shego (La Riviera) Madrid 28/03/25
La Riviera llena, a reventar. Una hora de espera tras la apertura de puertas. A las nueve de la noche, una pantalla LED muestra el mensaje “Que empiece la misa”. Segundos después entraba en el escenario la banda del momento, shego, con los atuendos de monja color rojo vibrante que dan marca a su segundo disco No lo volveré a hacer. Comienza a sonar «Un secreto» el tema con el que comienza su paso por BeeWeekFest.
Precisamente puede que escuchar «Un secreto» en La Riviera fuese lo más impactante de todo, un golpe de realidad. Desde sus inicios en 2020, todo el mundo ha sabido que shego iban a comerse el mundo. Música fundada por dos amigas, Maite y Raquel, que como muchas otras bandas nacen tras ver a otros grupos tocar y sentir que también quieren ser parte de ello. “Formemos una banda de punk” es el mensaje de WhatsApp que inauguró el grupo, a quienes luego se uniría la bajista Charlotte; además de contar con Elena (Vicente Calderón) a los palos.
De entre esos primeros singles nacidos en época de pandemia, encontramos algunos que ya se han convertido en himnos generacionales, como «oh boi», «Vicente Amor» o «fumas?» —que, por cierto, no sonó aquella noche de viernes—. Recopilados en un EP tantos chicos malos y tan poco tiempo (2021), que precedería a ese LP que lo rompería todo, SUERTE, CHICA (2023).
Cuando ese primer álbum se presentó en 2023 en el Teatro Barceló, shego ya abrían con «Un secreto». Lo repitieron en la Sala But a finales de ese mismo año. Nadie conocía la canción. Era precisamente eso, “un secreto”. Ya no lo es; se ha convertido en un secreto a voces como el talento de las madrileñas, ahora ya conocido por todos.
La Riviera es como una especie de milestone para cualquier banda emergente de Madrid. Aunque parecía todo un reto, ese brillante No lo volveré a hacer (2025) sin duda nos deja bastante claro el por qué de su sold out. Un disco que presenta una evolución de estilo brutal, que sin duda también pudimos observar en su directo. Algo que destacó de este concierto fue que por primera vez apenas interactuaron con el público, y dejaron fluir las canciones del álbum con pequeñas transiciones entre medias, que nos hacían pensar constantemente en cuál sería la próxima. Un set que se hizo, de todos modos, algo corto; dejando bastantes temas fuera, algo inevitable cuando se presenta disco.
Tras abrir con esa «Un secreto», el trío madrileño se despojó de sus ya característicos trajes de monja para lucir unos looks personalizados y estampados con el nombre del disco. Siguieron con «La fiesta» o «Aunque duela», recuperando esa «sorry ojitos» de su debut y la famosa «oh boi», que sonó quizá demasiado pronto.
No lo volveré a hacer sonó en su totalidad, incluyendo una preciosa versión en directo de «algunos lunes», en la que Raquel sostuvo la única guitarra mientras Elena y Charlotte tocaban el piano a dos manos para acompañar la voz de Maite. Resultó muy emotiva «Mantra», en la que se mezclan armonías melódicas con gritos desquiciados en torno a la frase “no lo volveré a hacer… y lo hago otra vez”. Para intensificarlo, cuando llegó el momento de gritar, Maite se despojó de su guitarra y compartió con el público el significado de la canción.
Como decimos, quedaron fuera temas como «fumas?» —la pérdida más dolorosa—, «me lloro toda» o «vómito». No obstante, hubo alguna que otra sorpresa, dado que era un concierto más largo que los otros del tour en las provincias. Sonaron «meperd0nas?» y «Pablo», esa cover de «Paul» de Big Thief que emociona a todos y que es tan querida por el público, que en cada concierto teme que se saque fuera del setlist.
Pero sin duda lo más inesperado de la noche fueron las colaboraciones. Aunque seguimos sin ver a Natalia Lacunza en esa «qué voy a hacer». Y esta vez no contamos con Zahara para la versión de «MERICHANE (REPUTA)», hubo momentos verdaderamente sorprendentes. Algunos de último momento, como aclararon sobre el escenario. Ariadna Paniagua, famosa vocalista del ya histórico grupo Los Punsetes se unió a ellas en su versión de «¡Viva!», himno transformado en su estilo personal en el recopilatorio de versiones Que le den por culo a tus amigos, en cuya interpretación incluso Ariadna hizo algún pequeño movimiento. También aparecieron Aiko el Grupo, teclado en directo incluido, para hacer sonar su enérgica colaboración «Te mataré». Un momento muy esperado, por supuesto, para quienes esta fusión era una dream collab.
Otro momento precioso fue cuando, tirando hacia el final de la noche, arrancaron «(es posible)», extraña colaboración con más de 20 artistas que aunque comienza como una balada cualquiera, cuando llegó ese catártico momento final en el que se corea “de una puta vez” a los cuatro vientos, pasó algo muy especial. Al escenario subieron parte de esa veintena de bandas que participaron en ella a corearla en directo. Compartiendo micros, porque no había más remedio. Integrantes de proyectos como Ginebras, Agosto, Toldos Verdes, Casero o Alavedra se unieron para cantar esa pieza que alaba mucho la amistad, y que dejó a más de uno en el público —y en el escenario— echando alguna que otra lagrimilla.
Maite culminó este momento con un mensaje muy importante mientras los colaboradores se despedían con abrazos y marchaban del escenario: “Son nuestros amigos. Si no escucháis a alguna de estas personas, hacedlo ya. Porque la escena de la música de este país y de esta ciudad la mueven ellos”. Y es que no cabe duda de que la música la mueven las personas que trabajan en ella. Y shego es el mejor ejemplo de ello. Han conseguido crear un público muy variado, que ya trasciende ese pequeño nicho que pudimos ver en la Copérnico allá por 2022, agrupando a quienes frecuentan los conciertos de bandas emergentes.
Con ese «Vicente Amor» final en el que Maite terminó tirándose al público y el ya clásico karaoke con la bailable «steak tar tar», abandonaban su primera Riviera tras más de dos años sin tocar en salas grandes de la capital por cuenta propia. Reafirmándose como grupo que inspira a muchísimas bandas, sobre todo de mujeres, en un mundo cada vez más complicado. Viéndolas, cualquiera tiene ganas de formar una banda. No lo volveré a hacer es su segundo disco. No dudamos en verlo en las listas de mejores álbumes de 2025, y eso que salió en febrero.
Recordad a shego, porque una vez han puesto un pie en La Riviera dudamos mucho que bajen de ahí.
Fotos shego: Amanda D. Marcos