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Especial: 40 años de Three Imaginary Boys de The Cure

Estos días comentábamos los 30 años que cumplía Disintegration (1989), la obra maestra de The Cure, pero no queríamos pasar por alto otra efemérides que se cumple este mes de mayo: el 40 aniversario del que fuera su disco de debut.

Three Imaginary Boys llegaba a las tiendas en mayo de 1979 siendo una obra de su tiempo, hecha con el material que la banda formada por entonces por Robert Smith a las voces, Michael Dempsey al bajo y Lol Tolhurst a la batería, habían ido componiendo desde su adolescencia. Tres amigos de la infancia y compañeros de colegio a los que les unía su pasión por la música y que habían ido compartiendo banda con otros colegas de aventuras; primero en Malice y más tarde en Easy Cure, hasta terminar por fichar por un sello de nueva creación y grabar un disco bajo las órdenes de Chris Parry, AR de Polydor que abandonaba la compañía para fundar Fiction Records.

El debut de The Cure como decimos, fue un disco de la época más que un trabajo personal en el que marcaran claramente su sonido, eso ocurriría un año más tarde con Seventeen Seconds. Sus tres componentes, que por entonces se acercaban a la veintena, fueron claramente influenciados por la urgencia del punk y por artistas como Buzzcocks, Bowie o su idolatrado Jimi Hendrix. Poco antes de su lanzamiento ya habían acaparado la atención de la prensa con su single «Killing An Arab«, un polémico título para algunos que no era sino una referencia al libro El Extranjero de Albert Camus y que vino acompañado por otra de sus primeras y más míticas canciones, “10:15 Saturday Night”. Los de Crawley eran populares y aquél diciembre de 1978 también grabaron su primera Peel Session, en el famoso programa de la BBC del locutor John Peel y empezaron a girar por los escenarios del país, más allá de la sala The Rocket de su pueblo, en la que comenzaron a foguearse.

La primavera de 1979 por fin llegó Three Imaginary Boys, primer disco de The Cure. Trece temas elegidos por Parry, quien descartó los que le parecieron convenientes (tenían grabados más de 20). Un Parry que dada su experiencia y conocimiento del mercado, también escogió el orden de los mismos y la portada, unas decisiones que no gustaron nada al grupo, especialmente a Robert que no tiene demasiada consideración hacia su debut por su inexperiencia de entonces y porque le dejaran al margen (no volvió a ocurrir). Así, llegó un disco en el que en cuya portada en vez de encontrarnos con una foto del grupo, Robert era una lámpara, Lol un aspirador y Michael un frigorífico. Dejando a un lado su controvertido diseño, que ha quedado para la historia más como una anécdota entrañable que ninguna otra cosa, parece que a su líder tampoco terminó de convencerle.

Three Imaginary Boys es una fiesta postpunk con un sonido inocente, pero a su vez, tremendamente fresco. Trece composiciones (doce más una pista oculta instrumental) sin grandes artificios, temas instantáneos y brillantes melodías. Justo ahí es donde encontramos sus principales virtudes, en su simplicidad y efectividad. Esas canciones entre el post-punk, el power y jangle pop que no han perdido su vigencia cuatro décadas después y siguen sonando tan frescas como entonces. Sin duda, un buen lugar al que acudir para adentrarse en la prehistoria de The Cure.

Recordando algunas de sus canciones, nos quedamos con la monotonía adictiva de «10:15 saturday night» (esos “drip drip drip…”), la melódica “Fire In Cairo”, líricamente perfecta. La urgencia punk de “Grinding halt”, “Object” y “So what”, cuya letra fue improvisada con un texto de cupones de azúcar. También podríamos resaltar la efectividad pop de “Accuracy”, los toques jazzys de la discreta “Meathook”, la oscuridad de “Subway song”, la versión del «Foxy Lady» de Hendrix con la voz de Dempsey y la verdadera joya, esa introspectiva oda que es “Three imaginary boys”, en la que podemos encontrar parte del imaginario de futuras obras de The Cure tanto líricamente (“Cierro los ojos y los aprieto fuertemente, asustando por lo que el amanecer traerá consigo. Esperando al mañana que nunca llega”) como en la cadencia de su sonido. Podemos llamarlo inocencia, pero realmente contiene mucho material que analizado con perspectiva, terminaría siendo definitorio de su futura personalidad.

En 2004 volvió a lanzarse en una Deluxe Edition ampliada con maquetas y tomas en directo de la época. ¿Qué tal si volvemos a escucharlo al completo?

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

4 comentarios en «Especial: 40 años de Three Imaginary Boys de The Cure»

  • Muy buena reseña Pinazo, una vez más. Disco aceptable que aún así está en los últimos puestos de su gran discografía, junto 4:13 Dream y Wild Mood Swings.
    Grandes Cure. Este año promete con el nuevo disco y documental.

  • Me he acordado de la bonita versión del «Night in Cairo» a cargo de Luna recientemente. Si no la habéis oído, darle una vuelta.

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