For Against – Echelons (Words On Music)

Al tratarse de una reedición, se debe hacer ejercicio pedagógico y de revisión histórica, centrándonos en la localización espacio-temporal del trabajo que nos ocupa, así como de su importancia tanto intrínsecamente, como obra artística, como por su valor en la época en la que fue lanzado. Sólo así podremos sacar conclusiones de porqué esta reedición, si tiene fundamento o si, por el contrario, ha quedado obsoleto y su lugar merecía mas polvo del que ya hubiese acumulado.

For Against llegaron desde el frío de Nebraska hace dos décadas para ejecutar una música en la que predominaban los ambientes etéreos, las voces con eco, y donde el bajo y la batería, muy marcados y marciales, tomaban el mando de la melodía y acercaban el pop a una nueva dimensión. Se englobaron en lo que se dio en llamar Post-punk, esto es, literalmente, después del punk.

Parecerá una perogrullada, pero el arrebato nihilista, anárquico y hedonista del punk sólo podía desembocar en descreimiento y pesimismo: negro, guardapolvos, cardado de pelos, Joy Division, The Smiths, Bauhaus, Echo and The Bunnymen, The Cure, Syster of Mercy…una pléyade de melancólicos nuevo – románticos que gustaban de levantar sus lamentos en el hondo sonido del bajo y la estructura minimalista de los arrebatos percutivos.

Debutaron en 1987 con este Echeleons (maravilloso nombre, por otro lado) y es una perfecta y deslumbrante muestra de la capacidad emotiva que derrochaban por aquellos entonces: se nos presenta un trabajo fresquísimo, que aún rezuma cuerpo, sustancia, melodía arrebatada, juventud y brillantez. Oscilando entre The Cure en «Daylight», perfecta en todos los sentidos, tanto en su línea de bajo como en el estribillo, arrimándose al pop más oscuro en «Get on With It», llevándonos de la mano de la agonía, el suicidio y anticipándose 20 años a la fiebre post rock en el tema que da nombre al disco… invocando los espiritus de Joy Division, un tanto sui generis, en «Autocrat» todo está deliciosamente hilvanado, tocado por la gracia de la inspiración. Jeffrey Runnings deleita más que canta, sobrecoge a pesar de los ramalazos nasales, sobre todo en la desgarradora «It´s a Lie».

Es una reedición definitivamente oportuna, que pone en su lugar a una banda un tanto desconocida. Con este trabajo, el primero que firmaron casi veinte años atrás, se perfilaban como unos grandes en el mapa del sentimiento musical más oscuro y perturbador. Lástima que obras como estas, sacadas a día de hoy, empequeñezcan tantas otras que creemos grandes…hasta que nos damos de narices con la realidad. Una realidad que nunca llegará. Cuanto antes lo asumamos, antes comenzaremos a virar hacia el descubrimiento de nuevos caminos.

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