The Horrors – Moby Dick (Madrid)
Lo que tienen lo grupos de moda es que sólo les hace falta hacer ruido para llegar más alto, y encima si causan polémica, mejor. Ya ocurrió en Austin y se repitió ayer en Madrid. En una sala con buenas condiciones de sonido, y abarrotada de gente entregada de antemano, el cantante de The Horrors hizo todo lo posible por atraer más la atención hacia sus peripecias que hacia donde tiene que estar dirigida: la música. ¿Resultado?: varios heridos, -que por cierto le trataban como un dios-, un concierto suspendido por la dirección de la sala, y la sensación de haber estado en mitad de una operación de marketing.
No importa si tu sonido no es demasiado bueno, si lo que haces es un volcado de garaje puro y duro con permanentes salidas de cualquier peluquería “rara” de primeros ochenta, o si tus dos mejores canciones son versiones de dos viejos clásicos (“Jack the Ripper”, “Crawdaddy Simone”), cuélgate por los techos, causa algún herido si tienes suerte, que te cierren el micro y te corten la luz del escenario.
Lo importante es vender camisetas y acrecentar la fama para salir en la portada de NME. Cuando la pose prima sobre la música lo mejor que puede ocurrir es lo que pasó ayer, que por lo menos hoy tienes algo de que hablar, vamos, como en el Hola.