Sidonie – Aqualung (Madrid)

Tras la edición de su segundo disco (lee la crítica aquí), estos tres chicos parecía que iban a tomarse esto de la música más en serio. Su segundo trabajo está repleto de buenas canciones, ritmos pegadizos, riffs de guitarras que pueden llegar a hacer que no pares de bailar y una destaca producción, pero, sintiéndolo mucho, la broma ya no tiene mucha gracia.

Después de verles varias veces en directo Sidonie pecan de repetitivos y algo vulgares. Se agradece ver directos donde el grupo no para de intentar animar a la gente, ya sea a base de disfraces, sirviendo copas al público o subiéndose a los altavoces dando brincos…pero cuando el espectáculo es siempre igual, llega a cansar. Y esto es lo que sucedió el pasado sábado en la sala madrileña. ¿De verdad es necesario llevar casi toda la música pregabada, ‘darle al play’ y ponerse a hacer el payaso? Una vez puede hacerte reir, pero verlo en varias canciones llega a resultar una tomadura de pelo. Lo más curioso es que la gente parecía pasárselo bien, y es que tal vez sea ésta la forma de enfocar un concierto de Sidonie, simplemente como un entretenimiento.

Dejando de lado la parte más visual y escénica, Marc, Axel y Jesús no dejan de deleitarnos con algunos temas (los que sí tocaron) como «Sheltering Sky», «Standing Together» y «Sidonie goes to Varanisi» (y el inconfundible sitar), que son algunos de los más intimistas de sus dos álbumes. Y otros más destacados como «Bla bla bla» y «On the sofa», tal vez dos de los más pegadizos de su último disco. Sin embargo, el guiño a los Rolling Stones no fue demasiado acertado. La versión de «You can´t always get what you want» y el fragmento de «It’s only rock and roll but i like it», quedaron demasiado sosos, sin gracia ni ritmo, pero sin embargo, como clásicos que son, funcionaron sin problema para manejar al público. Un público, también hay que decirlo, algo hostil en algunos momentos, ya que se llegó a crear un clima algo incómodo en ciertos momentos. Bromas fáciles (aprovechando el pique, ya conocido, entre le grupo y Deluxe), insultos, a priori inocentes, pero que crean una atmósfera un poco hostil, dado que llegas a dudar si estás en un concierto o en una especie de broma pesada. No quiero generalizar, ya que tal vez elegí mal la zona para ver el concierto pero, sobre todo, fue de muy mal gusto la sorpresa final, (y que hizo parecer que el concierto fuera una especie de partido de fútbol musical, una verbena de luces, guitarras, cascos espaciales y botellas de vino) que fue el botellazo de un desconocido individuo que derribó a Marc (mientras abrazaba a Axel), y no le partió la nariz de milagro.

Eso sí, el buen humor y la simpatía que desprenden estos chicos no lo niega nadie pero…por favor, a veces necesitamos un poco de seriedad y música de verdad.

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