a.s.o. – a.s.o. (Low Lying Records)
Es recurrente ese debate de que todo está inventado en la música, y que pocas novedades se pueden encontrar desde hace ni se sabe. Me parece, por lo menos, atrevido sentenciar de manera tan rotunda, aunque también debemos tener en cuenta que hay géneros musicales que, quizás, tengan mayor o menor espacio de maniobra, y en consecuencia, de poder arriesgar en su narrativa. Circunscribiéndonos en un estilo como el pop ocurre que parece que todo ya esté inventado, y se tiene la sensación de que hemos entrado en un loop de sonoridades que dejan una sensación de déjà vu. No tiene por qué ser malo eso si tomamos en consideración de que copiar con estilo se viene haciendo en la música popular desde sus inicios.
Esto me vale para poner sobre aviso al lector de que el dúo afincado en Berlín a.s.o. son unos excelentes copistas. Copian, eso sí, sin disimulo – lo que para algunas personas puede que sea un delito con agravante- pero no cabe duda de que si replicas unos sonidos sin tener el talento suficiente puedes quedar bastante mal. Ellos pasan la prueba.
El debut de Alia Seror-O’Neill a la voz y autora de las canciones y su colega Lewie Day a las bases rítmicas es una hermosa réplica de sus autores noventeros favoritos, y les ha salido un disco muy destacable. La sombra de las deudas contraídas es muy alargada, pero las saldan con homenajes bien elaborados. Sitúan en el mapa de nuevo el downtempo envolvente de la electrónica de Leftfield en temas como “Go On” (añadiría reminiscencias a A.R. Kane por ese tempo sostenido entre líquidos amnióticos), “Rain Down” o “Falling Under”. Todas son preciosas odas nostálgicas.
Pero no se quedan ahí, y añaden a su receta toques de los Postishead de Dummy en “My Baby’s Got It Out For Me” y “True” con hipnótico latido trip hop; la herencia con Fleetwood Mac mecida en claroscuros de “Love Is The Darkness” es puro embeleso. Obviamente la mezcla no estaría del todo completa sin que aparecieran las luces de neón que ribetean “Cold Feeling”, un cruce entre Cocteau Twins y Julee Cruise, y el tono cinético del álbum tiene su cumbre con la preciosa “Thinking” con los arpegios de guitarra reverberando y arreglos de cuerda exultantes.