Xoel López (WiZink Center) Madrid 29/11/23

Xoel López, maestro en desentrañar las complejidades de su propio universo, ha esculpido a lo largo de los años una narrativa musical donde sus experiencias personales y reflexiones íntimas constituyen la esencia misma de su obra. Desde el nacimiento de Atlántico hace más de una década hasta la reciente llegada de Caldo Espírito, publicado hace unos meses, el artista gallego ha retornado a territorios familiares sin renunciar a la inquietud sonora que siempre ha cautivado tanto a él como a su audiencia. Este último álbum, su quinto en solitario y el decimosexto considerando su trabajo previo con Deluxe, se revela como un testimonio vivo de la versatilidad de Xoel. Aquí, letras crudas emergen, desgajándose de la luminosidad de himnos anteriores como «Ningún Hombre, Ningún Lugar» o «Lodo».

La conmemoración del nacimiento de «Caldo Espírito» tuvo lugar a través de su concierto en Madrid el 29 de noviembre. Xoel López tomó por asalto el escenario del WiZink Center en lo que, hasta el momento, representa su única parada en la capital española durante esta gira. La velada, una experiencia inolvidable para más de 6000 seguidores, fusionó la nostalgia de antiguos éxitos con la frescura de su propuesta más reciente. A lo largo de más de dos horas y 28 canciones, Xoel, acompañado por sus hábiles músicos, tejieron una trama musical donde su voz, como siempre, se erigió como el pilar fundamental, lejos de artificios y grandes decorados. El artista demostró, una vez más, su destreza en la creación de un viaje musical evocador y cautivador. La velada no solo fue un repaso por su trayectoria, sino también un testimonio en vivo de la evolución constante de un músico que sigue desafiando etiquetas y fronteras sonoras.

Sin un minuto de retraso, a las 21:00 horas, los siete músicos que acompañaron a Xoel López durante gran parte del espectáculo emergieron uno a uno. Lo más impactante, sin duda, era el propio escenario. Una treintena de focos y media pantalla de fondo marcaban la representación íntima que el músico gallego se había propuesto, alejándose de los imponentes proyectos escénicos que otros artistas nos suelen ofrecer en este recinto. Y, sinceramente, no se necesitaba nada más. Estábamos allí por las canciones.

Sin más dilación, ruidos cacofónicos, fragmentos de telediarios o sonidos de redes sociales nos dieron la bienvenida. Xoel, al más puro estilo de un director de orquesta, alzó los brazos para que sus músicos contrarrestaran ese ruido con música. Así comenzó con la cautivadora «Albatros», abriéndonos las puertas a este viaje musical. La propuesta escénica encapsulaba perfectamente el mensaje de la canción: alejarnos del agobiante mundo y sumergirnos en la música como remedio social. Aunque el tiempo no se detuvo, al menos logramos dejar de pensar por un momento.

Después de esta introducción, le llegó el turno a «Salitre y Humo» y, especialmente, a la contagiosa «Esto no es amor», un tema donde los ecos caribeños se entrelazan con vibraciones funk. Debo confesar, al menos desde mi perspectiva, que aunque esta canción no logró convencerme por completo en el disco, ya que me transporta a las canciones más puras y estilizadas de Disney, al estilo de El Rey León, en vivo despliega una ejecución excelente, creando un ambiente festivo.

El público ya estaba hechizado, especialmente cuando se fusionaron joyas consagradas como «Si mi rayo te alcanzara», «Hombre de Ninguna parte» y «Todo lo que merezcas» con las frescuras de «Mágica y Eterna» o «Glaciar», dos nuevas composiciones que están brillando con fuerza. La primera parte del espectáculo culminó con «Paxaro do Demo», el primero de los tres temas en gallego interpretado por el músico coruñés (donde colabora con el artista Baiuca, quien lamentablemente no pudo estar presente en esta noche madrileña). Los otros dos temas en gallego fueron «A serea», presentado en la recta final del concierto, y «Xiaña», la primera canción después del bis.

Tras esta primera parte, y como homenaje a su trabajo con Deluxe, según nos comentó Xoel, iba a ofrecer un mini concierto de su banda anterior dentro de este espectáculo. Los fanáticos acérrimos del músico se entregaron con las siguientes cinco canciones, incluso contando con el baterista de la formación original, Roberto Lozano ‘Loza’, para presentarnos temas como «Simone», «Historia Universal» o «Que No». Sin duda, la gran sorpresa de la noche fue cuando todo el conjunto de Morgan subió al escenario para interpretar «El Cielo de Madrid».

Esta no fue la única colaboración de la noche, ya que también contaron con las hermanas Tere y Marina de Repion para dar vida a «Elevarte y Caer», para mí, el mejor tema del disco y uno de los puntos destacados de la noche. Por supuesto, en esta segunda parte del concierto, también llegaron grandes himnos como «Tierra», «Lodo» o «Ningún hombre, Ningún lugar».

Tras casi dos horas, el músico coruñés salió del escenario con una sonrisa y la satisfacción de haber dado lo mejor de sí. Los gritos de «¡Xoel, Xoel, Xoel!» lo hicieron regresar para tocar en solitario «Xiaña», mientras el resto de los músicos volvían a sus posiciones para darlo todo con «Fort Da» y «Tigre de Bengala», donde todo el público bailó hasta la saciedad. Un final de concierto lleno de optimismo y alegría, donde confluyeron nuevamente influencias musicales de Latinoamérica, en una paleta multicolor repleta de vitalidad.

 

Fotos Xoel López: @glorianm de su Facebook oficial

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