Entrevistamos a Tórtel y Alberto Montero
Tórtel y Alberto Montero son dos grandes músicos con residencia a orillas del Mediterráneo. Cada uno por separado ya tienen una carrera más que interesante, pero en esta ocasión han decidido unir su talento para grabar un EP, con apenas cuatro canciones, llamado Alucinados. Con un pie en la psicodelia y otro en el folk mediterráneo, esta (no tan) extraña pareja han creado cuatro temas deliciosos que dejan con ganas de más. Una especie de divertimento, de experimento musical y vital sin un rumbo preconcebido, pero con un resultado brillante. De todo ello hemos querido hablar con ambos, con Jorge (Tórtel) y Alberto.
La primera pregunta es obvia y facilona, pero necesaria. ¿Cómo surge esta colaboración?
Alberto: Jorge me lo propuso una noche que fui a tocar al Electropura (una sala de Valencia). A mi me encantó la idea, me gusta mucho lo que hace Jorge, sobre todo lo bien que produce y viste las canciones. Me apetecía hacer un proyecto conjunto, algo que me aportara un poco de frescura en todo el proceso de composición y grabación.
Tórtel: Faltaba encontrar el momento y apoyo adecuados que nos dieran el impulso definitivo, y desde Intromúsica se me propuso publicar un EP en colaboración con alguien que me apeteciera, así que no lo dudé. Llamé a Alberto y le pregunté si se animaba. Afortunadamente me dijo ‘’Adelante Tórtel’’.
«Siempre está bien ceder parte de tu ego por un bien común»
Tengo entendido que el trabajo conjunto en la composición fue a distancia, intercambiando archivos y correos. ¿Cómo fue el proceso? ¿Os encargasteis a medias tanto de las letras como de la música?
A. Sí, más o menos. Al principio no sabíamos cómo hacerlo, si cada uno hacer sus temas o componer a medias. A mi me pareció más interesante y estimulante componer a medias, que cada uno aportara sus ideas y que el otro intentara continuarlas. A Jorge le pareció bien. Al final hay canciones más a medias y otras menos, pero siempre hay algo de aporte de uno u otro.
T. Sí, de hecho cuando llamé a Alberto yo no tenía muy claro hasta qué punto podría ser un trabajo colaborativo, no sabía si al final íbamos a coger un tema en común para que cada uno compusiera y grabara en torno a ese tema, si íbamos a versionearnos, versionear a otros… Alberto me dijo que lo guay de esto iba a ser componer las canciones ( tanto letra como música) entre los dos. Me pareció una idea cojonuda, me hizo mucha ilusión. Yo nunca había compuesto canciones de esta forma con nadie, era posible que la cosa no fluyera, pero también era posible (como finalmente pasó) que disfrutáramos mucho del proceso de composición y que surgieran cosas rápidamente. La dificultad añadida era que cada uno estábamos en una ciudad, pero a través de notas de whatsapp, mails… fuimos compartiendo ideas, algunas muy básicas, otras más elaboradas, que pronto se convirtieron en canciones. Conseguimos enseguida un método, creo que era precisamente el no-método, donde nos sentíamos a gusto y muy inspirados. Ha sido fundamental también el curro de Enric Alepuz, Jesús Macià y Cayo Bellveser a la hora de acabar de hacer sonar todo.
¿Y el proceso de grabación? ¿Cómo ha sido?
A.Súper rápido y fácil. Lo grabamos en tres días en Río Bravo, con Cayo Bellveser a los mandos (y también tocando el bajo). Fueron días de disfrutar mucho de la música y de reírnos mucho.
T. Sí, es verdad que todo fue como la seda. El primer día de grabación por la mañana fue la primera vez que nos juntamos para tocar un poco las canciones. Ya teníamos bastante claro cómo queríamos que sonaran, aunque a veces no es tan sencillo poder plasmar lo que tienes en la cabeza, o luego resulta que no eran ideas tan buenas como pensabas, pero esta vez a las pocas horas las canciones ya sonaban. Todo el mundo aportaba cosas. Fue muy especial, con un ambiente muy chulo, que sin duda es clave para poder grabar bien. La mezcla se hizo en Madrid. Estuve un par de días con Abel Hernández arrancando todo, organizando las pistas y contándole un poco qué es lo que estábamos buscando, y luego ya se quedó él mezclando por su cuenta, sin tenerme cerca mareando. Lo cierto es que Abel no solo mezcló el disco, también acabó aportando muchas cosas, de manera que el EP aparece como coproducido por él y por mí.
Aparte de las canciones que se incluyen en el EP, ¿hubo otras que finalmente se descartaron? Si es así, ¿de qué forma decidisteis cuáles incluir y cuáles no?
A.Bueno, hubo un último intento que ya no fructificó por falta de tiempo de ambos. Era una idea mía que sonaba muy David Bowie y le pusimos «David Brownie» de nombre provisional.
T. Habrá que rescatar «David Brownie» en el futuro, eso seguro. Había algún esbozo más entre los primeros mensajes de whatsapp y correos que intercambiamos, pero las cuatro canciones que comenzamos a trabajar se terminaron y son las que hay en este EP.
A veces me pregunto, ¿son estas colaboraciones fruto de impulsos creativos, o de la necesidad de agruparse para sobrevivir en este complicado mundo de la música?
A.Lo hemos hecho por mero disfrute, realmente. Siempre está bien ceder parte de tu ego por un bien común, por sorprenderte a ti mismo, por compartir buenos momentos y crear algo de belleza.
T. Sí, como dice Alberto el motor de todo esto era compartir un rato juntos, hacer lo que más nos gusta que es componer y tocar. Yo particularmente he aprendido mucho de Alberto, sabía que iba a ser una experiencia muy guay pero aún lo ha sido más.
Estáis llevando estas canciones también al directo, ¿cierto?
A. Sí, aunque como son tan poquitas las complementamos con nuestras propias canciones, tanto de Tórtel como de Alberto Montero.
De todos modos creo que esto no significa que aparquéis vuestra propia carrera en solitario. De hecho tengo entendido que Alberto saca disco pronto, ¿es así?
A. Sí, el 6 de abril sale La Catedral Sumergida. Es un disco muy especial para mi y no quería mezclar ambos proyectos para no perjudicar la salida de mi nuevo disco, pero parece que la salida del EP se está retrasando un poco.
T. Así es, yo estoy trabajando en las canciones de mi nuevo disco. De hecho este EP ha sido como un descanso dentro de ese proceso. Me ha venido muy bien. El enfoque de estas canciones es bastante distinto a lo que estoy preparando con Tórtel, y creo que la pausa me ha servido para retomar mi disco con la cabeza fresca.
El disco tiene un dulce toque sixties y psicodélico, casi oriental, que me gustaría saber si estaba preparado desde el principio.
A. No, nada estaba pensado de antemano. Fuimos trabajando ideas sueltas, en mi caso cosas que ya tenía grabadas en el móvil y que pensé que le podían gustar a Jorge.
T. Alberto fue muy generoso y me animó a que enfocara yo el sonido y producción del EP, así que lo primero que pensé fue, por así decirlo, en el diseño de sonido que podría funcionar mejor para estas canciones. Tenía más o menos en mente cosas que me apetecía probar, pero como dice Alberto nos lanzamos sin demasiadas ideas preconcebidas. Ya desde la composición esto se planteó como un juego, una especie de cadáver exquisito, y a la hora de grabar y mezclar el espíritu fue el mismo: dejarnos llevar y dejarnos sorprender por lo que íbamos encontrando en el camino.
Me imagino que el título, Alucinados, también tiene que ver con ese aroma lisérgico de las canciones. Además de con los autores místicos del Renacimiento que se mencionan en la nota de prensa, claro. Que por cierto, algo de ese sonido medieval a juglares y laúdes se filtra en el disco, ¿no?
A. Pues empezó un poco de broma. Antonio Ladrillo lo puso para hacer las pruebas de la portada y a Jorge le encantó. Yo lo veía un poco infantil, le dije que me sonaba a título de película de fumados. Propuse que se llamara Vaya par de flipados, pero no cuajó, jajaja. En cuanto a lo del Renacimiento a mi me fascina ese tipo de música: Tomás Luis de Victoria, Palestrina… Creo que se nota en algunas de mis canciones, como El Indeciso, Noche de Verano y en el EP es bastante notorio en La Puerta Dibujada.
T. Me gustó el título porque creo que hace referencia a algo que encaja muy bien con el EP: lanzarse a algo sin mucha conciencia, entregarse a ello como un trastornado confundiendo lo que es real con lo que no, y luego también me gustó porque era de algún modo conectar con la música psicodélica que tanto nos gusta.
La tercera pata del sonido, a mi entender, es el folk playero, en el sentido de que remite tanto a sonidos mediterráneos como a californianos. Como mezclar a María del Mar Bonet con los Beach Boys. ¿Hay algo de eso, o estoy ahora alucinando yo?
A. No, yo creo que a ambos nos flipa ese tipo de música y eso se nota.
T. Sí, además de compartir nuestras demos para arrancar con las canciones propias, hablamos bastante de qué música estábamos oyendo, qué cosas nos gustaban, referencias… La verdad es que hay un punto en el que coincidimos muchísimo y lo gozamos tanto con Pep Laguarda como con Strawberry Alarm Clock, también con cosas de ahora como Ariel Pink o Connan Mockasin.
Acabamos con otra pregunta obligatoria. ¿Va a tener continuidad este proyecto, o se quedará en una colaboración puntual?
A.No nos lo planteamos, lo hemos disfrutado mucho e iremos viendo si podemos seguir colaborando o se queda en esto.
T. A mí me encantaría desde luego. De todos modos, como dice Alberto, habrá que ver si se encuentra, como ha pasado ahora, el momento adecuado y el apoyo que lo facilite todo. De todos modos hay ganas y nunca mola quedarse con las ganas.