Dry Cleaning – Stumpwork (4AD / Popstock!)

Son muchos los grupos y/o discos que hacen que, con el tiempo, cambies de opinión sobre ellos. La música tiene un poder emocional importante, y cuando irrumpieron Dry Cleaning el año pasado con New Long Leg estaba uno atiborrado de sonidos post-punk que me resultaban miméticos e intercambiables entre ellos. Ese debut me dejó con la sensación de que, a pesar de la aclamación popular, era más de lo mismo. Un hype exportado desde el Reino Unido, para que nos entendamos.

Quizás ahora estoy más receptivo con las sonoridades de los londinenses, pero es que Stumpwork (4AD, 2022) acaba siendo un elepé mucho más inspirado, con un sonido más expansivo, poderoso, inquietante, y llegando a vertebrar un lenguaje que ya se perfila como identitario.

Gran parte de esta forma rotunda de desbordar los límites de la etiqueta -bastante manida- del postpunk se debe a la maravillosa aportación de la cantante y compositora Florence Shaw, y esa forma de narrar cantando que es un acto de introspección, y una actitud performática frente a la miseria del mundo actual. Si un gran tanto por ciento del pop actual -entiéndase el mainstream si quieren, aunque el indie igual también tiene sus reflejos- adopta la máscara, la tridimensionalidad o la fragmentación de los sonidos, Dry Cleaning acciona sus mecanismos de defensa declamando con indolencia, con una distancia prudencial con el oyente.

Shaw narra las canciones para ella misma, pero va subrayando las sílabas a su gusto, poniendo énfasis a su antojo a las sílabas que potencian su discurso; la banda sigue la senda de su voz con nervio y músculo, pero -y ahí reside lo perturbador- es el fraseo de ella la que siempre lleva las riendas. En el escenario es la viva plasmación de esto: ella parece que esté en éxtasis, como si estuviera en un ceremonial mientras musita un mantra; mueve los ojos y las manos, sonríe para sí misma, es sensual y misteriosa a la vez.

El segundo disco de los londinenses es fantástico. Producido con la solvencia de siempre por John Parish tenemos sonoridades casi hipnagógicas como la inicial “Anna Calls From The Arctic”en donde Shaw -las letras son crípticas, casi diría que pertenecen a asociaciones mentales sinestésicas- narra la perversa orografía socioeconómica de la Inglaterra postbrexit. La urgencia pop a lo The Smiths despunta en “Kwenchy Kups” (“Well, things are shit, but they’re gonna be okay”: mientras componían estas canciones sufrieron la pérdida de algún familiar) y “Gary Ashby” – partes del estribillo están ¡cantadas! -cuya letra está inspirada en un anuncio que vieron por la calle de la desaparición de un perro.

“Driver’s Story” y “No Decent Shoes For Rain” son un portento de rock turgente que recuerda a Tom Verlaine, y la psicodelia se filtra en “Hot Penny Day” (versos que muestran a una sociedad cada vez más individualista) mientras que “Liberty Dog” los acercan a la experimentación de la Annette Peacock de X Dreams. Repito: un disco maravilloso.

Escucha Dry Cleaning – Stumpwork

 

 

 

 

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