Entrevistamos a Los Rebeldes por la reedición de su debut

Carlos Segarra siempre ha tenido espléndidas canciones para dar y tomar, los afortunados son varios y destacados, y desde Los Rebeldes la lista de grandes éxitos y mejores directos es eterna. Desde el rock and roll y el rockabilly más genuinos ha sabido aglutinar como pocos el pop, el rock y otros ingredientes de forma convincente para llegar de lo más vivo al presente, algo vital para alguien que cantaba no creer en el futuro. Y como todo tiene un inicio, aprovechamos la afortunada reedición de Cerveza, Chicas y… ROCKABILLY! (1981) para intercambiar preguntas y respuestas con un músico único dentro de nuestra escena. Un placer.

«Los Rebeldes era una banda barcelonesa curtida y criada en un ambiente en el que la gente no nos mirábamos mal entre nosotros, mirábamos mal a la gente mala, entre nosotros, nada»

¿Cuál es el camino que os tocó andar para grabar Cerveza, Chicas y… ROCKABILLY!, vuestro primer LP?

Nosotros empezamos picando piedra para llegar a este primer disco, encima con la EMI Odeón, por dios, que la habíamos visto en el disco azul de Los Beatles (The Beatles 1967-1970), esto era la hostia, entonces digamos que nuestros primeros pasos eran ese estilo de picar piedra, machacando, pues como los Beatles en Liverpool por decirte algo y que se sigue haciendo en los locales de ensayo, aunque lo tienen peor.

Recuerdo que el primer año hicimos 126 actuaciones, de acuerdo que muchas actuaciones eran dobletes y luego tocabas en un sitio fijo, pero una banda del año ’79-’80 que acaba de empezar, que éramos no sé, algo así como una cosa parecida a un tío de Júpiter en medio de la Plaza Cataluña, era como “¿De dónde han salido estos?, ¿qué pintan ahí tres tíos de 17, 18, 19 años con tupés a lo americano? Se acaba de morir Franco y nosotros somos hippies, ¿qué hacéis vosotros?”, “No, tocamos este palo…” y a base de convencer, pim-pam, pim-pam, tocamos sobre cajas de naranjas al mismo tiempo que hacemos despedidas de quintos, bolos de doblete y triplete… Y de repente estamos curtidos en mil guerras, sin tener disco teloneamos a Chuck Berry y a Johnny “Guitar” Watson y así vamos subiendo, digamos, tanto en la escala musical como en la escala social en Barcelona. De repente, Los Rebeldes teníamos que estar en una fiesta de los modernos porque éramos tendencia.

Todo fue a base de picar mucha piedra y es entonces cuando la casa de discos llega, porque primero fuimos fichados por CBS y luego EMI Odeón nos ‘robó’ a CBS, porque en ese momento estábamos curtidos y entonces te vienen a buscar, simplemente vas con tus maquetas grabadas en cinta, a lo mejor en un Revox, hacías directos por la mañana en Radio Nacional con un sonido excepcional porque tenían casi lo mismo que los estudios de Abbey Road. ¿Y todo eso qué hace?, que cuando de repente ven que eres un crío, y de hecho lo eres, te van a buscar porque como músico estás más que curtido en mil batallas, mucho más de lo que ahora por desgracia lo están las bandas que empiezan porque no tienen opción.

 

Aquello era blues y no lo que cantas tú”, vaya, parafraseando una reciente canción tuya.

Exacto, exacto.

Es verdad que en aquel 1981 sois una especie única, había muy, muy pocos nombres que pudieran estar en una línea de estilo parecida: los primeros Coyotes, los primeros Tennessee con otro nombre… y sobre todo Loquillo con quien adaptas “Los tiempos están cambiando” de Bob Dylan para el sencillo que se publicó bajo el nombre de Loquillo y sus Amigos, donde encontramos en su ‘cara B’ el “Rock and roll star” compuesto por Sabino Méndez que es quien firma el cómic que aparece en vuestro Cerveza, Chicas y… ROCKABILLY! Imagino que además de simpatía y cercanía, la relación con Sabino y Loquillo era de absoluta amistad desde entonces.

Sí, pero bueno, fíjate, esto me viene al pelo para definirte lo que era la Barcelona de aquel momento, piensa que estaba la movida madrileña y luego estaba Barcelona, en Barcelona hacía mucho tiempo que con Franco vivíamos como si Franco no existiera, entonces el rock and roll en Barcelona, o sea, en Barcelona las tribus urbanas, los punkis y los rockers nos llevábamos de putísima madre, al igual que con los heavies de mi barrio y los mods… Donde en Valencia y Madrid había navajazos aquí había, bueno, no te digo la ópera rock Godspell en plan hippie porque movidas había, pero las tribus no nos mirábamos como enemigos unas a las otras. 

Barcelona era ebullición de muchas tribus y no solo las que tenían correspondencia con la movida madrileña, porque también estaban los dibujantes de tebeos que corrían por las ramblas, los pintores… Barcelona era una ciudad muy viva. Y en Madrid estaba el rock and roll tanto con Bulldog como con Tennessee, Los Coyotes cuando Victor Aparicio era un poco más rockabilly… En Barcelona, digamos, no había una presión por demostrar nada porque simplemente era estar ahí festejando que ya era oficial salir por la calle y que no pegaran a nadie por su pinta, lo detuvieran por ser gay ni cosas de estas, entonces todo eso empapa la carrera de Los Rebeldes hasta que graban su primer disco y luego sigue adelante.

Por eso te digo, que en Barcelona los rockers y mods teníamos una actitud muy punki porque Sabino Méndez que venía del concepto mod entró en Los Intocables como sustituto, me parece recordar, y luego ya llegaron Los Trogloditas, él hizo el cambio que entonces era muy normal, quiero decirte, por ejemplo en Madrid decían “¿pero cómo vas a encargar la portada a ese tío?, ese tío es un mod”, pues el tío es colega mío y tiene el noventa por cien de los mismos discos que tengo yo de Chuck Berry, yo tendría alguno de soul, vale, pero es colega mío y le encanta hacer canciones como a mí y dibuja de puta madre. Entonces, Barcelona era un caldo de cultivo en el cual había mezclas curiosísimas y muy exóticas, en Barcelona la movida nuestra era como muy fractal, una cosa te llevaba a otra, te llevaba a otra que te llevaba a otra… Por ejemplo, a mi me llevó a hacer la banda sonora de Las edades de Lulú, a dedicarme a componer música para publicidad o ir a recoger en nombre de un creativo los premios de la música de Donostia y cosas que solo podían haber pasado en esa Barcelona que por desgracia creo que ya no existe.

Los Rebeldes era una banda barcelonesa curtida y criada en un ambiente en el que la gente no nos mirábamos mal entre nosotros, mirábamos mal a la gente mala, entre nosotros, nada.

En ese contexto de interacción y en los primeros años de Los Rebeldes, llegas a producir el segundo disco de Gatos Locos (No Esperes al Sábado, 1987), aunque ya apareciáis en los agradecimientos del primero.

Correcto, era muy típico, claro, en Barcelona había también sus salas de conciertos y programación, y aparte el rockabilly allí entró muy de primeras porque habíamos tenido tradición con Los Sirex, Los Salvajes y grupos de los sesenta que estaban de vuelta, grupos que desde hace años devolvían una legitimidad al rock en castellano por decirlo de alguna manera, la escena tiró hacia el rockabilly y había bandas que nos contrataban, además todo el mundo cobraba más o menos, hoy en día que los chavales jóvenes pagan por tocar…, pues pagaban más o menos y entonces vinieron Gatos Locos desde Tarragona buscando productor, tuve muy buena relación personal con todos ellos, con Fernando Lavado por supuesto, como un hermano, y acabas haciendo pues eso, de productor en un disco de otro grupo de la siguiente hornada generacional dentro del estilo.

¿Puede decirse que “El Rock del Hombre Lobo” es el éxito de vuestro primer elepé?, al menos un par de años más tarde Loquillo y Los Trogloditas graban “Me Convertí en Hombre-Lobo por Culpa de Los Rebeldes” (El Ritmo del Garaje 1983)

Sí, pero no fue ni muchísimo menos un hit en su momento. 

Cuando salió el disco en el ’81, se grabó en el ’80 y en el ’82 me fui al servicio militar en Ceuta, tampoco se hizo una gran promoción porque podía haber seguido apoyando el disco pero me tocó servir.

Entonces el siguiente disco, Esto es Rock’n’Roll (1984), que es el que habríamos hecho como continuación de Cerveza, Chicas y… ROCKABILLY!, pues se queda un poquito en tierra de nadie y entonces qué pasa, que el disco lo conocía el típico rocker de Gijón, de Bilbao, de Donostia, sabes, de Murcia, que es la pandillita y ese era nuestro público, pero creo que vendimos…, no llegó ni a seis o siete mil copias, algo así, en su momento. 

Y luego qué pasa, que vas sacando discos y eso se notó y cuando empezamos con Sony y salió el disco de Rebeldes con Causa(1985) con “Quiero Ser una Estrella” y en especial “Mescalina”, pues claro, el público rockero que va subiendo generaciones, van de arriba hacia bajo y dicen “hostia, este no lo tengo”, y entonces empiezan a hacer reediciones poco a poco pero no de una manera muy seria y al fin, con esta reedición de Cerveza, Chicas y… ROCKABILLY! se hace como dios manda, con el cómic de Sabino Méndez, con una foto con mejor calidad de la que se publicó en su momento porque en esos años no miraban mucho las discográficas…

 

Como autor, en Cerveza, Chicas y… ROCKABILLY! aparece tu firma en solitario o formando parte como coautor en la mayoría de las canciones, salvo en “Vámonos” donde aparece E. Díaz “Speed” que además es interpretada por otro componente de la banda, ¿es el propio “Speed”?

Sí, es Emilio Díaz, el pianista. 

 En pocas ocasiones toma el relevo otra voz que no sea la tuya en Los Rebeldes, por ejemplo sucede con Dani Nel?lo y “La Noche es Larga” (En Cuerpo y Alma, 1990), o en Héroes y “En un Oscuro Bar”, ¿quién canta en esa ocasión?

La interpreta Aurelio (Morata). Estamos los tres de Cerveza, Chicas y… ROCKABILLY!, Aurelio, Moi y yo. Héroes salió editado en su momento por la discográfica que tenía nuestro mánager y lo sacamos de una cinta que teníamos de Revox, eran canciones que grabamos entre 1984 y 1985, se llevaron al estudio para arreglarlas un poquito y las editamos en el ’91. 

Ahora, curiosamente, en un par de meses como mucho sale el disco de directo que grabamos en febrero de 2020 en la Joy Eslava cuando después, al cabo de un mes pelado, nos cerraron ya el mundo. Entonces, fíjate, sale ahora el alfa de mi discografía que es el Cerveza, Chicas y… ROCKABILLY! reeditado y en nada se publica El Honor y la Gloria, el directo que es el omega de lo que he grabado. La gente podrá poner, por ejemplo, “Recuerda” o “El Rock del Hombre Lobo” de Cerveza, Chicas y… ROCKABILLY! y ver lo que ha pasado cuarenta años después con la misma canción, lo cual es muy curioso.

Tanto como disfrutar también de esas versiones de otros artistas que te gusta hacer con el grupo y en solitario. “Recuerda”, ya que la citas, es uno de los primeros ejemplos ya en vuestro primer disco.

Pues sí, la verdad es que sí, es que de hecho yo empecé tocando por garitos las canciones que me gustaban, básicamente de rock and roll, algo de blues, algo de pop, etc., etc., pero yo realmente nunca empecé por componer, las canciones que me gustaban ya estaban escritas.

O sea, que al principio no tenías pensado ser autor ni componer canciones, ¡quién lo diría!

Como digo, las canciones que me gustan ya están escritas. Todo lo que haga lo podré apañar más o menos, pero no son las canciones que me gustan (risas).

En la dedicatoria de Cerveza, Chicas y… ROCKABILLY! anotas: “A todos los Teddy Boys, rockers y aficionados al auténtico rock and roll, españoles, por todo lo que han tenido que soportar estos últimos años”…

Nos vendieron el rock and roll como Elvis en la cresta de Las Vegas y el rock and roll era el primer Elvis, Eddie Cochran y Chuck Berry que aquí en España no llegaban, eso para empezar. Y luego está ser músico, ya no te hablo del género del rock and roll, sino pongamos el rock en general, y va en defensa de una generación a la que cuando yo tenía diecisiete años ellos tenían ya casi los treinta, que esos lo pasaron fatal y cuando empezó ‘la movida’ se quedaron un poco fuera por eso, porque eran diez, quince o veinte años mayores y de ahí también había un cierto recelo hacia nosotros, dicen “mira estos que se lo llevan crudo ahí triunfando y nosotros pum, pum y mira, aquí estamos tocando orquesta, tocando pachanga”.

 

En cualquier caso, cuando tienes éxito el equilibrio de opiniones y puntos de vista es imposible, cuando no los actuales haters, y ya sobre todo a partir de cuando llega un éxito tan enorme como Más Allá del Bien y del Mal (1988).

Sí, pero bueno, más que haters, ibas a ambientes de músicos de jazz, por ejemplo, y no todos, pero siempre estaba el típico snob que cualquier cosa que tenga menos de doscientos acordes le parece cutre, eran celos más que nada, había un cierto celo que también yo lo puedo entender, lógicamente, tu ahí pues con tu pelo largo, haciéndote el hippie y te das cuenta de que ya las tachuelas y eso no se empiezan a llevar tanto y claro, llega el punk del 77 desde Londres, el revival de Stray Cats del rockabilly desde Nueva York, o sea, grupos europeos y españoles echando a artistas americanos de las listas… Los artistas españoles habíamos conseguido crear un lenguaje propio que impactara a los mass media, a las emisoras, etc., el pop español no solo era una opción para estar en la tabla de la liga, no, no, porque no solo vamos a llevarnos la liga, si no también la copa, la del rey y la de la reina, porque hubo una época que de verdad los grupos españoles mandábamos muchísimo en las listas tanto de éxitos como de ventas, porque las de éxitos son opinables, pero las de ventas no, lo que está vendido está vendido, entonces eso es parte de lo que ellos veían que se podía hacer muy grande y no consiguieron. Ojo, igual que por otra parte generábamos mucha simpatía, aunque a veces parecía que era gruñón con todo y nos machacaban en la radio, en la prensa, lo que fuera, porque todo esto es muy personal. 

Con Aurelio Morata compones “El Loco de la Autopista”, entre otras canciones, para Cerveza, Chicas y… ROCKABILLY!, sin duda es alguien fundamental en los primeros Rebeldes aunque sale pronto de vuestra discografía, en Rebeldes con Causa (1985) ya no está, en cambio, con el nuevo milenio ha ejercido como coproductor contigo de varios discos de Rebeldes…

Pues te cuento, este El Honor y la Gloria se grabó en febrero de 2020 como he comentado antes y era para sacarlo en primavera de ese mismo año, pero vino la pandemia y a tomar por saco, sacar un disco en directo que no puedes tocar en directo para presentarlo… Entonces, el disco lo grabó como coproductor Jaime Stinus y como se fue demorando y Stinus ya había ido pillando una serie de compromisos nos pasó al estudio de Aurelio porque suelen trabajabar juntos también y con Aurelio ya había hecho cosas en su sello, pero hacía tiempo que no trabajábamos juntos, entonces le pasó el master Stinus a Aurelio en el estudio donde Rebeldes grabó las primeras maquetas y, bueno, Aurelio lógicamente conoce mucho el sonido en directo de Rebeldes y la verdad es que el sonido, mira, lo que puedo decir de este disco en directo comparado con todos los que tengo, que son unos cuantos, y los que suelen hacer, lo que hemos hecho es meter al público dentro del concierto colocando muchos micros de ambiente para que tú estés ahí oyéndolo y viéndolo porque es doble cd y dvd, para que parezca que estés ahí lo máximo posible. Otro disco de directo tenía que tener algo diferente, que te sientas inmerso en el concierto y no simplemente oir la canción y esperar los aplausos.

Aurelio, precisamente, coproduce a tu lado un disco fundamental para Rebeldes como es Más Sabe el Diablo (2008), donde Rebeldes comienza una etapa de madurez impecable hasta llegar a Rockola Blues (2019).

Más Sabe el Diablo te lo voy a definir, es un disco a base de retales que ha encontrado el guión perfecto con la película perfecta. Más Sabe el Diablo tiene canciones sueltas que había ido desechando de otros discos, a veces digo “ya me la guardaré para más adelante” o ‘“ya la acabaré mejor”, etc., etc., hay canciones que tienen seis años, tres, dos…, y luego hay más canciones que van saliendo durante esa época en la que estuve muy centrado en Rock & Roll Club hasta el disco de duetos (Rebeldes y Rebeldes, 2003) y Más Sabe el Diablo. Y entonces se me ocurrió, que al final no lo hice, pero se me ocurrió que ese disco iba a ser acústico en principio y había toda una historia que se contaba en plan Mad Max, pero esa idea la fui abandonando y fui cogiendo collages y variaciones para Más Sabe el Diablo y le di un punto, no como un disco conceptual, pero sí está muy bien encajado, dices “mira, han tenido suerte los cabrones”.

 

Y es que hay canciones como “Carne para Tiburones”, por ejemplo, que en buena lógica debería haber ido en su disco homónimo.

A veces se me ocurre la idea pero no tengo la canción (risas).

Ahí me diría, “Segarra, buen titulo para el disco, ¿tienes canción?”, “no, no tengo canción”. 

Entonces cuando tuve la canción me la debía y la grabé.

 ¿Cuál es la formación actual de Los Rebeldes?

Miguel Ángel Escorcia, fundador de Cat Club de Valencia, guitarra conmigo y voz; Celso Sierra al contrabajo y también de Valencia, tiene su propia banda: Malaestrella, y cantante también con Rebeldes; Lucky Martínez a la batería, también de Cat Club y al piano Jorge Rebenaque que lo está compaginando con la gira de Loquillo, o Cuti Vericad de Zaragoza, estos son Los Rebeldes de hace ya tiempo.

Sí, te preguntaba porque encontré a Dani Nel?lo en la formación habitual de Rebeldes en varios sitios, ¿es así?

Si, pero tiene que coincidir que pueda venir, que pueda llegar a su bolo al día siguiente, Dani es un invitado al que le apetece estar, tocar con Rebeldes, pero tiene su propia carrera musical y le va muy bien con los Mambo Jambo, mira, cuando viene es cuando puede venir, no por falta de ganas.

Es invitado titular.

Sí, mira, muy bien explicado (risas).

Antes citabas a Cerveza, Chicas y… ROCKABILLY! como el alfa de tu discografía que en breve tendrá su omega con El Honor y la Gloria, pero el último paso en estudio para Rebeldes lo marca Rockola Blues y la canción que da título al disco nos puede valer como resumen y para explicar todo el contexto de la época en la que se publica Cerveza, Chicas y… ROCKABILLY!, ¿estás de acuerdo?

“Rockola Blues” la hice para cuando me preguntan “oye Carlos, los ochenta…”, y les digo “escucha “Rockola Blues””, eso es todo lo que tengo que decir sobre los años ochenta, no quiero que me volváis a preguntar sobre los putos ochenta, escúchate la canción que ahí está todo bien explicaíto”.

Y es que además el disco es de lo más completo, en cualquier caso.

Estoy muy contento de Rockola Blues, me encanta, de verdad. 

Me encanta “Odio”, ese tema, a lo medio soul, y tiene algún punto de retal el disco porque hay canciones como un “Tipo Raro” que la compuse para un amigo mío que la grabó y pensé “este tío soy yo y la canto mejor, ¿por qué no la voy a grabar si es mía?”.

“El Chico de la Guitarra” imagino que es súper autobiográfica.

Autobiográfica total, hay un veinte por ciento de fantasía, todo lo demás…

Escucha ‘Cerveza, Chicas y… ROCKABILLY! (1981)’ de Los Rebeldes

Un comentario en «Entrevistamos a Los Rebeldes por la reedición de su debut»

  • el 15 mayo, 2023 a las 5:50 pm
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    Felicidades a Chema Domínguez por tan completa e interesante entrevista al gran Carlos Segarra de Los Rebeldes.

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