Primal Scream (La Riviera) Madrid 12/06/17
Agridulce concierto el de Primal Scream en Madrid. No sabemos si por ser lunes, por la poca pegada de su último disco o por lo poco acostumbrados que estamos a verles fuera de festivales, pero la Riviera llegó a media entrada y poco más. Un ambiente algo frío, que en parte se agradecía dada la tórrida primavera que estamos viviendo en la capital. Otro de los “peros” fue el carácter algo acomodado de unos Primal Scream otrora peligrosos e incendiarios y ayer de perfil bajo, tirando más por la complacencia que por el riesgo. Aún así, poco más que reprochar, porque les faltó meter la mano en el saco de su repertorio y sacar un puñado de sus indiscutibles clásicos, para dejarnos con un buen sabor de boca tras la incomprensible y escasa hora y cuarto de concierto.
Se echó en falta el rocoso sonido de otras ocasiones, con dos guitarras y su consabida contundencia, pero aún así la máquina de rock and roll terminó arrancando y arrastrándonos donde pretendía. Gracias a un Andrew Innes ejerciendo de director de orquesta de manera excepcional, a pesar de que su Les Paul sonaba excesivamente baja y a un Bobby Gillespie que nunca ha cantado tan bien.
Abrieron con una «Swastika Eyes” algo falta de fuerza, para llevarnos de paseo por «Slip Inside This House”, uno de los grandes momentos de Screamadelica (1991), el disco más visitado de la noche en detrimento del Chaosmosis (2016) que venían a presentar. Y a partir de ahí, se pusieron el traje de rock stars y arrancaron un infalible triplete stoniano con «Jailbird”, «It’s Alright, It’s Ok” y «Dolls“.
Su último disco estuvo representado por el synth pop de «(Feeling Like a) Demon again” y la pegadiza «100% or Nothing” muy en la línea de los New Order de Get Ready (2001). En el tramo final le dieron al dub con la lisérgica «Star” y nos pusieron a bailar con la festiva «Loaded”, dedicada a Cristiano Ronaldo. El final llegó con otra dupla ganadora de rock sudoroso y que supuso el mejor momento del show, unas «Country Girl” y «Rocks” que sonaron grandiosas.
Para el final, más de su faceta clásica recuperando el soul de «I’m Losing More Than I’ll Ever Have” de su disco homónimo y poniendo la guinda con la celebrada «Movin’ On Up”. De esta forma y tras poco más de una hora se puso punto y final a un incomprensible corto concierto. Con la música de fondo ya encendida y los pipas recogiendo, el público se negó a abandonar la sala y tras los futboleros cánticos de “oeoeoeoe” durante cerca de 5 minutos y el asombro del personal técnico que tuvo que enganchar los cables ya desconectados, volvieron a salir para regalarnos una gran versión de “Come together” que ahora sí, sació nuestras expectativas por completo. Grandes hasta con el piloto automático puesto.
Qué buenos son y qué vagos. Pero me encantó
Fue un gran concierto. Es una pena que no se prodiguen más por salas
Muy raro que no lleguen como poco a las 2 horas con el repertorio que tienen.
De todos modos fue una fiesta
SON LOS PUTOS AMOS Y PUNTO
Genial concierto. Siempre hay temas que desearíamos que interpretasen que no entran en su setlist, pero cumplieron. Se portaron volviendo en un 2º bis con «Come Together».
Por cierto ¿cómo es que Barrie Cadogan no está en el grupo?