Daughter – Stereo Mind Game (4AD / Popstock!)

El pasado abril la británica Elena Tonra, cantante del grupo Daughter, volvía tras siete años de silencio, una pandemia y su andadura como solista, para unirse con los otros miembros del grupo, el suizo Igor Haefeli y el francés Remi Aguilella, y publicar Stereo Mind Game. Un disco denso, en la línea de los anteriores, pero que incorpora nuevos sonidos electrónicos y orquestación, mezclando ese sentimiento de nostalgia e intimismo característico de la banda pero esta vez con un aire de mayor optimismo y nuevas energías.

Destacan el primer single «Be on your way» donde rememoran ese sonido etéreo que les caracteriza, relatando un amor a distancia que deja ir con cierto optimismo como sentimiento de liberación, para encontrar su “yo” a pesar del dolor («I will meet you on another planet if the plans change»). En «Party» uno de los temas más redondos en su composición por la contundencia de los sintetizadores y las capas de guitarras, Tonra se abre por completo y no tiene reparos en reflejar su pasado con el alcohol (“And I refuse to believe that there´s a problema, you see/ I could stop if I want, I just don’t want to yet/ I’ll creep the volume up, I’ve got to drown myself out”).

Le siguen las melodías delicadas de «Neptune» con la voz desgarradora de Tonra (“I have never hurt so badly/ Writhing, laughing, laughing, laughing/ Dying, dying, dying, laughing/ Louder, louder, louder, louder”) y el acompañamiento del coro de sus compañeros que reflejan cómo realmente no estamos solos, (“Crowded enough/ No light above/ How could you not tear me apart”) y donde se desprende un halo de esperanza intentando recibir respuestas para escapar del abismo oscuro.

En «Dandelion», composición pop envolvente con ese toque de guitarra acústica contundente, muestra su seguridad sincerándose abiertamente sobre sus sentimientos (“Because I only came here for the love of you”) para pasar a la acción a través de una confesión directa en «Future Lover» (“I just long to know /What´s the future like?/ Is there time enough? (Future Lover)”).

Destaca «Swim back» una melodía pop y electrónica “noise”, donde vuelve a mencionar dos referencias presentes durante todo el disco, la distancia y el mar como escenario de imposibilidad («I’d just need to erase distance/ Find a hole in the ocean/ Swim backwards/ The wait is brutal, just disintegrates/ We talk in riddles, then give up and go»), como también refleja en «Junkmail» («When did we even stop swimming?»), una melodía de electrónica experimental al más puro estilo trip hop.

Le siguen con el acompañamiento de cuerdas «Missed Calls», un interludio desconcertante de dos minutos con voces entremezcladas,, para reflejar la soledad, dando paso a la resignación con el sonido de guitarra acústica y sintetizadores más suaves para expresar la incertidumbre y el futuro difuso en “Isolation” (“Cause I can´t swim/ To be here in distant dream/ Full-knowing we´re incomplete/ The odds are stacked against our love”), al igual que en la liberadora “To Rage” (“I had to rage my love back then/ Someone had to/ Where were you, though?”). Finaliza ese deseo y anhelo continuo con el cierre del disco «Wish I could cross the sea», canción ambient y atmosférica con el acompañamiento de cuerdas y piano, para reflejar ese inmenso mar que marca la distancia entre los amantes.

Un disco con momentos desconcertantes cargados de lirismo, que reflejan la duda y anhelo existencial de la cantante, por medio de patrones electrónicos perfectamente enlazados a través de una orquestación medida, como si se tratara de una banda sonora de un fotograma. Un repaso por los episodios vitales, donde contrastan las composiciones de electrónica distorsionada que reflejan el caos y la búsqueda de respuestas, con momentos enérgicos y rítmicos de electropop más esperanzadores y optimistas.

Escucha Daughter – Stereo Mind Game

 

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