Conciertos

Arcade Fire – Explanada Museo Guggenheim (Bilbao)

Resulta complicado disfrutar como en sus inicios de una propuesta que ha trascendido de lo minoritario. No aporto nada nuevo, pero necesitaba decirlo.

A pesar de que el marco de la explanada del Museo Guggenheim es ideal, ver a Arcade Fire sobre un escenario grande y entre 5.000 personas, no es tan placentero, no. Lo mucho que tienen de evento social estas citas desvirtua el atractivo en directo de muchas bandas.

Partamos de la base de que los canadienses son importantes y están por encima de la media en lo que va de siglo XXI. Porque firmar un debut como Funeral  está al alcance de muy pocos. Tres o cuatro, no más.

Anters de pasar por Benicassim, Arcade Fire hicieron parada y fonda en Bilbao justo después de la celebración del BBK Live. Que no falte de nada! Para que luego digamos que hay crisis.

Nos respetó la lluvia y superadas las diez de la noche, Win Butler y sus siete compañeros (así no hay quien se arregle con menos de tres autobuses de gira) abrieron fuego con «Ready to start». Bien, volumen algo bajo, pero la buena predisposición del asistente superaba todo.

Muy a tener en cuenta los concepto motivación y actitud por parte del público. Y no se vendió todo el papel, pero la entrada reflejó el gran interés del respetable vasco por la propuesta.

«Keep the car running», «Neighborhood #2» y «No cars go» continuaron alimentando nuestra buena fe. El octeto mostró poderío y ganas, Su repertorio da para dos buenas horas, pero nos quedamos en bastante menos. Uno de los peros de la cita, sin duda.

Conocido es la utilización de material visual que hace el grupo y he aquí un nuevo pinchazo en el global de la oferta. No obstante, las primeras filas mostraban alegría y alborozo.

De camino a la mitad del encuentro, cuando llegan algunos medios tiempos que no terminan de convencer, el directo pierde fuerza y, sobre todo, emoción. Y éste es la indiscutible sombra de un notable ejercicio de rock & roll. Wilco tiene que emocionar siempre y Arcade Fire también. Es la obligación del líder.

En relación a esto, algún compañero de otro medio menciona el bajón que ha supuesto su nuevo tercer disco y lo que ello pudiera influir en los directos de la banda.

«Rebellion (lies)» sigue siendo un temazo y llegó casi al final, para convencer a quienes ya lo estaban y para levantar a los más decepcionados (se me permita el término).

Un par de bises, a destacar «Wake up», y punto final. La nueva torre de Iberdrola (el edificio más alto de Euskadi) fue también testigo de la velada junto al Museo Guggenheim. Un enclave sólo reservado para los primeros espadas.

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