YES (La Riviera) Madrid 02/05/24

En la primavera del 2011, YES se presentó por última vez en Madrid. El prolongado lapso entre ambos conciertos no fue por falta de interés por parte del conjunto británico, sino debido a cuatro años de sucesivas cancelaciones de giras, tres en total. Primero, la pandemia, y luego, complicaciones logísticas derivadas de la misma, retrasaron este tan esperado regreso. Sin embargo, la noche del jueves 2 de mayo, finalmente los seguidores de YES en la capital pudimos presenciar su actuación, y fue simplemente maravillosa.

Desde aquel 2011, mucho ha cambiado en la formación. El fallecimiento de Chris Squire, bajista de la banda en 2015, fue una pérdida irreparable. Sin embargo, también hubo cambios positivos, como la incorporación al Rock and Roll Hall of Fame en 2017. Por supuesto, lo que no ha cambiado es la pasión de sus fans y la continua publicación de nuevos discos, como «The Mirror to The Sky», lanzado hace apenas un año.

En esta ocasión, el quinteto que se presentó en el escenario de La Riviera estuvo integrado por Steve Howe en las guitarras y voces, Geoff Downes en los teclados, Jay Schellen en la batería, Billy Sherwood en el bajo y Jon Davison como vocalista y guitarrista acústico. A pesar de la destacada actuación de Davison esa noche, resultó una pena la ausencia del legendario Jon Anderson como vocalista.

Muchos jóvenes ilusos, como un servidor, teníamos la esperanza de que, dado el solapamiento temporal de las giras de YES y Anderson, así como los acercamientos que este último ha tenido en entrevistas recientes se pudiera obrar el milagro y lograr una reconciliación en esta gira. Sin embargo, no ha sido así. Las disputas persistentes entre Anderson y Howe continúan sin resolverse, afectando tanto a muchos seguidores como a la propia formación. Las dos décadas que han pasado desde la última gira completa con Anderson se notaron, excepto en el concierto del Rock and Roll Hall of Fame.

Era una pena no poder disfrutar de la voz legendaria de Anderson, especialmente después del gran espectáculo que ofreció en Madrid hace apenas un año. Aun así,  sea como fuere, más allá de los sueños progresivos, lo que pudimos presenciar en el escenario fue una banda perfectamente compenetrada, que administra con dignidad un legado de más de cincuenta años de evolución musical.

Como nos adelantó Billy Sherwood en una reciente entrevista en este medio, el setlist estaba meticulosamente planificado para esta nueva gira titulada «The Classic Tales of Yes», que pretendía ser un homenaje a toda la historia de la banda. Un viaje progresivo a través de sus clásicos y la celebración del quincuagésimo aniversario de Tales From Topographic Oceans (1973), el sexto álbum de estudio de Yes, que ha sido un trabajo fundamental en su trayectoria.

El concierto, con una duración aproximada de dos horas, se estructuró en dos actos, con una pausa de unos veinte minutos entre ellos, y constó de un total de 16 temas. En el primer acto, que abarcó aproximadamente una hora, pudimos disfrutar de canciones emblemáticas como “South Side of the Sky” del álbum Fragile, «I’ve Seen All Good People» del icónico álbum homónimo de 1971 o «Machine Messiah», la cual abrió el concierto. Además, también incluyeron algunas canciones de su nuevo repertorio, como «Cut From the Stars», aunque, como era de esperar, no tuvieron la misma repercusión entre un público mayoritariamente veterano que las canciones más clásicas.

El segundo acto estuvo íntegramente compuesto por canciones del álbum Tales From Topographic Oceans, considerado uno de los trabajos más  icónicos de YES, pero también uno de los más polarizantes, con un considerable número de detractores. Personalmente, este álbum ocupa un lugar destacado entre mis favoritos de la banda. Sus extensas canciones se entrelazan para crear una atmósfera homogénea que perdura de principio a fin. En el caso concreto del concierto de Madrid, el espectáculo dio inicio con «The Revealing Science of God (Dance of the Dawn)», una pista que destaca por su abundancia de pasajes vocales. Aunque la ausencia de la voz de Anderson se notó, Jon Davison logró aproximarse lo más posible al espíritu original del tema, demostrando su notable habilidad vocal. En el siguiente tema, «The Remembering (High the Memory)», con una estructura similar, los teclados y sintetizadores de Geoff Downes fueron esenciales, sumergiéndonos en una sensación, nunca mejor dicho, oceánica antes de que Davison retomara la melodía principal.

Luego, llegó el turno de «The Ancient (Giants under the Sun)», una de las sorpresas del álbum, donde Howe destaca en la guitarra, mostrando su innegable calidad adquirida con los años. La pista continúa con un hermoso dúo entre Howe y Davison, uno de los momentos más mágicos de la noche, a pesar de la participación más discreta del resto de la banda. Finalmente, cerraron con «Ritual (Nous Sommes Du Soleil)», especialmente destacada por su sección de percusión, que se extendió a lo largo del recital y nos brindó uno de los momentos más electrificantes de la noche. El punto culminante del concierto llegó con «Roundabout» y «Starship Trooper», dos piezas épicas que dejaron a todos los presentes anhelando más, especialmente deseando escuchar «Owner of a Lonely Heart», aunque esta canción nunca llegó a sonar aquella tarde en La Riviera.

A pesar de las diferencias y los cambios, YES sigue siendo una fuerza imparable en la escena musical progresiva incluso después de más de cincuenta años. Su historia continúa desarrollándose con cada nueva actuación, cada disco y cada concierto, sin importar quién esté sobre el escenario, porque YES no es simplemente una banda de rock, sino una filosofía sobre cómo hacerlo.

Foto YES: Víctor Terrazas

WP-Backgrounds Lite by InoPlugs Web Design and Juwelier Schönmann 1010 Wien