Entrevista: The Telescopes

“Vivo en completo aislamiento la mayor parte del tiempo”

Activos desde finales de los 80, siempre se les recodará por su disco homónimo de 1992, pero lo cierto es que The Telescopes –o lo que es lo mismo, el proyecto de Stephen Lawrie– han perdurado en el tiempo y acumulado una numerosa discografía. Lo que no ha cambiado desde entonces es la actitud del propio músico, que sigue trasladando su hermetismo personal y otras peculiaridades a las propiedades de su música… y a las entrevistas. Contactamos con el británico para intercambiar impresiones acerca de As Light Return (2017), última entrega hasta la fecha de la formación, un disco que estarán presentando en Madrid el próximo 2 de noviembre (sala Moby Dick) junto a Holygram. Entradas aquí. 

En mi opinión, “As Light Return” (2017) oscurece aún más las cualidades de tu música, y me parece un disco deliciosamente claustrofóbico, incluso diría que el más ‘heavy’ de toda tu carrera ¿Estás de acuerdo? ¿Qué ha motivado el hermetismo del disco?

Estos tiempos en los que vivimos son oscuros. No es algo que pueda ignorar; Escribo sobre lo que conozco. Es difícil para mí dar un paso atrás y ser objetivo sobre el álbum porque todavía estoy dentro de la música. Necesito años para, si quiera, empezar a ver mis discos de esa manera en la que los demás los perciben.

Es curioso que, dadas sus cualidades, el disco se titule precisamente “As Light Return” ¿Era pura ironía o cuál es el motivo del título?

La ironía no es algo que me interese. Soy muy serio con las cosas que hago. En cuanto a la contradicción entre la música y el título del disco, es sólo la naturaleza. Tan seguro como que la oscuridad cae, también lo es que se rendirá a la luz.

El disco presenta un total de cinco cortes extensos, de trazo grueso y donde la distorsión somete con contundencia al resto de componentes ¿Cómo se componen canciones así? ¿Cuál es tu habitual proceso compositivo desde la idea inicial hasta el resultado final?

Tengo una idea inicial acerca de lo que ocurrirá, y a continuación busco un círculo para cada ángulo perceptible, recojo fragmentos de otras ideas a medida que avanzo, y finalmente llego a un punto en el que ya no puedo sostener todo y el conjunto empieza a rebotar en cualquier instrumento que considere apropiado. «Handful Of Ashes» fue escrito con un sintetizador EDP Wasp, mientras que el resto de las canciones fueron escritas con una guitarra acústica. Durante las grabaciones de “You Can’t Reach What You Hunger”, “Something In My Brain” y “Hand Full Of Ashes cambié de guitarra acústica a eléctrica, y grabé cada canción en directo acompañada por el bajo y la batería. Discutí mis ideas con la banda mientras estábamos montando y grabando cada canción en una o dos tomas. Luego agregamos cualquier órgano, sintetizador, percusión o guitarras extras que nos inspirasen, antes de colocar las voces. “Down On Me” y “Handful Of Ashes” fueron ensambladas de manera diferente. En esas canciones rastreé una multi-estructura básica de órganos, sintetizadores, guitarra acústica y mi propia voz, y se lo mandé todo a Jamie, Ross y Brian de St Deluxe, que posteriormente añadieron otras partes. Una vez que todo estaba bajo el control de Ross Cameron de St Deluxe, él tomó el timón y me envió mezclas para su evaluación, le di mis impresiones y fue hacia detrás y hacia adelante para completar el asunto.

¿Dónde has compuesto y grabado este disco? No sé por qué te imagino haciéndolo en alguna habitación de tu casa habilitada para ello: con poca luz, rodeado de pedales, cables y aparatos y un poco aislado de todo…

Así se compuso la mayor parte. Vivo en completo aislamiento casi todo el tiempo, pero aun así tengo ideas, da igual dónde esté o lo que esté haciendo. La mayor parte del álbum fue grabado en el Riverside Music Complex de Busby, cerca de Glasgow, con miembros de St Deluxe. Siempre lo pasamos bien grabando juntos, no importa cuán intensa sea la música.

Concretamente la canción “Something In My Brain” me ha recordado un poco a Mark Lanegan ¿Escuchas su música o te ha influido de algún modo?

He oído su nombre antes, pero soy desconocedor de su música. La secuencia de la canción es en realidad un ligero regreso a la mitad de la sección ocho de una canción anterior mía de finales de los años 80 llamada «Oil Seed Rape». Esa sección de la canción tenía cierta fuerza cuando la tocamos en directo; Siempre pensé que debería tratar de llevarla más lejos, entonces un día algo hizo ‘click’ y escribí la nueva canción.

The Telescopes se aseguraron un pequeño lugar dentro de la historia del shoegazer y el space-rock con ese gran disco que fue vuestro álbum homónimo de 1992… ¿Qué tal sienta eso? Supongo que es algo bastante satisfactorio…

Siempre me siento como un impostor cuando se menciona el Shoegaze. No tengo nada en contra del género, pero nunca ha estado en mi radar. Cualquier conexión que tengan The Telescopes con cualquier género es puramente co-accidental. La casa de The Telescopes tiene muchas habitaciones.

¿Qué recuerdas acerca del proceso de composición y grabación de aquel disco? ¿Qué te inspiró en su momento a la hora de escribir aquellas canciones?

Escribí todo en una guitarra acústica y llevé las canciones al Protocol Studios para trabajar con Guy Fixsen. Las canciones fueron arregladas a medida que las sesiones iban avanzando, construyendo capas a través de la experimentación, del ‘prueba y error’, y de algunos accidentes felices. Guy entonces mezcló todo con mi propia ayuda. Lo que me inspiró fue la calidez.

Después estuvisteis desparecidos (o al menos sin sacar nuevo material) durante una década ¿Qué pasó en aquellos diez años para que no hubiese nuevo material de The Telescopes?

Yo estaba quemado: había lanzado un montón de canciones en un espacio de tiempo muy corto, y necesitaba ser autosuficiente para hacer el tipo de música que quería hacer en el disco Third Wave (2002). Nadie estuvo interesado en publicar los discos de The Telescopes durante la mayor parte de los 90, pero surgieron nuevas bandas y sellos que se inspiraron en nuestros discos y, eventualmente, Double Agent Records en los Estados Unidos me permitió continuar.

Creo que por la formación han pasado, en uno u otro momento, más de treinta músicos diferentes… ¿Por qué se ha dado esta circunstancia tan poco habitual?

Sencillamente las circunstancias se han dado así. Trato de trabajar con cualquiera que tenga a mano.

En realidad The Telescopes es tu proyecto, y tengo la impresión de que eres un espíritu libre que siempre ha hecho lo que le venido en gana y cuando mejor le ha parecido… ¿Es ese el “secreto” de la supervivencia de The Telescopes? Hablamos de una absoluta libertad creativa, diría que incluso anárquica…

Sólo hago lo que hago y me mantengo inspirado, pase lo que pase. Estoy más impulsado por el arte que por la carrera; es una compulsión. El aspecto comercial de la música es algo que he tenido que aprender para proteger el arte. Cuando dejé de hacer música a principios de los 90, mi cabeza estaba llena de opiniones acerca de otras personas y de cómo debían ser las cosas. Era demasiado ingenuo para proteger el lado creativo de las cosas dentro de la confusión que estaba experimentando. Cuando estaba haciendo el segundo álbum sabía que no estaba entregando lo que se esperaba, y que en consecuencia probablemente iba a perder mi contrato de grabación. Pero como digo, esto es una compulsión: sentí que estaba dando mucho más que lo que se esperaba y creo que el tiempo ha demostrado que estaba en lo cierto. Creo que la creatividad es anárquica por naturaleza, mantenerte centrado en una musa es como esposarte a ti mismo a un huracán, así que no estoy seguro de cuánto tengo de un espíritu libre, pero siento que tengo una gran responsabilidad a la hora de mantener inspirados a The Telescopes.

Shoegazer, space-rock, psicodelia, noise… Son términos generalmente asociados a tu banda. Si tuvieras que elegir ¿Cuál dirías que es la principal fuente de la que bebes a la hora de componer?

Ninguna. The Telescopes beben del pozo de la vida.

Para finalizar… ¿Cómo son los actuales conciertos de The Telescopes?

Todos abrazados. Más allá del ámbito de la visión natural.