The 1975 (WiZink Center) Madrid 27/02/24

El (efusivo) público de The 1975 tomó el WiZink Center en la que era única fecha española del afamado grupo dentro de su actual gira Still… At Their Very Best, que llegaba con la excusa de defender Being Funny In A Foreign Language (Dirty Hit, 22) y, sobre todo, la nada velada intención de presentar candidatura a próxima gran banda del pop. Del pop para masas, se entiende, el mismo que el grupo maneja a antojo y vuelca cada vez más hacia el mainstream con sonidos aptos para todo tipo de audiencia. El combo liderado por el mediático Matt Healy (y cabe suponer que también su entorno) saben del potencial que tienen entre manos, y no parecen dispuestos a escatimar recursos cuando de conquistar nuevos horizontes se trata.

La lona que proyectaba el logo del grupo cayó, tras la aprovechable actuación de Been Steller como teloneros –con influencias de Oasis, The Verve, The Charlatans y una miaja de The Strokes (que para eso son de Nueva York)–, dejando a la luz ese imponente escenario que emula con detalle un cálido hogar de dos plantas, listo para dar juego y formar parte del propio espectáculo delineado al milímetro. Y es que, el paso de The 1975 por Madrid fue, ante todo y precisamente, un espectáculo con mayúsculas. Puede que su credibilidad artística y valía musical resulte discontinua o cuestionable, pero esa algarabía efectista (y efectiva) en la que convierten sus conciertos resulta inmutable a lo largo de 120 entretenidos minutos.

Las marcadas facciones melódicas marca de la casa llevadas con solidez al directo comparten protagonismo con el liderazgo (y ego de estrella) de Healy, empeñado en enfatizar estudiada pose de malote –tabaco, gafas de sol innegociables, lingotazos a la petaca– durante toda la actuación. El grupo (hasta ocho sobre las tablas) obsequió a sus juveniles seguidores con las dos horas previstas, sin bises ni aparentes bajones de intensidad, en una fórmula que ya manejan con evidente seguridad y soltura. Desde la inicial y homónima “The 1975” y hasta el (agradecido) ramalazo punk final de “People”, pasando por “About You”, “TOOTIMETOOTIMETOOTIME”, “Somebody Else”, la coreadísima “If You’re Too Shy (Let Me Know)” o una parte final electrizada que incluyó “Sex” o “Love It If We Made It”.

Por supuesto, hay mucho de fenómeno fan en todo esto, con la banda recuperando esa aureola de atracción habitual en la sección de los “New Romantics” ochenteros, del tipo de Spandau Ballet, Duran Duran o incluso Depeche Mode. Los británicos ganan con respecto a su versión de estudio, amparados por una parafernalia tan ostentosa como bien medida y, en efecto, funcional. Una técnica que en su momento exprimieron (por ejemplo) U2, y que incluso llega a apostar por estética de videoclip en ciertos pasajes. The 1975 confirmaron tirón a golde de gritos de histeria y, resulta difícil negarlo, lucen la marca de los elegidos para la fama. ¿Son para tanto? Seguramente no ¿Serán la próxima gran banda de estadio? Definitivamente quizás.

Fotos The 1975: Raúl Julián

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