Carolina Durante – Cuatro Chavales (Sonido Muchacho / Universal)
La pandemia nos ha afectado a todos, pero ha sido especialmente dura con grupos como Carolina Durante, que tuvieron un frenazo obligado en un momento álgido. Siempre recordaremos la progresiva explosión de los madrileños, pasando de tocar en el Juglar ante 100 personas en sus primeros días, a llenar La Riviera en apenas dos años y aspirar a asaltar el Wizink Center en un bolo que de momento no ha podido celebrarse. Es momento de retomar su progresión o al menos de intentarlo, enfrentándose al temido segundo disco que como era de suponer, suena a reválida. Y más, después de hitos como el himno «Cayetano» o esa «Perdona (Ahora sí que sí)» junto a la mediática Amaia.
Cuatro Chavales no esconde sorpresas y ahí radica su acierto. No es más ambicioso, ni pretende abrir su abanico de seguidores con llamativas colaboraciones, es simplemente una colección de canciones más elaboradas, mejor tocadas y con el mismo ímpetu que tuvo su debut, ese punkpop efervescente en el que se respira la fuerza de sus directos, esa chispa, las influencias de siempre y el empuje que en su momento les catapultó. Sus mejores armas.
Para dejar sus intenciones claras desde el principio, lo abren con la irónica y casi autoparódica «Tu nuevo grupo favorito», en la que se sacuden toda presión y retoman su camino justo donde lo dejaron, entregando un nuevo álbum que suena generacional. Sólido en su conjunto, aglutina infalibles navajazos como las conocidas previamente «Famoso en tres calles», «Moreno de contrabando», «10», «La planta que muere en la esquina» o «Granja escuela», añadiendo a nuestra lista de favoritos nuevos logros como la sentida «Yo soy el problema» («Estoy llorando pero estoy contento / Las lagrimas me hacen más joven / Y el cielo se está tiñendo de negro / Y el negro combina con todo»), además de calambrazos como «Urbanitas», «Aaaaaa#$!&», «Colores» o «No es tu día». Una nueva tanda de pepinazos para cantar voz en grito que huelen a celebración y a pogo.
¿El Marines a pleno sol (1986) de nuestro tiempo? ¿Por qué no?