MiniPop Festival – Sala La Riviera (Madrid)
Loable iniciativa de nuestros amigos de Intromusica.com, un mini festival dónde se juntaba el adios de James de los escenarios españoles, la presentación del último disco de Eels, y las infalibles melodías de Sexy Sadie y Cecilia Ann, 2 de nuestros grupos más representativos.
Aun así, la fiesta comenzó con mal sabor de boca. Cecilia Ann había viajado desde Granada a Madrid para abrir el Mini Pop, pero debido al retraso sólo tenían ¡20 minutos! No sé todavía quienes estábamos más sorprendidos, si el público o el propio grupo. El asunto fue peor cuando a la tercera canción, Arturo, vocalista de la banda, se vio obligado a anunciar que era la última. El grupo, debido a las circunstancias, no se encontró a gusto en ningún momento sobre el escenario. Bochornoso, hay que cuidar mejor a nuestros grupos. No importa si James se pasa de la hora (y lo entiendo) pero tampoco hubiese pasado nada si Cecilia Ann nos hubiesen ofrecido un repertorio de siete temas, por ejemplo. ¿Dónde está el sentido común y la coherencia? Así, que nada, solo dio tiempo a saborear “Azul” (de su primer álbum) y tararear el ritmillo de “Romperosa” (de su segundo trabajo). Y encima con un sonido demencial, pobrecillos ¡Una pena!
Sexy Sadie tuvo mejor suerte, el sonido mejoró y nos ofrecieron un concierto en su línea. Un directo poderoso, un repertorio compacto y un puñado de buenas canciones. Durante los sesenta minutos que duró la actuación, combinaron temas de sus dos últimos álbums. Abrieron con “Sadie´s Insane”, no faltó un gran tema como “A Brand New World”, la dulce “Charlie Jones” (con Carlos al micrófono), la contundente “Someone Like You”, la adhesiva “You Know That´s The Way I Like It”, la apoteósica “Stay Behind Me” (coreada por el público) o la psicodelia de “Good Day”. Lo dicho, están muy curtidos sobre los escenarios y se nota. Su legión de seguidores nunca fallan, el grupo sabe siempre recompensarles bien.
Los californianos Eels se despacharon su último disco, “Souljacker” de una forma un tanto peculiar que desconcertó a un público devoto en su mayoría de James. Lejos quedaron las melodías de “Beatiful freak” (no tocaron ni siquiera “Novocaine for the soul”) o de “Daisies of the Galaxy”. Todo era demasiado punky, demasiado instrumental y experimental. Incluso parecía que estaban tocando una versión del “Louie Louie” cuando en realidad era “Cancer for the cure”.
Cuando por fin salió el hepteto (eran muchos, sí)inglés, La Riviera enloqueció. EL concierto de James fue otro ejercicio de pop para desgañitar y corear a voz en grito con Tim Booth, tan eléctrico y tan poseído como siempre.
En hora y tres cuartos fueron cayendo los éxitos de toda la vida, como “Say something”, “Come Home”, “Out to get you”, “Sit down” y otros más recientes (“Gettin” “Hawai…”). Muchos recuerdos de una noche en el FIB y muchos recuerdos también en sus canciones de los Smiths, la banda que les pegó el empujón al principio de su carrera para continuar su estela.
Recuerdos también de U2, por eso del guitarreo dulce y emotivo de Oxxal, secundado a las cuerdas (guitarra y violín) por Saul Davies.
Una última oportunidad de ver a un Tim Booth espléndido y a una banda que ha compuesto la banda sonora de muchos (ya no tan) jóvenes de aquí y de allá.