Kaleo (La Riviera) Madrid 05/11/24
El 5 de noviembre, La Riviera fue el escenario de una actuación memorable de Kaleo, con todas las entradas agotadas semanas antes. El quinteto islandés regresaba a España tras dos años de ausencia, en el marco de su Payback Tour por Europa, que había comenzado un día antes en Lisboa. La sala se llenó de un público entusiasta y entregado, mientras la banda desplegaba un sonido impecable y una precisión absoluta en cada canción. Kaleo, como una maquinaria perfectamente afinada, ejecutó cada tema con un control milimétrico, resultado de una extensa gira por Estados Unidos y Canadá durante todo el verano, que les permitió pulir cada segundo de su directo con una maestría sobresaliente.
Durante los noventa minutos de su espectáculo en Madrid, Kaleo demostró una notable capacidad para conectar con su audiencia. Cada tema fue ejecutado con precisión, y el setlist, cuidadosamente diseñado, equilibró a la perfección sus grandes éxitos con los cuatro sencillos más recientes presentados en 2024: “Lonely Cowboy”, “Sofðu unga ástin mín”, “Rock N Roller” y “USA Today”.
El espectáculo comenzó puntualmente a las nueve, cuando las luces se tornaron rojas y el escenario recibió a David Antonsson en la batería, Rubin Pollock en la guitarra, Thorleifur Gaukur Davidsson en la armónica y steel guitar, y Daniel Kristjansson en el bajo. Segundos después, se unió JJ Julius Son, el carismático líder y vocalista. La banda arrancó con «USA Today», uno de sus sencillos más recientes, y desde ese primer tema, quedó claro que Kaleo tiene una capacidad única para crear atmósferas. El sonido era impecable, cada instrumento encontraba su lugar, generando un equilibrio perfecto en el que el blues rock que los define alcanzaba una dimensión hipnótica.
Tras tres años de silencio discográfico y con la incógnita de su tercer álbum de estudio aún sin una fecha de publicación asegurada, Kaleo vive uno de los momentos más dulces de su carrera. Desde que el grupo comenzó su andadura hace doce años en Mosfellsbær, una pequeña localidad cerca de Reikiavik, su ascenso ha sido meteórico. El éxito de su debut A/B (2016) los catapultó a los principales radares internacionales, posicionándolos como una de las propuestas más potentes del rock contemporáneo. Su último trabajo, Surface Sounds (2021), ha mantenido esa fuerza intacta, consolidando el cariño y la lealtad de su legión de seguidores. La conexión con el público quedó patente cuando la steel guitar de Thorleifur Gaukur Davidsson dio paso a “Break My Baby”, la segunda canción de la noche. Desde ese momento, el público ya estaba completamente rendido, pero fue con “Broken Bones”, uno de los temas más queridos, cuando la magia se desató por completo.
La banda mantuvo su estilo característico: pocos comentarios al público, dejando que la música hablara por sí sola. En “I Can’t Go On”, Thorleifur Davidsson ofreció un solo de armónica que dejó a todos sin aliento, y en “Pretty Girls”, el momento más íntimo de la noche, Julius Son cambió su guitarra eléctrica por una acústica, tiñendo el escenario de azul y evocando la melancolía de los primeros trabajos de Bon Iver con su tono en falsete.
El punto culminante llegó a mitad de actuación con “Hot Blood,” donde Kaleo desplegó toda la potencia de su sonido, evocando el espíritu crudo y vibrante de The Black Keys. Después de este tema, la banda se agrupó alrededor de la batería y ofreció una improvisación instrumental de más de seis minutos. La audiencia estaba cautivada; fue una exhibición de habilidad y cohesión que demostró el dominio absoluto que tienen sobre su música y su conexión como grupo. Como una progresión natural, enlazaron sin pausa con “Lonely Cowboy,” su último single.
El setlist fue una obra maestra, por eso lo vuelvo a repetir, y Kaleo demostró su maestría a la hora de gestionar los tiempos del concierto, siendo sin duda este el gran acierto de sus directos. Uno de los momentos más esperados llegó con “Vor í vaglaskógi”, su primer éxito de 2013, que no solo marcó su despegue internacional, sino que también encarnó el motor de su crecimiento vertiginoso en los últimos diez años. A continuación, “Skinny” reafirmó el poder de su último trabajo. Por supuesto, “Way Down We Go” no podía faltar, la canción que los catapultó a la fama mundial y que acumula más de 1.200 millones de reproducciones en plataformas como Spotify. Sin embargo, fue “No Good”, otro de sus grandes éxitos, el que provocó una de las reacciones más intensas de la noche, convirtiendo La Riviera en un hervidero.
Después de unos segundos entre bambalinas, el grupo regresó para un bis arrollador con “Sofðu unga ástin mín” y “Rock N Roller”. Sin embargo, el entusiasmo del público y la energía en el escenario pedían más, por lo que Kaleo añadió una canción extra: “Glass House”, cerrando una noche impecable en la que la música habló por sí sola.