroes del Silencio, Los Negativos, Cánovas Adolfo Rodrigo y Guzmán(sin Rodrigo), Kiki d’Akí, Pedro Marín o Joan Baptista Humet (lamentablemente fallecido). Para la anécdota quedaría la reaparición de los Hombres G.

Algunos retornos han venido con disco bajo el brazo. Con más o menos fortuna, claro. Mejores críticas recibieron New York Dolls, Mary Weiss (Shangri-Las), Steely Dan, Kate Bush, Van Der Graaf Generator o The Who que The Stooges, Big Star, The Zombies, Happy Mondays o Jane’s Addiction, por ejemplo. The B-52s, aunque no estaban separados, publicaron disco tras más de 15 años, al igual que Kraftwerk o Mission of Burma. El infierno se descongeló de nuevo para los Eagles. The Go-Betweens volvieron con la década y ofrecieron interesantes trabajos antes de la desaparición de Grant McLennan. Mención aparte merecen reapariciones sorprendentes de artistas poco conocidos recuperados después de varias décadas, como Nick Garrie, Linda Perhacs o Vashti Bunyan, así como la psicodélica vuelta de Arthur Lee al frente de Love, el inesperado regreso de Os Mutantes, o la espectacular y fugaz reunión de los míticos Cream. También The Faces (los supervivientes) preparan un único concierto para finales de 2009.

Cualquier excusa es buena. El aniversario de tal disco, de tal banda, de tal concierto…Roxy Music se reunieron en 2001 para celebrar su 30 aniversario, y lo propio hicieron Sugarcubes (20 aniversario), Camper Van Beethoven (25 aniversario), The Specials (30 aniversario), Blondie (30 años del “Parallel lines”), Pixies (20 años del Doolitle), los propios The Police (30 aniversario)…e incluso en algunos casos (Cliff Richard & The Shadows, Tina Turner, The Osmonds) tenemos tour de ¡50 aniversario!

También se ha puesto de moda en esta década las reapariciones “fantasma”: From the Jam (The Jam sin Paul Weller), Riders On The Storm (The Doors sin Morrison, lógicamente), los Undertones sin Sharkey, los Buzzcocks con gente que va entrando y saliendo, losMC5 sin Fred ‘Sonic’ Smith, Led Zeppelin con los dos miembros originales que quedan, o la más sonada, Queen sin Freddie Mercury(menos mal que al final Paul Rodgers se ha dejado de tonterías y se ha animado a reformar Bad Company, enorme banda setentera).

Rumore, rumore…Parece ser, se cuenta, se comenta, que The Replacements podrían volver en breve. Pavement volverán en 2010 y PIL a finales de este año.

Finalmente, no podemos dejar de comentar la aparición en esta década de dos discos largamente esperados: Smile de Brian Wilson(2004) y, por fin…el Chinese Democracy de los Guns ’n’ Roses (2008). Bueno, y el Third de Portishead, otro disco que se ha hecho de rogar.

Y seguro que me dejo un montón.


 

Los festivales 2000-2009

Por Raquel García

La década de los dosmiles sin duda pasará a la historia de la música de este país por ser la década de la música en directo y, concretamente, de los festivales musicales. Épica historia de nombres y carteles, que, como toda buena historia, ha contado con infinitos nacimientos, guerras, vencedores y vencidos. Ley de vida.

Ha sido la década de la consolidación del Festival Internacional de Benicàssim, aunque haya ido perdiendo por el camino ese “independiente” que formaba parte de su nombre inicial. Pero también ha sido la década del Sónar, aunque en los últimos años también haya ido perdiendo ese “música avanzada” que definía la propuesta. La guerra más sonada la protagonizó el Summercaseen 2008: se enfrentó a un titán como el FIB y acabó herido por éste y rematado por la crisis económica.

Propuestas más arriesgadas como la del Primavera Sound se ha convertido en uno de los referentes europeos. Y otras, algo más generalistas, como el Bilbao BBK, se han vuelto imprescindibles para miles de festivaleros que han huido despavoridos de las invasiones extranjeras de ciertos festivales.

Pero sin duda, ha sido la década del florecimiento de infinidad de propuestas más reducidas, a cual más específica, algunas de los cuales han aguantado el envite empujadas por el buen gusto: Tanned Tin, Contempopranea, Ebrovisión o Festival Faraday, por nombrar sólo unas pocas. En cada pueblo y ciudad se ha ido alimentando la vidilla festivalera como nunca antes había pasado en este país.

Si bien es cierto que debido a la saturación del mercado y a la antes mencionada crisis económica global, el panorama de festivales ha ido descartando a unos en favor de otros, en una criba brutal e injusta en algunos casos (léase un Festimad que últimamente da tumbos, por ejemplo), no es más cierto que gracias a los carteles de unos y otros, hemos visto pasar por nuestro país a las bandas más grandes, más pequeñas, más nuevas, más auténticas, más viejas, más inverosímiles o más extrañas del mundo.

Así que, por usar un topicazo, larga vida a los festivales.

 


 

 

Nos dejaron…

Por Jorge Salas

Esta primera década del siglo XXI que estamos a punto de ver completarse también ha tenido su dosis de sombras. En estos casi diez años hemos asistido, impotentes y con resignación, a la desaparición de verdaderos pedazos de historia de la música. Músicos legendarios, precursores y pioneros; todavía están recientes desapariciones de Sky Saxon (The Seeds), la Reina del blues Koko Taylor, Willy Deville o el histórico Les Paul, que nos dejó a los 94 legándonos las guitarras de cuerpo sólido con su inmortal heredera: la Gibson Les Paul.

El implacable ciclo de la vida no sabe de música; en la página de despedidas de estos primeros diez años hay que escribir demasiados nombres legendarios. No podemos olvidarnos de maestros del blues-rock como Etta Baker, Otha Turner, John Lee Hooker o Bo Diddley (principal puente entre ambos géneros); ni de las pérdidas de verdaderos emblemas del soul y el rithm & blues como Nina Simone, Barry White, Ray Charles, Luther Vandross, Wilson Pickett, James Brown o Isaac Hayes. Tampoco a día de hoy dejamos de escuchar los ecos de la voz del Man in Black (Johhny Cash) seis años después de su triste desaparición; Chet Atkins, Buck Owens y June Carter, mujer de Cash, terminaron de abrir la herida del country.

A ellos también hay que añadir figuras claves de muchos otros estilos. En esta primera década el rock ha tenido que despedir a uno de sus mejores guitarristas, George Harrison, y a miembros de bandas que lo hicieron grande como John Entwistle (The Who), Mitch Mitchell y Noel Redding (The Jimi Hendrix Experience), y Syd Barret (Pink Floyd). Algo parecido les ha ocurrido a los amantes del punk, que en tres años (de 2001 a 2004) tuvieron que asimilar las desapariciones de Joey, Dee Dee y Johnny Ramone, y la del muy querido Joe Strummer (The Clash); junto a ellos, Ian Dury, Ron Asheton (The Stooges) o Erick Lee Purkhiser ‘Lux Interior’ (The Cramps) completarían un extraordinario cartel para cualquier concierto. Tampoco se ha escapado el pop, que este verano se quedó sin Rey (Michael Jackson) y al que hay que sumar las pérdidas de Maurice Gibb (Bee Gees), Denny Doherty (The Mamas & The Papas) y Mary Travers (Peter, Paul & Mary).

Estos primeros diez años del siglo XXI nos ha helado la sangre con las desapariciones de músicos de los que todavía esperábamos disfrutar más. En España hemos tenido que contemplar como largas enfermedades se llevaban a Carlos Berlanga (Kaka De Luxe/Pegamoides/Dinarama), Antonio Vega y Sergio Algora (El Niño Gusano, La Costa Brava); a ellos hay que añadir las extrañas circunstancias de la muerte de Elliot Smith y James Lawrence (Hope Of The States), y el desgraciado accidente de Mary Hansen (Stereolab) mientras paseaba en bici por Londres.

Todas estas despedidas, junto a muchas otras (como las de Tito Puente, Compay Segundo o Celia Cruz), se unirán para burlar al curso de la vida y permanecer inmortales cada vez que le demos al play o hagamos girar un vinilo. Hasta otra, amigos.

2000
Doris Jackson, The Shirelles (4 febrero), Ian Dury (27 marzo), Bill Woods (30 abril), Tito Puente (1 junio), Paul Young (15 julio),Carlos Cano (diciembre),

2001
Jimmy Zambo, Rey del pop en Hungría (2 enero), Glenn Hughes, Village People (marzo), Joey Ramone (15 abril), Renato Carosone(22 mayo), John Lee Hooker (21 junio), Chet Atkins (30 junio), Aaliyah (agosto), George Harrison (noviembre), Gilbert Becaud(diciembre),

2002
Joan Cardona ‘Ninyin’, Sopa de Cabra (20 enero), Marc Moreland (marzo), Randy Castillo, Ozzy/Mötley Crüe (26 marzo), Layne Staley, Alice In Chains (5 abril), Lisa ‘Left Eye’ Lopes, TLC (25 abril), Otis Blackwell (6 mayo), Dee Dee Ramone (5 junio), Carlos Berlanga, Kaka de Luxe/Pegamoides/Dinarama (5 junio), John Entwistle, The Who (27 junio), Michael Houser, Widespread Panic(10 agosto), Dan Kelly, The Kelly Family (agosto), David Williams, Drowning Pool (agosto), Ray Conniff (12 octubre), Jason Mizell ‘Jam Master Jay’, Run DMC (30 octubre), Mary Hansen, Stereolab (9 diciembre), Joe Strummer (22 diciembre)

2003
Maurice Gibb, Bee Gees (12 enero), Mickey Finn, T-Rex (11 enero), Howie Epstein, The Heartbreakers (23 febrero), Othar «Otha» Turner (26 febrero), Edwin Starr (2 abril), Nina Simone (21 abril), Noel Redding, bajista de Hendrix (11 mayo), June Carter Cash (15 mayo), Dave Rowberry, The Animals (6 junio), Barry White (4 julio), Skip Battin, The Byrds, New Riders, The Flying Burrito Bros. (6 julio), Compay Segundo (14 julio), Celia Cruz (16 julio), Johnny Cash (12 septiembre), Elliot Smith (21 octubre)

2004
James Lawrence, Hope of the States (enero), Paul Atkinson, The Zombies (1 abril), Ray Charles (10 junio), Rick James (6 agosto),John A. McGeoch, Siouxie & The Banshees/Magazine… (4 de marzo), Johnny Ramone (15 septiembre)

2005
Keith Knudsen, The Doobie Brothers (8 febrero), Sammi Smith (12 febrero), Renaldo ‘Obie’ Benson, The Four Tops (1 julio), Luther Vandross (1 julio),

2006
Bryan Harvey, House of Freaks (1 enero), Wilson Pickett (19 enero), Jockey Shabalala, Ladysmith Black Mambazo (11 febrero),Buck Owens (25 marzo), Nikki Sudden, Swell Maps (26 marzo), June Pointer, The Pointer Sisters (11 abril), Johnny Paris, Johnny & The Hurricanes (1 mayo), Grant McLennan, The Go-Betweens (5 de mayo), Freddie Garrity, Freddie and the Dreamers (19 mayo),Rocío Jurado (1 junio), Vince Welnick, 55. Grateful Dead, Tubes (2 junio), Billy Preston, 59. cantante y pianista con Beatles y Rolling Stones (6 junio), Claydes Charles Smith, Kool & the Gang (20 junio), Syd Barret (7 julio), Bruce Gary, The Knack (22 agosto), Etta Baker (23 septiembre), Robert Lockwood Jr. (21 noviembre), James Brown (25 diciembre)

2007
Denny Doherty, Mamas and Papas (19 enero), Billy Thorpe (28 febrero), Brad Delp, Boston (9 marzo), Mstislav Rostropovich (27 abril), Zola Taylor, The Platters (30 abril), Luciano Pavarotti (6 septiembre), John Peterson, Beau Brummels (11 noviembre), Kevin DuBrow, Quite Riot (25 noviembre), Ike Turner (12 diciembre), Dan Fogelberg (16 diciembre)

2008
Jeff Healey (2 marzo), Josetxo Anitua, Cancer Moon (23 abril), Bo Diddley (2 junio), Sergio Algora (9 julio), Jo Stafford (16 julio),Isaac Hayes (10 agosto), Richard Wright, Pink Floyd (15 septiembre), Levi Stubbs, The Four Tops (17 octubre), Dee Dee Warwick(18 octubre), Jimmy Carl Black, The Mothers of Invention (1 noviembre), Miriam Makeba, Mama Afrika (10 noviembre), Mitch Mitchell, Jimi Hendrix Experience (12 noviembre)

2009
Ron Asheton, The Stooges (1 enero), Lux Interior, The Cramps (4 febrero), Estelle Bennett, The Ronettes (11 febrero), Antonio Vega(12 mayo), Jay Bennett, ex-Wilco (24 mayo), Koko Taylor (3 junio), Sky Saxon, The Seeds (25 junio), Michael Jackson (25 junio),Billy Powell, Lynyrd Skynyrd (28 junio), Willy DeVille (6 agosto), Les Paul (13 agosto), Ellie Greenwich (26 agosto), Jake Brockman, Echo & The Bunnymen (4 septiembre), Mary Travers, Peter, Paul & Mary (16 septiembre)


60 discos para entender 10 años

Si la de los 90 fue la década del grunge, el britpop, el shoegaze, el trip hop o el post rock, los primeros diez años de 2000 han sido la era del revival sonoro.

 

Las guitarras afiladas del post punk de los 70s, los ritmos de la new wave ochentera o el sonido oscuro, han vuelto reinvindicados años después y adaptados a nuestro tiempo.

 

Aunque quizá la gran noticia haya sido el nacimiento de una nueva generación de folk y cantautores, que han sacado de las sombras un estilo minoritario, para convertirlo en la tendencia de moda.

 

A la era de la alta definición, de internet, del mp3 parece que anda falta de ideas frescas y tal y cómo sucede en el cine con los remakes, la vuelta a los sonidos del pasado es lo que se estila.

 

Igualmente, algunas glorias de las pasadas décadas han vuelto a sorprendernos en la actual con la reinvención de su sonido.

 

Para terminar, valorar la buena salud de la que goza la música en nuestro país, que ha visto el nacimiento de una nueva generación de jóvenes bandas con ganas de comerse el mundo.

 

Sirvan estos 60 discos para resumir lo que a nuestro juicio ha sido lo más interersante de la década que termina:

 

 

 


12twelve – L’Univers (2006)
Atrás quedaron los tiempos de God Speed You! Black Emperor, Mogwai y similares para dar paso a Coltrane, Art ensemble of Chicago, The Thing y, en algunos desarrollos, a los mismísimos Pink Floyd. Su evolución del post-rock se nutre de jazz para crear un estilo único en el panorama musical independiente de nuestro país. Jazz? Post-rock? Prefiero llamarle simplemente 12Twelve.

 


Ainara LeGardon.- Each Day A Lie (2005)
Ya se postulaba con In The Mirror, pero el as de la manga de Ainara LeGardon se hizo llamar Each Day A Lie. De nuevo producido por Chris Eckman (The Walkabouts), Ainara nos ofreció en 2005 el mejor folk-rock oscuro para los vencidos.

 


Animal Collective – Merriweather Post Pavilion (2009)
El grupo de Baltimore puede proclamarse como uno de los grupos más fructíferos e influyentes de la década. De entre su extensa discografía resulta complicado elegir un disco por encima de los demás pero su último trabajo ha acabado de convencer a los pocos que seguían dudando de su genialidad.

 


Antony & The Johnsons – I Am A Bird Now (2005)
Servidor siempre se conmoverá más con su debut, pero hay que rendir cuentas y decir que el monstruoso, en todos los sentidos, Antony Hegarty, pasó de tritón a elevarse mil metros sobre el suelo con esta colección de temas más elaborados y reflexivos que aquellos. Muchos invitados se rendían al vodevil más íntimo que puede echarse a la cara nadie: enfrentarse ante la visión en el espejo de nuestro inestable y metamórfico transito. El feismo delicado y ensoñador de un genio.

 


The Appleseed Cast – Two Conversations (2003)
Con este su sexto trabajo fuimos bastantes los que descubrimos a Appleseed Cast en todo su potencial: letras introspectivas, casi hirientes, una voz emocionante y brillantez instrumental. Bebiendo del postrock pero accesible y concreto. Tal vez la última ocasión en que la etiqueta “emo” se pudo aplicar a un disco sin sonar peyorativamente.

 


The Arcade Fire – Funeral (2004)
Win Butler y compañía protagonizaron una de las primeras grandes revoluciones musicales a través de internet. Desde una apartada orilla de la industria lograron entusiasmar a multitudes por todo el planeta. El debut más espectacular de la década y un disco que dejará una huella muy profunda.

 


Arctic Monkeys – Whatever People Say I Am, That’s What I’m Not (2006)
Del disco de debut que ostenta aún el récord de ventas en su primera semana (casi 120.000 copias), y de aquel exhilarante momento en que Arctic Monkeys eran el mayor fenómeno musical de la historia, queda después de todo un potente álbum de rock repleto de prostitutas traviesas, borracheras adolescentes y mucho brío post-punk. Una mezcla entre la descalabrada tradición megalomaníaca de Oasis y la nueva hornada de poetas suburbanos británicos.

 


Bigott – Fin (2009)
Fin completa una intachable trilogía que en realidad nunca fue planificada como tal, pero que marca en cualquier caso la cumbre de una carrera incorruptible. Borja Laudo se muestra más accesible que nunca, sin perder con ello un ápice de su marcada personalidad a lo largo de treinta minutos de inspirado folk marciano y desinhibido.

 


Björk – Vespertine (2001)
Vespertine (2001) es un auténtico viaje musical a un mundo ancestral y misterioso. Björk fiel a su estilo y al apodo de duende de Islandia creó un maravilloso mundo invernal a través de su canto y sonidos electrónicos y se convirtió en una de sus mejores obras.

 


Bright Eyes.- I´M Wide Awake It´S Morning / Digital Ash In A Digital Urn (2005)
Giro comercial para unos, genialidad para otros. Se dijo de Connor Oberst que era el nuevo Dylan, por talento e implicación política, aunque él seguía más bien la senda musical de Gram Parsons. Saca dos discos el mismo día, uno más acústico y otro más electrónico, y con los singles copa los dos primeros puestos del Billboard. Un grande.

 


La Buena Vida – Halelujah (2001)
Su cima. Ya lo bordaron con Soidemersol (97), pero cuatro años después –Panorama (99) mediante- los donostierras diseccionan a fondo el trayecto de las relaciones afectivas, paradójicamente de la decadencia al auge, como si el milagro se tornara realidad al resurgir de las ruinas con el triunfo del amor de “Vini vidi vinci”. Arreglos exquisitos, letras sensibles, que no sensibleras y una predisposición muy seria a desnudarse a calzón tendido.

 


Cat Power – The Greatest (2006)
The Greatest significó la consolidación de Charlyn Marie Marshall como Cat Power. Por primera vez compuso todos los temas de un disco y, acompañada por la Memphis Rithm Band y con una excelsa producción, dio un paso definitivo en su carrera.

 


Chucho – Diarios De Petróleo (2001)
Fernando Alfaro firmó sencillamente un disco maravilloso. Superando incluso sus estupendas etapas anteriores, desnudó su alma y nos sirvió uno de los manjares más exquisitos que hemos saboreado por estas tierras. Un trabajo que es capaz de competir con cualquier disco que estés pensando ahora mismo.

 


The Cure – Bloodflowers (2000)
Bloodflowers es sin duda la gran referencia de los de Robert Smith en toda la década de los 2000. A pesar de contar con unos directos descomunales y de una impronta que hace justicia a su leyenda, en este disco nos reencontrábamos con unos Cure que hacían honor a su legado a base de canciones deslumbrantes y desasosegantes a partes iguales, siguiendo la estela del insuperable Disintegration (1989).

 


Death Cab For Cutie – Transatlanticism (2003)
Ni antes ni después harán algo igual. ¿Por qué? porque sólo se puede componer una vez temas tan gigantes como “The new year”, “Transatlanticism”, “Passenger seat” o “Title and registration”. Preso de la tristeza más inspiradora que pueda albergar obra alguna, cualquier alma curtida o virgen “otorrinalmente” a la música, es cautivada ante el único disco de la década que da sentido literal a la etiqueta emocore. Pornografía emocional, un chute de carne cruda.

 


Devendra Banhart.- Cripple Crow (2005)
Abanderado del neo-hipismo, o perro-flautismo como quieran llamarlo, Devendra acusa una irritante irregularidad en sus trabajos. Pero con Cripple Crow logró hacer un disco repleto de grandes canciones y que pese a su longitud siempre se hace demasiado corto. Un disco con aroma de clásico.

 


Dominique A – L´Horizon (2006)
Es la mezcla de paisajes y horizontes, envuelta por una combinación perfecta de orquestación, rock, pop, folk y electrónica, todo ello sobrevolado por la ligera y desnuda voz de Dominique Ané, lo que hace de su noveno disco, una de las obra más intensas y agradables de escuchar, que se han hecho a lo largo de toda la década. Sin que sirva de precedente… Vive la france!

 


Fleet Foxes – Fleet Foxes (2008)
Hay grupos como Fleet Foxes que recuerdan que hay margen para la sorpresa a pesar de los lugares comunes de tantos grupos ´poperos´. Pop y folk de antaño, melódico y fresco en el disco Fleet Foxes (2008) que su mayor influencia será su perduración en el tiempo.

 


Franz Ferdinand – Franz Ferdinand (2004)
En 2004 saltaron a los medios con su famoso manifiesto: “vamos a hacer música para que bailen las chicas”. Los escoceses consiguieron el equilibrio entre el legado post-punk y la música de baile, con una puesta en escena atractiva y unas melodías redondas. Esta vez, el hype estaba más que justificado.

 


Gnarls Barkley – St Elswhere (2006)
Danger Mouse ofreció su mejor repertorio de samples, sumó su habitual maestría a los mandos, y contó con la colaboración del excelente cantante Cee-Lo Green. Resultado: un espléndido disco de neo-soul. Trataron de repetir el éxito en The Odd Couple (08), sin acierto.

 


The Go-Betweens – Oceans Apart (2006)
El tercer disco (que quedará para la historia como el último) tras la reunificación de los australianos The Go-Betweens, fue un caso digno de mención, una lección de cómo una banda con casi treinta años de carrera puede mantener intacta su capacidad para crear obras absolutamente deslumbrantes, a base de canciones de pop imperecedero.

 


Grizzly Bear – Veckatimest (2009)
Pop luminoso, preciosista y exquisitamente arreglado que sienta las bases de hacia dónde tendría que ir la nueva música popular de calidad. Melodías imaginativas, instrumentaciones poco convencionales y canciones sobresalientes en una de las obras cumbres de la década.

 


Kings Of Convenience – Riot On An Empty Street (2004)
Es increíble lo que son capaces de hacer dos chicos con sus guitarras. Los noruegos Kings of Convenience echan la vista a territorios más cálidos para construir una atmósfera íntima y melancólica de sugerentes arreglos, cadencias sabrosas de bossa y maravillosas voces.

 


Lambchop – Aw C´Mon/No You C´Mon (2004)
Fue sólo después de seis discos y diez años como banda, cuando Kurt Wagner, alma, voz mente y corazón de la banda de Nashville, decidió dejar su trabajo poniendo parqué, para dedicarse plenamente a Lambchop. Su habilidad, y sensibilidad, rindiendo al 100%, fue sin duda motivo suficiente para que la producción y la calidad de las canciones, luciese como hasta entonces nunca había lucido, teniendo como resultado este fantástico doble disco.

 


LCD Soundsystem – LCD Soundsystem (2005)
El LP de debut de la formación liderada por el gurú underground James Murphy asombró a medio mundo con su furiosa redefinición electrónica del punk. Un exquisito martillazo que surgió de la efervescente escena de clubes neoyorquina, que daría no sólo un grandísimo disco sino uno de los pocos referentes culturales válidos en una década rica en movimientos estéticos pero decididamente falta de ideas.

 


M. Ward – Post War (2006)
M. Ward firmó con Post War una de sus mejores obras hasta la fecha con el permiso de Hold time (2009). Con voz dolida y rasgada y con preciosas melodías, modernizó el concepto de la música folk y reivindicó su tremenda actualidad.

 


Manta Ray – Estratexa (2003)
El que fue cuarto álbum de los asturianos, primero para el sello Acuarela fue una auténtica apisonadora. Ya lo advertía su hoja de promocional: “apártense del camino, porque aplastan”, o mejor aun, súbanse a su carro y disfruten, porque nos encontramos ante una de las mejores bandas europeas de los últimos años.

 


Massive Attack – 100th Window (2003)
Un trabajo difícil, con todos los visos de convertirse en un disco de culto y marcar una nueva pauta a la hora de mezclar conceptos sonoros. La última obra maestra hasta la fecha, que añadir a la imprescindible discografía de los inventores del trip hop.

 


Mercromina – Bingo (2002)
En un sector independiente en España marcado por Los Planetas, Mercromina reivindicó con Bingo su sonido con un disco con rabia, melancolía y psicodelia mientras cantaban: «Yo que estuve bajo el mar con el capitán Cousteau, con el alma en inmersión explorando el Coral».

 


Micah P. Hinson.- Micah P. Hinson & The Gospel Of Progress (2005)
En esta década pocos discos debut son mejores que The Gospel Of Progress. Pocos son los artistas con tanto bagaje vital y talento para escribir. Micah es heredero de la mejor tradición folk-rock americana, y lo mejor de todo, es que ni siquiera tiene treinta años. Esperanzador.

 


Mogwai – Rock Action (2001)
Tras el decepcionante Come on Die Young (99), el grupo escocés supo reorientar su talento hacia nuevos territorios. La emotividad y artesanía de su música , se vió enriquecida por la aportación vocal de Gruff Rhys, y la envoltura electrónica que aplicaron a su imitado post-rock.

 


Morrissey – You Are the Quarry (2004)
Muy por encima de los irregulares Maladjusted (97) y Southpaw Grammar (95) y más cercano a sus grandes obras, You Are The Quarry aunaba en doce canciones los mejores tics que en su carrera ha ido limando con los años: una actitud única, un estilo personal, melodías demoledoras, letras sobrecogedoras,… todo un compendio de virtudes que convierten a su autor en uno de los grandes clásicos contemporáneos.

 


Nacho Vegas – Cajas De Música Difíciles De Parar (2003)
Capaz de despertar entusiasmo y rechazo a partes iguales, Nacho Vegas se confirmó como uno de los letristas más dotados de su generación. Una fantástica sucesión de gloriosas canciones que intentan abarcar toda la paleta de las emociones humanas. Un bello y oscuro viaje.

 


The National- Boxer (2008)
Uno de esos discos que no tienen prisa en presentarse al mundo. Cada año que pasa va acrecentando su fama y atrapando a nuevos seguidores. El mejor folk-rock que puedas imaginar se encuentra a raudales en esta pequeña joya.

 


Nick Cave & The Bad Seeds – Abattoir Blues/Lyre Of Orpheus (2004)
En un arrebato de creatividad de tal calibre que tan solo puede atribuirse a algún tipo de pacto con el diablo. Un disco doble de una calidad que desafía cualquier intento de descripción, clasificación o imitación. Un trabajo que marca máximos en sensibilidad, en potencia, en virtuosismo, en poesía, en atrevimiento y en inquietud artística. Un álbum cuyo conjunto tiene sabor a eterno.

 


Nosoträsh – Popemas (2002)
Son estos 20 poemas cantados, instrumentados, susurrados y ambientados, los que de forma tierna, triste, dulce y minimalista, hicieron del tercer disco de la femenina banda, una de esas pequeñas joyas del indie nacional, que son imposibles de repetir y diferente a todo lo demás. Una joya, que nunca deben faltar.

 


Nudozurdo – Sintética (2008)
Tras un primer disco que pasó injustamente desapercibido, Nudozurdo estrenó una nueva etapa con este Sintética, el disco que convirtió a la banda madrileña en la mejor noticia del pasado 2008 a nivel nacional y en una de las apuestas de futuro más seguras.

 


Los Planetas – Unidad De Desplazamiento (2000)
Antes de rendirse a las formas y contorsiones flamencas, J y compañía alcanzaron aquí su auténtica madurez tras el resacón de Una semana en el motor de un autobús (98). La resignación de “Un buen día”, el quejío de “Santos que yo te pinte”, la lírica de “Anuncio para coches” o la melancolía de “La cara de Niki Lauda” son chispazos del genio atesorado en un disco de psicodelia sincera, de poética epidérmica, que de tan cierta hace rendirte a su obra más de verdad. Un disco que apetece abrazar y consolar desde lo más profundo.

 


Portishead – Third (2008)
Cincuenta minutos de una intensidad desbordante y claustrofóbica, donde las emociones suben y bajan como si de una montaña rusa se tratara, la fragilidad se une con desarrollos electrónicos imposibles y percusiones asfixiantes. Una lección a base de rock sinfónico setentero, industrial, de folk sureño o del afterpunk propio de los primeros Banshees con el que Portishead nos demostraban que había vida después del trip hop.

 


The Postal Service – Give Up (2003)
Un divertimento entre dos genios es lo que tiene: se puede ir de las manos y convertirse en uno de los artefactos más influyentes de la década. Déjale a James Tamborello las máquinas, los bips, los ritmos, la electrónica. Y que Benjamin Gibbard se encargue de las letras, las guitarras, las melodías. Y salen canciones excepcionales, como las que hay en Give up.

 


Primal Scream – XTRMNTR (2000)
Si en los años 90 reinventaron a su generación gracias al imprescindible Screamadelica (1991), XTRMNTR (2000) fue una patada en el estómago que marcaría a toda una generación. Bases enloquecidas unidas a guitarras desafiantes, una producción magistral que mezclaba los mejores beats con el sonido más primitivo, para conseguir con su conjunto, definir el rock del siglo XXI.

 


Programme – L´enfer Tiede (2002)
Devastador documento de la decadencia occidental. Horror sónico en un panegírico de rock cubista, acerado y siempre arisco. El ahogo de “Une vie” o la fosa abisal de “Il y a”, son sólo pequeños apuntes de un mundo resquebrajado ante nuestros propios ojos. El terror de la masa exfoliado a gusto por Arnaud Michniak, supone el mayor atentado de la década escupido al sistema.

 


Pulp – We Love Life (2001)
Dejando a un lado todo lo que significó el britpop y siguiendo la estela del gran This Is Hardcore (1998), Pulp se despedían discográficamente con un álbum plagado de registros. Con una producción exquisita a cargo del mítico Scott Walker, We Love Life quedó como testamento sonoro de una de las bandas más elegantes y cautivadoras de su generación.

 


Queens Of The Stone Age – Songs for the deaf (2002)
La colaboración entre el contundente estilo de Queens of the Stone Age – entonces ya con dos muy buenos discos a sus espaldas – con la imponente voz de Mark Lanegan y la batería del ex-Nirvana Dave Grohl (que aportó un acompañamiento de percusión sencillamente perfecto) alumbró un disco de hard-rock prodigioso en su variedad de registros, su limpieza de sonido y su virtuosismo técnico y lírico.

 


Radiohead – Kid A (2000)
Es difícil superarte después de la publicación de un gran disco y más si éste se llama OK Computer (1997). Radiohead lo hizo cambiando las guitarras por la música electrónica con Kid A (2000). Radiohed mantuvo viva su energía y melancolía en un disco experimental que marcó y marcará tendencia.

 


Remate – No Land Recordings (2007)
Su obra más ambiciosa. Un trabajo mastodóntico que en dos cds contenía nada menos que 25 canciones donde el rock fronterizo, el folk de cantautor y la esencia de Dylan, Neil Young o Leonard Cohen, conjugaban un conjunto que pasará a la historia como uno de los mejores trabajos nacionales de la década.

 


Richard Hawley – Cole’s Corner (2005)
Avisó con “Late night final” (2001), y este fue el disco de su confirmación. Supura elegancia por todos sus poros, con recuerdos al primer Scott Walker, a Neil Hannon o a Bryan Ferry. Encima contiene una de las mejores canciones de la década: la melancólica y sublime “The ocean”. El gran crooner de la década.

 


Rufus Wainwright – Want Two (2005)
Cuando ya pensábamos que Rufus había entregado todo su ego en Want One, va y regresa con una poderosa obra llamada Want Two. Más instrumentación, más poderío, más Rufus. Arrogancia, gallardía, inteligencia y genialidad. Un condensado de Wainwright grande como para no acabárselo.

 


Scott Walker – The Drift (2006)
Scott walker. Thedrift. Hablar de oscuridad y opresión es ya tópico con determinados autores y obras, y en este caso sería quedarse en la superficie de un ente inabarcable, complejo, riquísimo, feista. The Drift es una oda al terror, una prueba de fuego que convierte otros ejercicios de estilo y búsqueda creativa en vergüenzas para gente moderna.

 


Sigur Rós – (2002)
La radiografía de una lágrima. A veces no es necesario analizar una obra, basta dejarse llevar por las sensaciones más puras y directas. Este bello y melancólico tratado de composiciones sin título, sin letras definidas, pura esencia de la emoción -esa palabra que asusta tanto a algunos- me ayudó a entender la pérdida y cada vez que necesito albergue, recurro a él y como yo, tantos otros. Después seguirían facturando maravillas más terrenales, pero igual de arrebatadoras.

 


Songs: Ohia – The Magnolia Electric co (2003)
Este disco marca el final de Songs: Ohia tras seis años, y el principio de The Magnolia Electric Co., grupo actual de Jason Molina. A su habitual hieratismo y espíritu confesional, Molina añade algo de electricidad, ganando en fuerza y empaque, entregando su mejor trabajo.

 


Spiritualized – Songs In Ae (2008)
Spiritualized tuvieron que tocar fondo para conseguir su particular regreso a la gloria. Los excesos terminaron por pasar factura a Jason Pierce, quien concibió su disco tras estar cerca de la muerte (de ahí su título). Su resurrencción se convirtió en un majestuoso trabajo donde soul, rock n’roll, folk y psicodelia se acompañan de exquisitos arreglos para concebir uno de los mejores momentos de su discografía.

 


Sr. Chinarro – El Fuego Amigo (2005)
Puede que para algunos fuese a peor, pero creo que para la inmensa mayoría, fue un incuestionable punto de inflexión en la carrera de Antonio Luque, y que además fue claramente a mejor. Un disco lleno de cambios, de ironía, de melodías agradables y originales, que por fin demostraron el verdadero potencial de Chinarro, en un disco en el que cada canción es imprescindible.

 


Standstill – Vivalaguerra (2006)
Héroes cotidianos. Luchas ordinarias. Sonrisas resignadas. Esperanzas valientes. Poemas furtivos. Sueños mínimos. Pasos gigantes. Victorias íntimas. Desastres compartidos. Caricias ajadas. Preguntas difíciles. Caminos abiertos. Miradas grises. Madrugadas sordas. Días de frente. Así es la guerra: Que viva.

 


The Strokes – Is This It (2001)
The Strokes iban para ser la mejor banda de rock de la década. Quizás se han quedado muy cortos para aspirar al título pero su primer disco contiene algunas de las mejores canciones que hemos oído estos años y sirvieron para abrir la puerta a muchas otras bandas que han firmado la enésima metamorfosis del rock.

 


Sufjan Stevens – Illinoise (2005)
Revolución. Eso es lo que representa este disco dentro de la música folk. Delirante imaginación y altísimas dosis de originalidad y talento componen esta magna obra a medio camino entre un disco conceptual y una ingeniosísima broma musical. Abrumadora belleza, mucho sentido del humor y una instrumentación apabullante son algunas de las dianas de este gran disco.

 


Tindersticks – Waiting For The Moon (2003)
Siempre quisimos ilustrar nuestra desesperanza y desamor con sus postales de nocturnidad alevosa y sórdida. Tras dos álbumes irregulares, pocos pensábamos que nos volverían a hincar tan adentro sus letanías. Y ya si te las susurraba junto a Staples el granuja de Hinchcliffe, querías morirte poseído por tanto sadismo urbanita. La noche ahogada por la humedad de llantos y fluidos copulando en insaciable contradicción.

 


Triángulo De Amor Bizarro – Triángulo De Amor Bizarro (2007)
La irrupción de los coruñeses en 2007 supuso un puñetazo en la mesa del indie patrio a golpe de punk-rock de quilates y mucho, mucho descaro. Fue el mejor debut del año y un enorme soplo de aire fresco para una escena a veces tan enquilosada.

 


The White Stripes – Elephant (2003)
A Jack y Meg White hay que apuntarlos en el lado de los ganadores. Su rock de querencia 70s, lleno de riffs, blues y tradición, caló rápidamente en el sector más roquero. En Elephant suenan más cohesionados y equilibrados que nunca, facturando hits que hoy día son clásicos.

 


Wilco – Yankee Hotel Foxtrot (2002)
Entre dos maravillas como Summerteeth (99) y A Ghost Is Born (04), Jeff Tweedy y compañía publicaron Yankee Hotel Foxtrot (02), considerado mayoritariamente como su obra magna e imponiéndose como principales referentes del sonido Americana. Impecables conciertos hicieron el resto y terminaron por situar a Wilco en el Olimpo del panorama musical.

 

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