Airship – Stuck In This Ocean (Play It Again Sam)
Se acabó el verano amigo, y sí, con él los festivales, los conciertos a pie de playa, las cervecitas en las terrazas, el relax… pero por suerte también las odiosas y repetitivas bandas sonoras de los chiringuitos, las estúpidas canciones del verano, y esa época del año en la que parece que todo se para y nada nuevo sale al mercado.
Llega septiembre, nuevo curso, nuevos propósitos, y como no, también nuevos grupos, y es que se acerca el otoño y antes de que nos demos cuenta, ya estaremos rodeados de las tan recurrentes listas de lo mejor del año. Pues bueno, aquí te traigo sin duda a uno de los candidatos a ocupar el top 5 de mejor debut internacional: Airship.
Estos veinteañeros nacidos musicalmente de las entrañas más desfavorecidas de Manchester, y de las mismas salas de ensayo de Macclesfield donde Ian Curtis daba también sus primeros pasos junto a Joy Division, salen ahora a la luz y tras varios EP’s publicados desde 2004, con un largo memorable que lleva por nombre Stuck in this ocean.
Once temas que te atrapan desde el primer momento a través de los gritos provenientes del más allá con los que empieza su single “algebra”, y que en un magistral y trascendental cambio de registro te ponen la piel de gallina para adentrarte en su particular universo musical cargado de placenteras tinieblas espaciales, iluminadas de vez en cuando por lejanos cuerpos celestes como pueden ser “Organ”, “This is Hell” o el tema homónimo al álbum “Stuck in this ocean”, todos ellos en la segunda parte del disco.
Y es que si bien es cierto que según uno se va acercando hacia el final del disco, va viendo poco a poco algunos destellos de luz, la primera mitad del álbum es deliciosamente oscura. Guitarras potentes, teclados enigmáticos, y los contundentes ritmos de bajos y batería acompañada de la profunda voz de Eliott, hacen que el encadenado de “Kids”, “Gold Watches” y “Spirit Party” unidos a los 8’20’’ de “The Trial of Mr Riddle” (con cuatro minutos de distorsiones) un incontestable comienzo con seis de los primeros temas más valientes con los que un álbum de debut haya comenzado, y sin duda que de una calidad difícilmente alcanzable.
Pero no se equivoquen. Oscuridad, ruido, distorsión… adjetivos que podrían dar paso al descontrol o al desmadre, pero que en esta ocasión para nada tienen lugar, pues en el universo de Airship, es la madurez pese a la juventud lo que triunfa, es el equilibrio, los sonidos potentes pero compensados, la exquisitez y la delicadez dejada en manos de una música a veces difícil de calsificar.
Te gustarán sin duda si te gustan Glasvegas o Editors, pues estos compatriotas de Morrissey y Curtis, tienen muy claro cuáles son sus orígenes (y en cierto modo se perciben influencias en sus canciones), pero tienen muy claro que la música al igual que todo, evoluciona, y de seguir así, seguro que el futuro les pertenece.
Por favor, esténse al loro, y no hagan la tontería de perderse sus próximos conciertos de octubre en Madrid y Barcelona.
Airship, quédense con ese nombre…