Segunda jornada del BAM
La segunda jornada del Bam 2002 tenía un nombre por encima del resto, con todos los respetos para los magníficos grupos españoles –Audience, Mercromina, Aina, Standstill, Niños Mutantes, Planetas…- que actuaban en la Estació de França, y éste era múm (con minúsculas). Los islandeses, de los que tantas líneas se han escrito en los últimos tiempos, visitaban por primera vez España formando parte del plantel de bandas extranjeras que formaban parte del cartel del festival barcelonés.
No conociendo las tierras de donde son nativos estos chicos, me atrevo a decir que el sonido que puede escucharse en algunos parajes islandeses es similar al que realiza el grupo. Sin duda la “paz” que parece respirarse en ciertos lugares de Escandinavia sirve de influencia para los músicos locales. Ellos mismos han dicho en alguna entrevista que sus letras se basan en la naturaleza y sensaciones.
Las gemelas Kristin y Gyda junto a los dos miembros masculinos del grupo y a Samuli Kosminen, batería que les acompaña en esta gira, se presentaron en la Plaça del Rei pasadas las 00:15 horas. La expectación era total y el recinto se llenó hasta la bandera. Finally We Are No One, el último lp de múm hasta la fecha, es ideal para escuchar en un teatro, sin embargo, lo vivido ayer en el gótico barcelonés no se quedó muy a la zaga. No resultaron empalagosos ni abusaron de la electrónica (sobre una simple base el resto de instrumentos van en directo) y su aparente “a nuestra bola” alternancia de los diversos instrumentos, quedó natural y todo. Capítulo aparte merecen las voces de las hermanas Valtýsdóttir. Angelicales y dulces como las que más. Poco más de sesenta minutos (bis incluído) de directo nos dejaron con las ganas de volver a verles.
Cuando apenas nos habíamos recuperado de los agobios que vivimos en el Fib, llega el BAM y rememoramos una situación recientemente vivida: colas inhumanas para pedir una bebida, lavabos saturados, colapsos en los cambios de escenario… Y es que ayer actuaron Los Planetas congregando a miles y miles de seguidores ansiosos por escuchar sus nuevos temas en directo, en lo que era su cuarto año en el BAM. Y sólo un grupo como ellos es capaz de conseguir lo que consiguieron: a pesar del pésimo sonido y de no escuchar a J en muchas de las canciones, la gente salió encantada del concierto.
Pero vayamos por partes. Después de cruzar todo el centro de Barcelona, llegamos a la Estació de França justo para ver a Audience. Los vizcaínos se encuentran cada día más cómodos sobre el escenario y eso se nota. Hannot y Gaizka son poco comunes, lo suyo es ponerse el mono de trabajo y no parar. Presentaron varios temas nuevos y dejaron claro que no sólo su disco Some Lovely Hands On Dry Skins debe ser tenido en cuenta. Su directo también. Pudimos ver brevemente a Sperm quienes demostraron que el legado de Nirvana aún sigue muy vivo.
Mercromina demostraron, una vez más, sus tablas y su buen hacer encima del escenario. Empezaron con un cuarto de hora instrumental, en el que las distorsiones se daban la mano con la exquisita sección de cuerda que les ha acompañado en algunos de sus conciertos, incapaz de dejar indiferente a nadie. Tras estos minutos, empezaron a dar más caña, pero ya era hora de ir a ver uno de los grupos que más curiosidad despertaban: Niños Mutantes.
Por la tarde habíamos asistido a la presentación del dvd de los videos que acompañan a los temas de su último álbum, El Sol De Invierno. Unos videos increíbles para un álbum que es de lo mejorcito que se ha hecho últimamente. Competían en horario con los albaceteños, y lo tenían difícil, pero consiguieron atraer a un bastante público. Se les vio muy cómodos en el escenario, presentando los nuevos temas y recuperando algunos de sus últimos trabajos. Luego estuvieron en el stand de Muzikalia firmando su último disco y se les veía muy felices. No es para menos: el público había disfrutado mucho en su directo.
Los Planetas se retrasaban, y cada vez llegaba más gente al escenario principal. Era el turno de Standstill. La verdad es que apenas los vimos, tan solo un par de temas, pero que sirvió para comprobar la brutalidad de su puesta en escena. Sonaron muy bien, y parte de la gente que iba hacia el escenario principal se quedaba a verlos. Y es q la teatralidad de su frontman llama mucho la atención.
Aina lo tenían todavía más difícil que Standstill. Los Planetas iban con retraso y ambas actuaciones se solapaban. Pero aún y así, fue el concierto más concurrido del escenario del MondoSonoro. Puede que sobre el escenario sean más sobrios que sus paisanos, pero son más directos, menos teatreros y más ilusionados. O eso es lo que nos reconocía su batería, Pau, hace tan solo unos días, cuando habló en exclusiva para Muzikalia. Los temas de su nuevo disco, Bipartite, suenan geniales en directo.
Bueno, y mientras tanto, descarga planetaria en el principal. ¿Qué se puede decir de J, Florent and company que todavía no se haya dicho? ¿Que en directo aburren? ¿Que no se entiende la letra? ¿Que siempre hacen lo mismo? Ayer el sonido dejaba mucho que desear. Los acoples, las reverberaciones, la falta de potencia del micro de J… Pero aún y así, la gente disfrutó como sólo lo hace en un concierto de Los Planetas. Y, aunque cueste de creer, incluso a ellos se les vio más sueltos que en otras muchas ocasiones. J empezó a demostrar sus dotes de showman y se acercó al público, con los brazos en alto, cuál mesías en pleno éxtasis. E incluso Florent se despidió del público. Entre medio, canciones, grandes canciones. No sólo las de Unidad De Desplazamiento, también grandes temas de Una semana En El Motor De Un Autobús, como “Segundo premio”, también de ”Unidad…”, y para acabar, unos bises que hicieron saltar a la gente como nunca: “Cumpleaños total” y “Mi hermana pequeña”, que nos recordaron al final de su concierto de presentación del Fib en Barcelona. Fue la actuación más multitudinaria de la jornada, y la verdad, es que supo a poco. Un amigo decía: “Creo que no va a ser el concierto de Los Planetas de mi vida, pero se va a acercar bastante”. Quizás nos podemos quedar con esto.
Para cerrar la noche, llegó el turno de la electrónica. Primero fue DJ Omar, residente del Moog, y luego llegó el segundo plato fuerte de la noche: Propellerheads, aunque venían como djs. Pero eso no importaba. Aunque a esas horas de la madrugada (muy altas) no había tanta gente como hacía un par de horas antes, la pista del escenario principal estaba abarrotada de gente bailando al ritmo de la música electrónica, con proyecciones en las pantallas que colgaban del techo de la estación incluidas. Y al ritmo de los platos de Propellerheads nos retiramos a prepararnos para la jornada de hoy. Que también promete mucho.