WOP Festival – Pabellón La Casilla (Bilbao)

Segunda edición del Walk On Project Festival que comenzó su andadura el año pasado en la localidad de Durango (Bizkaia) y que en la presente edición ha dado un salto importante de tamaño al trasladarse a una gran ciudad, a un pabellón de mayor capacidad y con un cartel más ambicioso.
Durante el calendario musical existen numerosos festivales de distinto pelaje según estilo, ubicación, dimensión, etc. pero, al contrario que en otros países, pocos festivales estatales se realizan con carácter solidario y para recaudar fondos, para programas de estudio de enfermedades raras, como es este caso.
Y ésta, que es la primera seña de identidad del festival, se traslada directamente al público asistente ya que el trato que se recibe es mucho más cercano, cómodo y amable que el que se recibe en la mayoría de festivales. Todas estas tareas son realizadas por voluntarios, que junto el apoyo institucional y la colaboración de bandas y promotoras hacen que el festival sea posible y pueda cumplir sus objetivos.
Aparte el festival musical, durante el fin de semana tuvieron lugar diversos actos paralelos en distintos puntos de la ciudad como talleres, concentraciones moteras y algunos conciertos.
En lo estrictamente musical comenzaron el viernes El inquilino Comunista, banda de culto de los años 90, que se prodiga poco por los escenarios y a la que no llegamos a tiempo de ver.
Continuaron Doctor Deseo con un buen número de aficionados concentrados ya en La Casilla para presenciar uno de sus últimos conciertos durante una temporada. Esta circunstancia unida a que tocaban en «casa» hizo del concierto una autentica comunión con sus seguidores que se prolongó más de 90 minutos y en el que no faltaron ninguno de sus clásicos «Corazón de Tango»,»Abrázame» y el grueso de sus temas de su último álbum «Al amanecer seguir soñando» con su cantante Francis como foco de atención de la banda.

Más tarde el reencuentro con Los Enemigos que, han vuelto al ruedo de los conciertos durante este 2012 y que, por lo visto, parece que no se hubieran ido, ya que sonaron compactos y poderosos y con un Josele cantando mejor que nunca «Desde el jergón», «Señora», «Antonio», «El Rey» y demás repertorio enemigo, saciando convenientemente a sus muchos seguidores vascos que acudieron exclusivamente ese día del festival. A reseñar que, como todos los grupos del festival, realizaron su set completo, lejos de los encorsetamientos horarios de otros festivales.

Finalizaron la jornada del viernes  los suecos The Hives, último grupo en añadirse al cartel del festival. Efectivos y efectistas a partes iguales, no se les puede negar presencia escénica, tener un gran frontman y una serie de temas que te atrapan irremediablemente con su garage punk rock facilón. La cosa cambia cuando los temas no son tan efectivos, como en el último álbum y transcurren los minutos con las mismas poses, carreras y demás tics que se hacen un poco reiterativos, aunque a otra gente le parece que ése es su encanto precisamente. Su cantante Pelle Almqvist, dio una auténtica lección de profesionalidad ante los numerosos problemas de sonido que salpicaron el concierto, reiniciando las canciones, apaciguando los ánimos de algún miembro del grupo que amenazaba con abandonar el escenario y consiguió terminar 90 minutos de concierto haciendo agacharse a todo el pabellón, para saltar al unísono en la final «Hate to Say I Told You So».

La segunda jornada comenzó con la banda  nacida del proyecto Walk On Project, The Wop Band que cuenta con un álbum con exquisitas colaboraciones como Steve Wynn. Para esta ocasión contaron con el apoyo en directo de Gari ex cantante de Hertzainak. Más tarde subieron al escenario The Right Ons que desplegaron su rock negroide que en directo adquiere tintes más festivos si cabe, que nos vinieron muy bien para calmar la impaciencia de ver a la siguiente banda.
The Dream Sindycate ante nuestros ojos, 24 años después de su última visita a Euskadi y celebrando el 30 aniversario de la publicación de «The Days Of Wine and Roses» con  todos sus miembros originales a excepción del 2º guitarrista, cuya plaza la ocupa Jason Victor, miembro de Miracle 3 la banda que acompaña a Steve Wynn. Viaje en el tiempo, recordando aquellos años en los que esta banda despuntaba claramente del resto de aquéllas que se encuadraban en el «Nuevo Rock Americano», por ser la más heterodoxa de ellas, donde el rock de raíces -Television, la Velvet- y el punk rock se entremezclaban para dar un banda fascinante. De su legado, solemos tener buena referencia y recuerdo en las frecuentes visitas de Steve Wynn por nuestro país, pero este concierto no se limitó a una reproducción del disco del aniversario sino que hubo paradas en «Medicine Show» y «Ghost Stories» para un concierto de guitarras, guitarras y más guitarras. Guitarras dobladas, subidas y bajadas, idas y venidas, distorsión controlada y rifs serenos pero adictivos para el mejor concierto del festival.

Después tomaron posesión del escenario The Jayhawks banda de canciones eternas pero de presente tristón. Desde la reunificación de la banda original hace unos años las cosas no han vuelto a ser las mismas. Ni su último disco ha alcanzado grandes cotas de inspiración ni su directo desde la vuelta de Mark Olson ha alcanzado las cotas de aquellas primeras giras por España. Olson  parecía que estaba en otro concierto y Gari Louris como desfondado, menos mal que atesoran temas como «Blue», «I´d Run Away» o «Waiting For the Sun» entre otros que hicieron que el concierto no se viniera abajo. Confiemos en que en un futuro recuperen la chispa creativa y la presencia escénica.
Finalizaron Soul Asylum que, a pesar de una más que correcta ejecución pareció solo interesar a sus fans más acérrimos, más allá de hits como «Runaway Train» o «Misery». Quizás hubiese sido conveniente invertir el orden de actuación con el «Sindicato del Sueño» pero los festivales tienen estas cosas.
Misión cumplida, aficionados satisfechos y organización que cumplió sus expectativas.
¡Larga vida al WOP Festival!