Entrevistamos a Alexanderplatz, que acaba de lanzar disco

 Alexanderplatz, proyecto de Alejandro Martínez está de vuelta con Parques Nacionales Españoles (Jabalina), sucesor de Muera usted mañana, su primer disco largo publicado en octubre de 2018.

El que fuera parte de Klaus & Kinski nos habla de cómo se han gestado sus nuevas canciones, del pasado o de su habilidad para conjugar géneros e influencias para terminar sacando a la luz sus particulares composiciones.

Alexanderplatz presentará en directo Parques nacionales españoles en el Maravillas Club de Madrid el sábado 20 de marzo. Puedes comprar las entradas en este enlace.

«No quiero jugar a ser premeditadamente muy variado o ecléctico (esa palabra resbaladiza), es que me divierte hacerlo así porque me sale por naturaleza» 

Antes de meternos en materia: ¿De qué manera ha influido el confinamiento por la pandemia en la elaboración del disco? y, por otro lado, ¿cómo llevas esta situación?

En realidad, no ha cambiado apenas mi manera de trabajar, el estudio lo tengo en casa, y así lo hago desde siempre. Sí que tuve que esperarme a que se pudiera salir para grabar las baterías, teniendo el resto ya bastante terminado. La verdad es que suspiraba por algo de verde o un trozo de cielo (vivía en un piso sin balcón) pero no sé hasta qué punto esa alienación se deja ver en esto, porque cuando estoy en los estadios avanzados de la creación de un disco es como si me recluyera porque hay un apocalipsis ahí afuera. En general supongo que lo llevo relativamente bien, porque de momento no sufro ninguno de los verdaderos y terribles dramas que vive ahora mucha gente.

¿Es tu proyecto bajo Alexanderplatz una forma de expandir lo que ya delimitasteis en Klaus & Kinski? ¿Te mueven, por lo contrario, otras inquietudes?

Tal vez, o que simplemente pasa el tiempo y hay más oportunidades de expandirse. Hago estas cosas por una necesidad casi lúdica y por un amor sincero a la música, además de todo eso de la necesidad de expresión artística y bla bla bla. Nada diferente a lo que me nueve desde hace años, me dé por el tango o por la música yiddish.

¿Qué piensas que aportó de novedoso el sonido de Klaus & Kinski? Desde mi punto de vista creasteis un singular marco estético y musical…

Es halagador escuchar eso, pero vamos, no sabría qué decir. Novedoso… no sé, nunca he pensado en eso. De hecho, nunca pienso en qué tiene de novedoso algo que me interesa. Me interesa si empatizo emocional o intelectualmente con ello, o creo que tiene cierta calidad… En fin, supongo que aquí tendré que decir la frase esa de que son cosas que han de juzgar otros.

La portada de este segundo disco, Parques Nacionales Españoles, me resulta inquietante. Esa silueta de un monstruo a lo lejos que ha recordado a un fotograma campestre de Colossal de Nacho Vigalondo y a la vez una sátira a la especulación inmobiliaria. ¿Qué mensaje intestas dar con esta portada?

Bueno, es una imagen de un entorno natural, algo amenazante y amable a la vez, hay elementos discordantes, se genera una sensación de surrealidad pero a la vez de cierto lirismo, hay preciosismo, ensoñación, introspección… Creo que representa de algún modo el espíritu de disco, y la ilustración final de Paco Martínez, que es un artista en todo, me entusiasmó. Está creada digitalmente y tiene su trabajo (amén de pruebas y bocetos previos), aunque Paco es muy rápido.

 

Es un disco en donde, de nuevo, juegas con los géneros musicales, las texturas, los timbres… ¿Cómo consigues un sello personal con tal cantidad de influencias y sonidos identificables a la primera por el oyendo más curioso?

No lo sé, tal vez precisamente por eso… de verdad que no quiero jugar a ser premeditadamente muy variado o ecléctico (esa palabra resbaladiza), es que me divierte hacerlo así porque me sale por naturaleza. Imagino que, por puro amor a diferentes músicas y estilos, por pura melomanía. También, en el sentido de lo que comentas, es posible que este disco sea muy “clásico”, hay cosas por aquí y allá que te ubican automáticamente en cierta tradición heredada.

Me gusta mucho la forma en la que juegas con las palabras: del costumbrismo a la opacidad en versos siempre sugerentes. Las letras son importantes en tu proyecto. ¿Cuáles son tus fuentes de inspiración?

Me interesa mucho la literatura, claro está, pero no me atrevería a decir nada que sea una influencia directa. Tal vez pase como con la música… habrá temas donde haya algún rastro de cierto tipo de poesía, o de un uso de ciertos recursos, en otros un lenguaje más directo deudor de la canción pop, en otros ecos del lirismo de la canción popular, en otro cierto sarcasmo de vete a saber dónde… Sí que soy consciente de algunos rasgos de estilo que he ido depurando con el tiempo, de algunos juegos formales con el significante (y significado) de las palabras, de los laberintos conceptuales en los que tengo tendencia a enredarme… hasta que se construye eso que llaman una poética, aunque me dé vergüenza escucharme explicándolo así.

Es este disco también pones a prueba tus dotes como cantante, alguna critica dice que tu faceta de crooner. Las capas de sonido se superponían sobre tu voz en la mayoría de las veces. ¿Has querido experimentar con tu registro vocal, o simplemente es que te apetecía y nada más?

Es causa de una evolución, y también de que este es más un disco de canciones en el sentido más tradicional del término. Así ha quedado, y claro, eso condicionó las decisiones que tomé a la hora de mezclarlo. Es cierto que el disco anterior partía de unas premisas distintas, pero si por ejemplo en este disco hay un tema que es una canción melódica romántica en un sentido casi canónico, pues habrá que tratarlo así sin rodeos.

¿Qué diferencias importantes encontrará el oyente entre tu primer disco y este?

Pues, por de pronto, con el anterior traté de ceñirme a unas coordenadas sonoras. Mucho sinte analógico, ausencia de instrumentos acústicos, un ambiente sonoro homogéneo motivado por la instrumentación, los instrumentales, los efectos de reverberación… En este no me he marcado pautas sonoras, pueden haber temas que tiendan a recordar el sonido del disco anterior, pero si el tema me pide cuerdas reales, pues uso cuerdas reales, y no un patch de sinte como haría en el anterior, que no quería que sonara orgánico. Y hay mucha guitarra española. Y percusiones, baterías reales o baterías electrónicas… En resumen, si los temas suelen salirme siempre variados, en este con la instrumentación y ambiente sonoro también he intentado hacerlo variado. Y quizá es un disco más de canciones en un sentido clásico, como comentaba en la pregunta anterior, aunque sean canciones que puedan remitir a décadas distintas… De hecho, luego me di cuenta que de alguna manera había recuerdos de las décadas de los 50, 60, 70, 80, 90…

 

En las fotos de promoción encontramos a un Alejandro convertido en una especie de juglar, en un heterónimo de una época pasada. ¿Con qué “yo” te sientes más a gusto?

Con el disco anterior me hice fotos a lo romántico, con traje de época, cual Mariano José de Larra pegándose un tiro delante de un espejo, vagando por cementerios, entrando en éxtasis al piano a lo Beethoven… Para este hay fotos en blanco y negro que podrían ser las fotos de tu abuelo labrador en el porche de la casa de la huerta, y otros más años 80 que podría ser tu tío por la misma huerta de Murcia en chándal con una moto reventada, un poco quinqui y un poco de pueblo o de extrarradio, en localizaciones cutres, horrendas y hermosas y fascinantes a la vez. En fin, pues lo que veo a mi alrededor por aquí. A mí es que desde que era muy pequeño no me ha gustado nunca hacerme fotos, me siento ridículo. No he salido en una foto sonriendo en la vida. El caso es que me he dado cuenta de que disfrazarme sí que me gusta, y cuanto más desarrolle un personaje mucho mejor. Y el día de hacerlas siempre es divertido. Tal vez si estoy yo algo ridículo menos ridículo me siento en una foto. O que no soporto verme a mí mismo tal cual, no le veo el interés. No sé. Preguntaré a mi psicoanalista. O a mi madre.

Tus gustos musicales podríamos resumirlos en un híbrido que cabe Joao Gilberto, Caetano Veloso, Los Planetas, Harry Nilsson… Da gusto encontrarse con artistas que barajan tantas influencias en algunos casos tan contrapuestas…

Me gustan muchas cosas. Supongo que sólo se notarán las que se puedan rastrear como recuerdos musicales de los estilos de lo que contenga la música que edito. De clásica, jazz, o flamenco… es más difícil que que se noten rastros. Porque al fin y al cabo esto que hago es música popular, en el sentido amplio de música pop, donde caben muchos géneros de música generalmente cantada.

Ahora se reedita el Tierra Trágalos de tu anterior grupo por su décimo aniversario. Con la perspectiva que da el paso del tiempo ¿crees que fue un disco que hizo cambiar, de alguna manera, la forma de entender el indie?

Jurl… es que no sé realmente lo que es el indie… bueno, sí que lo sabía, pero no le encontraba la mayoría de las veces el sentido. Tampoco me siento muy identificado con lo que ahora se suele llamar indie. Ni antes, pero ahora igual es que soy más viejo y más cascarrabias. De todos modos, sería halagador y bonito haber causado alguna impresión en otros que han hecho también música, al margen de las etiquetas, pero no sé, no me corresponde a mí juzgar eso de haber causado o no un impacto, sería presuntuoso… además de que no tengo ni idea.

Foto Alexanderplatz: Paco Martínez @peaceo

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