Gabinete Caligari – Solo se vive una vez. Colección definitiva (Warner)
Sin la voz y la guitarra de Jaime Urrutia, sin el bajo de Ferni Presas y sin la batería de Edi Clavo, sin sus canciones, actitud y viveza, nada hubiera sido lo mismo. Gabinete Caligari marcaron época, y tras escuchar la selección que atesora Solo se vive una vez. Colección definitiva, de alguna forma, siguen haciéndolo. Y eso que la recopilación que nos ocupa dista mucho de ser la definitiva, pero así es el legado de Gabinete Caligari, un poco de ellos es toda una fortuna.
Hasta en sus horas más bajas de fama y obra con Gabinetíssimo (1995) brillan, aquel disco fue más un problema de producción que de composición, y pocos coletazos finales hay de tan altos vuelos como su último disco: Subid la música (1998), muy grande. Pero es que antes, ¡ay antes!, estamos ante una de las mejores secuencias de nuestra música, desde «Golpes» (1981) hasta «Lo mejor de ti» (1991) se suceden auténticos singles y elepés de oro, y no me refiero solo a las ventas. Su primer single compartido con Parálisis Permanente sigue siendo del mejor pospunk y siniestro que se ha hecho, en una cara «Autosuficiencia» y «Tengo un pasajero firmadas par Eduardo Benavente y compañía, por la otra la ya citada «Golpes» y «Sombras negras» grabadas por los futuros amos del rock castizo.
Que Dios reparta suerte (1983) marca la transición de Gabinete Caligari hacia otros sonidos, hacia otra forma de construir los textos, aunque su raíz original no la llegarían a perder nunca y volvería a asomar más adelante. Ese giro les llevará al éxito con Al calor del amor en un bar (1986), y al triunfo masivo con Camino Soria (1987), un buen momento que se prolongará con Privado (1989). Y aún seguirá, aunque con cifras menores, en Cien mil vueltas (1991), otro disco siempre a reivindicar.
Solo se vive una vez. Colección definitiva, es una selección hecha por Daniel Vidaur que nos trae un buen muestrario de todo lo dicho, a las necesarias «La sangre de tu tristeza», «Cuatro rosas», «Queridos camaradas», «Camino Soria», «El calor del amor en un bar», «Underground», «Caray!» o la propia «Solo se vive una vez», se unen otras algo más escondidas como «Tango», «Gasolina con ricino» o «Un petardo en el culo». Se nota que hay cariño en la realización del proyecto, igual que en el texto de Fernando Navarro que sirve como prólogo del libreto, todo contenido bajo un acertado formato digipack en su edición física. De hecho, esta recopilación parece la guinda a las recientes revisiones de Camino Soria por su treinta aniversario, publicada el pasado año, y el rescate de un directo fundamental en la historia de Gabinete Caligari como fue el realizado en 1984 en el Colegio Mayor Mendel de Madrid, editado en 2016.
Sin embargo, el debe está en denominarlo «Colección definitiva», sobre todo cuando existen de forma simultánea otros dos recopilatorios interesantes también, y ninguno de ellos incluye un tema fundamental como «Delirios de grandeza», única inédita de otro recopilatorio, Grandes éxitos (1993), y que es fundamental como cierre de una etapa y apertura de otra. Tan solo está catalogada dentro de la recreación que Jaime Urrutia hizo ya en solitario y en directo, En Joy (2007), pero no es lo mismo, desde luego que no.
Al igual que también se echa en falta, siempre pensando en que es la colección definitiva, rescatar canciones como «El tren especial», únicamente aparecida en el Pecado original (1986), una compilación de esas tan interesantes que DRO publicaba, o la magnífica versión que Gabinete se marcó de «Atrás»» de Nacha Pop en el homenaje a Antonio Vega …Ese chico triste y solitario (1993). En la misma línea está «Devuélvase al remitente», original de Elvis Presley, «Return to sender», publicada dentro del Tributo al rey (1997), para mayor gloria del de Tupelo.
Es decir, Gabinete Caligari merecen ser revisitados continuamente, porque sigue siendo un nombre capaz de crear afición y dar valor a nuestra música, por eso una colección definitiva debe ofrecer mucho más. Entiendo a la perfección el sentido empresarial de la música, y es necesaria una planificación administrativa y de plantilla para que todo funcione, hay que facturar, pero una discográfica trabaja con material sensible, en el caso de Gabinete Caligari con auténticas joyas artísticas, por eso hay que ofrecer más canciones, mejor organizadas, textos explicativos, que en la edición digital esté incluido el libreto, que Jaime, Edi y Ferni sean capaces de contener sus diferencias y ofrezcan una rueda de prensa conjunta al menos… Si desde el origen, inclúyanse a todos los protagonistas activos en el proceso creativo y de publicación, no somos capaces de presentar de forma sumamente atractiva lo que acabamos mal llamando «producto», mucho mejor disco, obra, canción, etc… ¿Cómo vamos a lograr que el público valore los enormes artistas que hemos tenido y tenemos en este país?
Escucha Gabinete Caligari – Solo se vive una vez
sus temazos son innegables y han envejecido bien
No se entiende bien que no aparezca reseñado el mini lp «Cuatro rosas» de 1984, que fue su mejor disco y el auténtico giro en su carrera, cosechando éxito tanto de crítica como de público masivo.
Tienes bastante razón Alex, cité ‘Cuatro rosas’ y ‘Caray!’ sin nombrar el gran mini lo al que pertenecen. Y es cierto que supone una transición fundamental en la obra de Gabinete Caligari, junto a «Que Dios reparta suerte».
Qué gran grupo , y todavía faltan canciones como Profesional, en paro, mi buena Estrella…
Mis preferidos de los ochenta. 4 rosas es una le das mejores canciones que he escuchado en mi vida, melodia a la altura de Friday Im in love. Faltan temas como Amor Prohibido….
No sé como incluyen una canción tan aberrante, mala, cutre y pachanguera como la del «Chá, Chá, Chá». Con esa canción y disco, murieron (para mí) Gabinete Caligari.