The Last Dinosaur – Hooray! For Happiness (DEARSTEREOFAN)
Muy a menudo utilizamos el término “dinosaurio” para referirnos a alguien que creemos tan importante como longevo dentro de determinado sector. En el caso de The Last Dinosaur lo curioso es que no lo son tanto sus componentes (un par de jovenzuelos de Essex, al este de Inglaterra) sino sus métodos de grabación, que rechazan todo lo digital para lanzarse a lo analógico. Así se grabó Hooray! For Happiness.
Es lo que dicen The Last Dinosaur en el libreto del disco ( “ningún ordenador fue utilizado en la grabación de la música”), y añaden que la mayoría de las grabaciones se realizaron bien entrada la noche. No es de extrañar entonces que las composiciones de su debut suenen, como refleja su portada, como una explosión de fuegos artificiales en una noche cerrada. El post-rock ambiental de “Every second is a second chance” con el que abren la colección durante más de seis minutos es la tónica de un trabajo que nace para ser consumido de una pieza, unas veces en primer y otras en segundo plano.
Así pues el disco, que fue grabado entre diciembre de 2007 y marzo de 2009, está concebido más como un producto artesanal, no tanto en su forma (pues habrá sido producido en cadena) como sí en su contenido. A ello contribuye una más que evidente inspiración campestre, así como la cantidad de instrumentos empleados por Cameron y Hayden, que superan la decena; gracias a ellos y a las diferentes voces que intervienen en el disco, Hooray! For Happiness consigue en muchos de sus temas un efecto de crescendo épico que, merced a una sensación de lejanía ficticia, genera paz interior a borbotones.
Pero, cuidado, porque también son capaces de desatar tormentas como la de “We are a battlefield”. ¿Será por eso por lo que Cameron ha hablado del segundo disco como “una bestia totalmente diferente”?