Pulled Apart by Horses – Pulled Apart by Horses (Nuevos Medios)
El disco debut del cuarteto de Leeds muestra sus credenciales, sin disimulo, desde los primeros acordes de “Back to the fuck yeah”. Haciendo honor a lo que uno podría esperar de un grupo que se ha formado de las cenizas de bandas con nombres como Concentration Champ o Monster Killed by Laser, Pulled Apart by Horses arrancan con puro y duro punk-metal, con todos los complementos: guitarras asesinas, batería a doble ritmo, y el cantante trinchándose las cuerdas vocales. Incluso para los que disfruten con la música más explosiva, estos primeros compases pueden resultar, más que agresivos, algo trillados: las voces desgarradas, los riffs martilleados, todo parece un tanto visto, y, excepto para los más acérrimos fans del heavy, puede resultar poco apetecible tragarse un disco entero a este ritmo. Al minuto y medio de canción, el sesenta por ciento de los oyentes habrán desconectado – sobre todo aquellos que prefieran Belle and Sebastian a Queens of the Stone Age.
Comprensible, sí; pero craso error, porque resulta que Pulled Apart by Horses es un trabajo magnífico. El debut homónimo de estos británicos resulta ser, con cada escucha, un trabajo más admirable. Apoyadas en una batería impecable (que no implacable, como manda el metal), las guitarras de Tom Hudson y James Brown se divierten mezclando elementos de todo tipo de géneros fiesteros: está el ska, está el punk, está el reggae, hay trazas de disco – ¡nada menos!, incluso se trazan melodías de algo parecido a rock sinfónico – eso sí, casi todo con la distorsión a tope. Los temas resultan así tan variados como interesantes (ejem, dentro de una cierta uniformidad: que nadie espere ningún instrumento que no sea guitarra, batería y bajo).
Con un sonido muy cuidado, muy puro, y una producción sencilla pero eficaz, tenemos un disco que debe calificarse, como mínimo, de muy bueno. Si se consigue uno sobreponer a que la práctica totalidad del disco está cantada en clave heavy – algo que puede fatigar – puede descubrir en este disco grandes temas como “Meat Balloon” (primer single) o la sorprendente “High five, swan dive, nose dive”, además de disfrutar de lo lindo con un excelente álbum que , si no cuenta con un talento lírico desbordante (de las letras, en general, se puede deducir que Pulled Apart by Horses no están de acuerdo con… mmm… bueno, con nada ni nadie). No obstante, hay imaginación a raudales, energía como para mover un transatlántico, unas cuantas innovaciones interesantes, virtuosismo instrumental, y muchísimo pelo en el pecho. Y, naturalmente, da miedo pensar en la que pueden montar estos chicos en directo.
Otro muy buen disco de otro buen grupo que, sin vergüenza y con muchísimo acierto, demuestra que los mejores elementos del metal son dignos de recuperar y que, bien entendidos y combinados, pueden dar todavía muy buena música.