The Detroit Cobras – Mink Rat or Rabbit (Sinnamon Records)
Cuando un grupo de gente está enganchada a un sonido único y distintivo del resto de sonidos del rock´n´roll, a un género propio, y no quiere perder esa estela tan mágica del garage rock, del R&B de los cincuenta, sesenta puede hacer dos cosas: o escuchar esos discos en su propia casa refugiándolos en uno mismo, o interpretar a su manera dicho sonido e intentar divertir y contagiar a otros grupos de gente para su mayor expansión o por el simple aspecto lúdico del evento. ¿Cómo? Formando un grupo, tocando los viejos temas tan repetidos en sus cabezas con un sonido más moderno y que evoque un mayor hedonismo, un mayor divertimento. Eso es lo que hicieron The Detroit Cobras.
El repentino éxito del revival garagero de hace unos años con The Strokes, The White Stripes, etc. dio lugar a la posibilidad de poder vivir de ello, lo que produjo numerosos cambios en las bandas detroitianas herederas del sonido añejo, provocando fugas y fichajes. Pero antes de todo esto los Cobras ya habían demostrado sus intenciones con Mink rat or rabbit en 1998, producido por para su sello Sympathy for the Record Industry y recopilando viejos temas del R&B y garage americano: Más que un grupo, unas radios humanas con instrumentos (no por ello con fecha de caducidad).
El paisaje musical de Detroit recorre sus calles, así como las venas de los miembros de los Cobras de la cabeza a los pies, y se destila de los apenas treinta minutos de duración del disco. Al “I´ll keep holding on” originario de The Marvelettes se le despoja de los arreglos instrumentales, se le da mayor atención al ritmo frenético y a la crudeza-distorsión de las guitarras, incluyendo la rugiente, sensual y hedonista voz de Rachel Nagy. Ahí tenemos la receta de The Detroit Cobras. Pero ante todo no nos equivoquemos, no toda la música que contiene y rodea al rock tiene como objetivo primordial marcar unas pautas originales, sellar un sello vanguardístico en la historia del rock; también los hay que rememoran los hechos ya construidos de antaño.
Y es ahí donde está el valor de Mink rat or rabbit, en construir sobre la estructura ya hecha un edificio más actual pero que goza del mismo respeto, debido todo ello al desparpajo guitarrero e instrumental del grupo. Y destinado todo ello a esas ganas de transmitir las emociones pasadas, de poder escuchar temas no habituales en la radio.
También entran aquí temas más oscuros, que evocan emociones más marcadas, como la genial “Midnight blues”; pero por encima de hits sobresale el conjunto del disco, lo que ayuda a escuchar el álbum entero sin ninguna dificultad, entregando ese espíritu jovial y hedonista que desprende el álbum.
El típico disco que te hace reencontrarte con los viejos discos para su recuperación y/o primera toma de contacto. Frenesí, juerga y por supuesto, rock´n´roll.